Callado te ves más bonito

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Desperté en medio de una habitación con poca luz. Al tratar de levantarme de la cama, no pude hacerlo por la misma pesadez y cansancio que sentía. No conocía el lugar en el que me encontraba y tampoco tenía intención de saber. Ante lo poco que logré recordar, esa angustia y desesperación volvió a hacerse presente. ¿Por qué me tuvo que pasarme esto a mí? Ese viejo asqueroso no solo me arruinó mi inocencia, sino también se atrevió a dejarme marcada de por vida.

—¿Cómo te sientes, Bell? — Cora me tomó de la mano y me acarició con suavidad.

—Dime que es mentira — aunque no quería llorar, no pude contener las lágrimas—. Dime que estamos en un maldito sueño.

—N-no importa donde estamos o qué es cierto o no, lo que importa es que estamos contigo.

—¿Quiénes? Si la única persona que tengo a mi lado eres tú.

—Jacob y Logan también están a tu lado. Las gemelas no han dejado de preguntar por ti. Extrañan mucho jugar contigo.

—¿Por qué ellos estarían conmigo? ¿Quién soy yo para ellos?

—Aunque no lo creas, ahora haces parte de nosotros — escuché esa voz, pero no tenía ni la menor idea de quién se trataba, si el gemelo payaso o el gemelo esposo de mi mejor amiga—. Y nunca dejamos solo a uno de los nuestros.

—No tienen que quedarse por Cora.

—¿Quién dijo que lo hacemos por mi cuñis, pequeña? — entró el gemelo payaso y me tensé.

—No me digas así, y tampoco le veo razón para que estén aquí conmigo. Quiero estar sola.

—Somos como una plaga, de aquí no van a sacarme nunca.

—Tampoco me voy a ir, además de que no voy a dejar a mi esposa sola — por lo menos Jacob es un poco más sincero que su gemelo payaso.

—No te vamos a dejar sola, Bell — Cora sonrió ladeado—. Aquí nos quedaremos haciéndote compañía.

—Bien, solo manténganse en silencio, ¿sí? — cerré los ojos, me sentía tan cansada y con mucho sueño—. Necesito estar en paz... — solo bastaron segundos para volver a quedarme dormida.

***

No tenía ni la menor idea de lo que me daban por medio de las sondas en mi muñeca, si se trataba de algún relajante o simplemente era el efecto de algún medicamento que me producía mucho sueño, pero gracias a eso me podía perderme en sueños y no sentir ningún tipo de preocupación o dolor. Era muy poco lo que permanecía despierta y lucida. Cora me daba de comer y me ayudaba a bañarme. Me sentía lejana de mí misma, pero tan tranquila y sin ningún mal recuerdo en mente.

No sabía cuánto tiempo había pasado de esa manera, ida de mi cuerpo y de la realidad hasta que el doctor decidió quitarme ese medicamente que me hacía dormir tan profundamente durante el día y la noche. Cora no se había alejado ni un solo segundo de mi lado, permanecía lo más que podía haciéndome compañía y alegrándome el día con su sola presencia. Me sentía tan agradecida de tenerla como amiga.

Jacob venía con frecuencia a suplir a Cora, me contaba sus planes con ella y me hacía reír con esas palabras tan profundas que soltaba cuando se perdía en sus pensamientos. Me siento tan feliz por ellos, por el amor tan bonito que siente el uno por el otro y por todos los sueños que han empezado a construir juntos. Mi amiga no pudo encontrar en esta vida un hombre más perfecto que él, quien la ama con todas sus fuerzas y vive a través de sus ojos.

Con Logan todo se siente extraño. Aunque venía a hacerme compañía cuando Cora y Jacob no podían estar, por alguna razón tenerlo en la misma habitación y tan cerca me hacía sentir muy nerviosa. Era muy poco lo que hablábamos, porque me inquietaba bastante su preocupación y su mirada tan penetrante e inquisitiva. Parecía siempre tratar de decirme algo más, pero prefería mantenerse en silencio y trabajar desde su computadora.

Cautivando tu corazón[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora