19 Engaños

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Pov. Darien Cavalier

¿Alguno de ustedes alguna ves an llegado a los extremos de manipular a esas personas que quieren con ustedes pero que se alejan cada vez más? Se que la pregunta es ridícula, pero solo es eso, una pregunta, una duda, quería saber si ustedes comprenderán lo que estoy haciendo por mi chica, por Amara, por Freya, ellas.... Son lo mas importante en mi vida.

Se preguntaran, ¿como conocí a Freya? Cuando era más joven, entre mis quince y dieciséis, ella era una niña, una mujer en el cuerpo de una niña, la habían maltratado, la habían humillado y la habían torcido para luego levantarse en su mejor faseta.

Llamó mi atención y obtuvo mi admiración.

Y a Amara, nunca pensé fijarme en ella, nunca pensé que ella terminaría suplantando el lugar de Freya.

Me tomó por sorpresa.

Y por eso, jugué mi carta a favor, use la manipulación sobre su mente complicada para que — con suerte —  fuera ella la que dependiera de mí. Abrí la puerta de su celda y entre cómo lo hacía cada vez que me daba la gana, y como siempre, esperaba encontrarlo sobre su cama o sentado en el escritorio.

Pero al contrario, estaba haciendo abdominales en el suelo, le mire con una ceja arqueada y una sonrisa de lado.

— ¿que diablos estas haciendo? — pregunté divertido, Dein no se detuvo ante mi pregunta y siguió mientras respondía. — me siento gordo

— ¿es en serio? — dije mientras reía, le mire con detenimiento intentado encontrar lo que él llamaba " gordura"

Y efectivamente, gordura, pero en sus brazos y piernas — nótese el sarcasmo — pues Dein era alguien alto y de figura atlética y esbelta, el muy maldito gritaba muerdeme por donde se le mirase, pues Dein tenía un pecho firme y un abdomen marcado, brazos fuerte y cintura estrecha, junto con unas malditas piernas largas y murculadas, pero como todo Aquiles, tenía su talon.

— ¿como esta ella? — preguntó luego de levantarse y sacur el polvo de sus pantalones. — bien, probablemente confundida, pero bien, ha estado fuera de peligro estos tres últimos días…

— ¿y tú?

Me le quede mirando brevemente con el ceño fruncido, sabía a que se refería pero en el tiempo que llevaba visitándolo para darle informes de su preciada lunatica, nunca me había preguntado por mí, nunca, y eso era extraño. Muy. Extraño

— eh, bien, creo, ¿por qué? — el entorno sus ojos en mi dirección y yo suspiré. — bien, no del todo, le dije que me iría el domingo de esta semana, pero tu sabes que jamás la dejaría.

— no me lo recuerdes — dijo con fastidio, a lo que yo bufé. — tío, a decir verdad no entiendo por qué todavía no hemos hecho trío....

Me calle, pues la forma en la que Dein me miraba no me estaba gustando, daba miedo que jode, y mientras le vi quitarse la camiseta sudada, divise largas cicatrices a lo largo de su espalda, vi sus músculos en tensión y uno que otro lunar, pero lo que más me llamó la atención, fue la "A" tatuada en cursiva en un costado en su espalda baja, interesante.

— ¿A? Pensé que Freya había sido  la única mujer en tu vida. — dije con sarcasmo, a lo que el me miró por sobre el hombro. — y lo fue, pero ¿Acaso creías que su madre les diría su nombre verdadero? Fuiste muy ingenuo si lo creíste, Jasper.

— cállate... — dije apretando los labios — Freya no es su verdadero nombre, solo yo lo sé, me lo dijo la última noche que pasamos juntos. — prosiguió con una sonrisa, yo le mire mal.

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