Extra 1.

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Múnich, Alemania. 9 meses después.

La casa que Marcó había comprado aquí en Múnich era hermosa, Darien, Dominic y Deiner vivían conmigo además de Alessandro.

Había pasado un largo tiempo...

Todavía seguíamos de luto desde aquel día en el Génesis, y yo... No podía negar que extrañaba a Carolina... Con sus ocurrencias y su personalidad chispeante, Deiner era el más dolido al igual que Dominic...

Deiner todavía estaba reticente a la idea de mi embarazo y en cuanto a Dominic....

Todavía no me podía creer lo de sus ojos, no tenía claro que era lo que habían echo o lo que había pasado, pero estaba dispuesta a esperar la tan anhelante explicación que Deiner siempre me decía que me daría.

Escuche unos  golpes en la puerta que cesaron luego del típico " adelante" Sandro entró a la habitación para llamarme a comer de seguro, yo no me moví de mi rincón de la habitación, no lo malentiendan, la casa era enorme y las habitaciones no se quedaban atrás, pero la mía en especial, tenía un apartado en una de las esquinas con ventanas que daba a un bello paisaje  aquí en  Múnich, daban ganas de quedarse siempre aquí....

Desde que llegamos ese se había convertido en mi lugar favorito, además de ser lo suficientemente grande como para recostarme, pero aún así... Era mi lugar privado para llorar todo lo que no había llorado antes, era mi pequeño refugio.... Una parte de mi seguía estando alerta aún cuando ya todo había pasado, pero... En estas condiciones no creo que pueda hacer mucho.

" estas pansona"

Cállate mi panza es hermosa.

Ah.. Mi bella hija no paraba de crecer, y es que ha estas alturas, podía nacer en cualquier momento, una de mis manos bajo a mi estómago inflado por el embarazo y lo acaricie con suavidad... Se sentía tan bien saber que había vida dentro de mi, a pesar de la hinchazón en los pies y antojos, pensar que había una pequeña niña dentro de mí, lista para amarme y venir al mundo, una pequeña que me diría " mamá"  era maravillosa.

— Am...digo, Alice, disculpa es que todavía no me acostumbro — dijo con una pequeña risa, camino hasta mi y tomo asiento sobre el afelpado. — ¿ como esta mi embarazada favorita? ya es hora de almorzar— dijo con un intento de ánimo.

— ¿Khe?..... ¿Acaso hay otras embarazadas por aquí?... No me digas que tu también estas embarazado — dije yo bromista, sabia que Sandro estaba pasando por un mal momento y quería animarlo de verdad.

Pará mí sorpresa, el río

Y fue enormemente gratificante escuchar sus carcajadas irrumpiendo en la habitación después de tanto tiempo. En definitiva, hacer reír a mi mejor amigo siempre me parecería uno de los mejores pasatiempos, Alessandro era alguien magnífico, brillante, no dejaría que nada apagará esa chispa que lo hacía él.

— no tonta... Eres la única embarazada aquí, ni modo que yo — dijo riendo me uní a su risa sintiéndome feliz de Joderle la existencia, pero poco a poco volvió a ponerse serio y un semblante sombrío cubrió sus bellas facciones. — oye yo.... Quería hablar de lo que pasó... Con Federico.

Joder....

Algo en mi me decía muy en el fondo por que venía todo ese comportamiento lúgubre de su parte, y aunque no lo había podido ver, lo sabía.

Sabía que Federico había intentado matarme y por eso él había muerto, por que a pesar del amor de Alessandro por él, su deber conmigo era más grande, y aunque me reconfortaba saber que Alessandro nunca me traicionaria, era lamentable por lo que estaba pasando.... El había tenido que matar a la persona que mas quería... Y todo por mi culpa.

— Uhm... No tenemos que hablar de esto si no quiere, Sandro...— el negó con la cabeza y tomó una de mis manos. — no.. Yo quiero habla de esto, dejame hacerlo... Alice... — escucharlo pronunciar mi nombre a pesar de todo me llenaba se una sensación diferente.

Tanto tiempo usurpando identidades y nombres diferentes me hacían preguntarme quién soy en realidad, devolviendo el apretón asentí esperando que estuviera listo para decirme lo que habia pasado.

— Federico siempre había sentido una pequeña habercion hacia tú persona, indiferentemente de que fueras cercana a mi, los rumores que corrían sobre ti hacían que la mayoría te tuvieran en muy mala estima — dijo enderezándose junto a mí en la cama. — luego de un tiempo... Él y yo empezamos a salir, pronto se convirtió en mi pareja y pasaba casi todo el tiempo con él, por qué era consciente de que su problema psicológico se basaba en eso, que él sentía pronto que las personas se aburrían de él y que necesitaba que los demás le mirarán, que lo escucharán...

— ¿Déficits de atención? — pregunté con calma, asintió — Fede necesitaba mucha atención, además de exclusividad, ya que en ocasiones resultaba muy posesivo, y  incluso podía llegar a ser agresivo... — dijo aparentado los labios, yo solo esperé que nunca se hubiera atrevido a lastimar a Sandro, aunque sería obvio que Sandro pararía sus ataques al instante, el se dejaría hacer de saco de boxeo solo por él.

— al principio no era nada más que pequeños celos hacia ti, no le gustaba que me acercará tanto ni que diera demostraciones de afecto hacia ti — rio de forma amarga haciendo que frunciera el ceño con confusión. — era, verdaderamente gracioso tener que lidiar con sus celos hasta que se volvieron enfermizos y nuestra relación se vio afectada.. al ser alguien de mi confianza llegue... En algunas ocasiones a hablarle del tipo de lazo que me vinculaba contigo, creí que eso arreglaría las cosas y que el entendería. Pero solo lo empeoró

» tuvimos muchas discusiones que solo terminaban en desastre, entre esas,le dije cosas que en tal caso solo harían que su odio por ti incrementará...

— pero... Creí que eramos amigos — dije con algo de nostalgia. — Fede era bueno haciéndole creer a los demás lo que él quería, él también fue el causante de que mucho de los estudiantes te tuvieran miedo y odio, así como él, se encargó de ensuciar tu nombre falso como una pequeña venganza por estar ligada a mi de una forma que el no podia o no queria comprender.... No se que lo llevo a tomar una decisión tan drástica ....

» fue el quien te disparo en el patio, con la intención de matarte, por suerte no fue nada grave supongo, pero yo.... No podía permitir que se repitiera y ponerte en riesgo... No podía ...

Para este entonces, Sandro se  culpaba para sus adentros, lo sabía por su mirada, esa que siempre me había sido tan transparente, su cuerpo estaba tenso y la rabia y tristeza lo movían a apretar la mandíbula con fuerza. Con mi otra mano lo inste a acercarse y lo abraze como consuelo, Sandro dejó caer su cabeza en mi hombro, minutos después, sentí las gotas saladas de sus lágrimas mojarme, yo solo me límite a consolar a mi amigo como siempre estaría dispuesta a hacer.

Más sin embargo, no tenía palabras ... Y eso siempre me molestaba, que a pesar de todo, no tenía palabras que pudieran alentarlo, y solo podía dejar que me abrazara y de alguna extraña forma absorber su tristeza

— todo va a estar bien ... — intente decir, pero a ciencia cierta, no lo sabía, no podía adivinar el futuro que nos deparaba a todos nosotros ahora que ya había vuelto al juego.

Sandro me abrazó con fuerza y solo pude corresponderle sin nada más que decir ,mientras que dentro de mí todavía crecía la incertidumbre, y una pequeña vida.

Amara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora