Caro se quedo muy quieta, tanto que por un momento pareció un maniquí, se había puesto pálida y las pupilas de sus lindos ojos grises se dilataron, Dominic, o el chico de ojos bicolor, curvo los labios en una sonrisa torcida y se acercó a nosotras, se apoyo en la mesa junto a la nuestra y nos miró.— ¿que decías Caro? — preguntó frunciendo levemente El ceño, a lo que Carolina Trago grueso — Nada.
— uhmm .... Vale, y tú — me señaló con su fino y elegante dedo — ¿como te llamas?
— Amara Riddle — dije con desconfianza, a lo que él río — yo soy Dominic Foster, un placer.
Me tendió su mano la cual acepte educadamente, su mano a comparación de la mía, fina y pequeña, era grande, de dedos largos y finos, elegantes, éramos del mismo color pálido del papel y de no ser por sus ojos bicolor, se nos podría confundir con hermanos, pero no, también éramos muy distintos mirándonos bien.
— me gustaría invitarte a la fogata de esta noche, será en el bosque — dijo luego de soltar mi mano dejando una suave y sutil caricia.
— ¿ese lugar no está prohibido? — pregunté frunciendo el ceño, él asintió — si, pero ¿a caso no sería divertido romper algunas reglas? — cuestionó con un tono divertido.
— la verdad, es mi segundo día aquí desde que llegué y no quiero causar problemas — dije apretado los labios.
Mientes descarada mente, Riddle...
Ignore ese pensamiento y mire con atención al chico de ojos bicolor, que esperaba que dijera algo más, Caro estaba estática, no decía nada, y estaba segura de que ella diria no haber escuchado nada.
— no lo creo.... — dije no muy convencida, Dominic chasqueo la lengua y se me acercó peligrosamente. — de vez en cuando roper las reglas no esta mal, mantenerse siempre al margen se vuelve aburrido. — dijo con toque coqueto.
— ¿que punto tendría si serás castigado luego? — dije fruncido el ceño, él me miró a los ojos y sonrió.
— que sería más divertido.
— ¿para quien? — inquiri con un tinte hastiado.
— para mí — dijo simple, mientras enroscaba su dedo en un mechón de mis cabellos.
— ¿crees que estar aquí es un juego? — inquiri a la defensiva, él solo se acercó un centímetro más a mí rostro asiendo que nuestras narices rozaran.
— sí, para mí lo es, me divierto más de lo que parece y no soy juzgado, por que aquí todos somos iguales.
— yo no soy como tú.
— pero lo serás, tarde o temprano, lo serás — dijo ahora serio, separándose lo suficiente como para poder controlar los nervios.
— esta noche, tú, en la fogata, nueve treinta, no faltes — dijo mientras empezaba a alejarse sin quitar los ojos de mí.
— no sé cómo llegar....
— tu amiga te guiará.
— ¿que? — hablo por primera vez Caro, mirándolo confundida — tu también estas invitada.
Y entonces salió del aula, dejándonos solas, sentía cierto picor de ira en todas mis terminaciones nerviosas, Caro estaba fría, en el sentido de que incluso su piel parecía más blanca de lo que era.
— no quiero ir. — dije después de unos minutos de silencio ininterrumpido. — tienes que. — dijo sin mirarme.
— ¿por que?
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Amara
RomanceUn psiquiátrico. Un montón de mentes rotas. Algunos se llaman presas, y otros cazadores. ¿La verdad? Aquí, nadie sabe quién es quién, pero si hay una ley, si te duermes, te cazan, y no precisamente en un altar. El caos reina es este lugar sin nombre...