Pov. Amara Riddle
Muchas preguntas resonaron en mi cabeza, ¿Caro tenía un hermano? Y segundo ¿estaba intentando en el terser piso? Tenía entendido que era para los más peligrosos, eso quería decir que.... ¿El hermano de Caro era un monstruo? Quería interrogarla de forma rigurosa pero sabía que tenía que ir despacio, ella no se encontraba bien, y necesitaba mi apoyo.
— ¿sabias todo esto desde un principio y no me dijiste nada? — pregunté, moderando el tono indignado de mi voz — perdóname.... Es que.. No sabía cómo decírtelo, tenía miedo de que reaccionarias diferentes y te burlaras de mí.
— ¿por que habría de hacerlo? Eres mi amiga, y el hecho de que tengas un hermano con problemas no afecta en nada nuestra amistad ¿tendría que burlarme de eso? — inquiri con seriedad.
— Dios.... Ahora me siento como una estúpida, lo siento yo.... — dijo ella avergonzada, pero yo tome su mano con delicadeza y le mire a los ojos.
— Caro, no tienes porque ponerte así, ¿tienes un hermano internado aquí? Bien, quiero conocerlo, ¿creíste que me burlaria de ti? No, no lo hago ahora ni lo are nunca, no tenemos que avergonzarnos por cosas que se salen de nuestras manos y que al final nos caracterizan, mucho menos tienes que sentir vergüenza de tu hermano — dijo como apoyo, me incline hacia ella y di un pequeño beso a su mejilla, mientras limpiaba sus lágrimas.
— ahora, dime, ¿cómo sabes eso respecto al cazador? — inquiri con calma, no quería lucir desesperada por su respuesta o podría arrepentirse. — le he estado siguiendo la pista, la mayoría de sus asesinatos son en el bosque, los que ocurrieron en las instalaciones fueron un desliz, un inpulso. — explicó ella gesticulando con sus manos.
— ¿impulsos? Lo dices como si el cazador no se pudiera controlar en ocasiones — dije arqueado una ceja, ella suspiro y asintió— así es, el cazador no puede evitar matar, como un animal, siente la necesidad de herir y matar, hay veces en las que algún detonante logra sacar su lado asesino, eso quiere decir que es alguien inestable, compulsivo, ¿entiendes? — dijo ella, yo asentí.
— ¿quieres que te ayude a encontrarlo? — propuse, ella pareció dudarlo por unos minutos, pero al final asintió con una expresión cansada. — llevó mucho tiempo tras ese imbecil, algo de ayuda no me vendría mal.
— entonces ¿cuál es el plan? — inquiri emocionada. — hay que descubrir de alguna manera quien es, debido a que en casi todos sus asesinatos usa máscara no se puede ver su rostro, pero si reconocer su personalidad, él es ( como dije antes) compulsivo, agresivo e inestable, pero eso no quita que sea inteligente, el muy maldito se relaciona en antelación con sus presas, por lo que la mayoría son mujeres, rara vez, un chico, que de seguro terminó cruzandose en su camino el día en que no estaba de buen humor.
— es un psicópata de primera — dije como conclusión, y Caro asintió. — exacto, no deja rastro, o al menos, no uno que otros puedan notar, pero como también sé, un psicópata tiende a tener un preferido entre todas sus presas ¿quien crees que sea?
Yo, me quedé tiesa, era yo obviamente, la forma en la que me había hablado la última vez que estuvo cerca de mí, las ocasiones en las que pudo haberme matado, pero no lo hizo, pensar que yo era su presa favorita me hacía estremecer ¿que tenía yo que no tenía otra? ¿Precisamente tenía que ser yo?
— oye ¿estas bien? Estas pálida
— Caro, su preferida soy yo...
— ¿que? ¿Como estas tan segura? Escapaste de sus garras un par de veces pero fue suerte, obvio no eres tú...
— un día cuando volvía al dormitorio y él me acorralo y.... Abuso de mí, me dijo que era suya... Dijo que... No quería a nadie mas cerca de mí — apreté los puños reteniendo la ira en mi interior, Carolina me abrazo y yo la apreté contra mi cuerpo.
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Amara
RomansaUn psiquiátrico. Un montón de mentes rotas. Algunos se llaman presas, y otros cazadores. ¿La verdad? Aquí, nadie sabe quién es quién, pero si hay una ley, si te duermes, te cazan, y no precisamente en un altar. El caos reina es este lugar sin nombre...