Arabella
Un año después...
El tiempo cura las heridas y he sido fiel testigo de ello. No voy a mentir, algunas veces los miedos me asaltan y me llevan a pensar en esos momentos donde más me sentía triste y encerrada en un pozo sin salida, pero ya no lacera como antes ni me cierra las puertas al mundo. Cora y, principalmente Logan me hacen pensar que la vida es bella y que no debo dejarme llevar por lo que sucedió un tiempo atrás y me marcó para siempre.
No he dejado de asistir a mis terapias, pues mi doctora hace un excelente trabajo y dejar de ir con ella sería retroceder en el tiempo. Aunque ha visto un avance del cielo a la tierra en mí, aún tengo mucho que sanar y olvidar, porque los años que sufrí han sido más largos que los que he vivido feliz. Quizás nuestras sesiones sea para toda la vida, pero no me importa, siempre y cuando tenga a mi lado personas que se preocupan por mí y mi bienestar.
Mi pequeño Ian tiene un año de vida y los sentimientos se arremolinan en el interior de mi pecho. Me siento la tía más feliz de este mundo al tener a ese pequeño diablito haciendo parte de mis días, dándome esas sonrisas hermosas que derriten mi corazón en cuestión de segundos. El pequeño es idéntico a su padre, con una mirada gris bastante pura y hermosa. Ese niño es la adoración de todos en casa. Recordar el día de su nacimiento me hace sentir emocionada y avergonzada a la vez.
Ese día que él llegó al mundo me entregué a Logan en cuerpo y alma, dejando lo mejor de mí en sus manos y corazón. Recordar a detalle esa noche en la que me desnudó con tal delicadeza eriza mi piel y me hace latir con fuerza el corazón. Ese hombre que amo con todas las fuerzas de mi ser sigue provocando las misma sensaciones en mi ser cada que lo tengo cerca o cuando lo tengo en mente. Incluso esas maravillosas sensaciones se han fortalecido con el pasar del tiempo hasta convertirlas imparables y cada vez más hermosas. Cada segundo del día quisiera estar entre sus brazos, siendo amada de esa manera tan única e intensa en la que solo él sabe hacerlo y me hace la mujer más feliz de este mundo.
Nuestra relación está en su mejor momento. Este año juntos ha sido maravilloso, lleno de buenos momentos que me han hecho pensar en un todo con él, pero no hemos hablado de matrimonio, ya que nuestros pasos son lentos y seguros. Logan se esfuerza mucho para hacerme feliz, porque nada me haga daño ni mucho menos me recuerde lo que me destruyó en vida. Él es perfecto y quiero seguir siendo egoísta, pues quiero tenerlo únicamente para mí.
Quisiera decirle que estoy lista, pero me dan muchos nervios empezar con un tema que nunca hemos tocado ni por equivocación. Incluso me he visto fantaseando con una familia, pero siendo realmente honesta, todavía me da mucho miedo pensar en tener hijos. Pienso en ese bebé que decidí arrebatarle la vida y me convenzo de que no seré nunca una buena madre. Tras un padre que nunca estuvo presente y una madre ausente, dudo mucho que tenga amor para entregar a un ser indefenso e inocente.
No he sabido nada de mi madre y ya me hice a la idea de que nunca más la volveré a ver. Aunque duela y su poco interés en mí todavía es algo que me genera un sinfín de dudas en el corazón, supongo que es mejor así. A pesar de todo, le deseo lo mejor en la vida donde quiera que se encuentre. Poco a poco he ido perdonando su falta de amor por mí, sin embargo, no deja de ser doloroso, después de todo, ella es mi madre y hubo un tiempo que lo fui todo en su mirada.
—¿Qué haces aquí y han solita, mi amor? —sentí los brazos de Logan cerrarse alrededor de mi cuerpo y sonreí, dejándome envolver en su delicioso aroma—. Te estamos esperando para cantarle el feliz cumpleaños a Ian.
—Solo vine por unas cosas, pero me distraje.
—Algo muy normal en ti, bella farfalla —acercó sus labios a mi oreja, estremeciéndome de pies a cabeza—. ¿De casualidad hago parte de tu distracción?
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Cautivando tu corazón[✓]
RomanceSer prácticamente obligada a casarse con un perfecto desconocido por su padre, Cora Walker decide huir de su casa, pero en el intento de ser libre y elegir su propio destino, aquel hombre le pone sobre la mesa un trato que considera justo. ¿Podrá J...