Cautivando tu corazón[✓]

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Los días se fueron pasando en un abrir y cerrar de ojos. Al caer en tiempo y espacio, ya me encontraba bien físicamente. Ya no existía ningún dolor ni ningún tipo de recuerdo que me llevara a esas horribles pesadillas que me han gobernado desde siempre. Todavía sentía cierto temor quizá porque sentía que ese viejo iba a aparecerse en mi vida a terminarla de acabar, pero Logan me ha asegurado muchas veces que no tengo de qué preocuparme. 

Nuestra amistad ha ido creciendo con el pasar de los días de manera favorable; sin embargo, me siento tan nerviosa y avergonzada cada que me abraza, me mira fijamente o me tira uno que otro comentario que me deja pensando su significado. No podría decir si me hace sentir algo más, porque es tan complicado entender mis sentimientos ya que nunca me he enamorado de alguien, pero supongo que solo se trata de agradecimiento y de toda la ayuda que me ha brindado. 

Cora no se ha despegado ni un solo instante de mi lado. A pesar de cargar con sus problemas, tener que cuidar de sus hermanas y estar al pendiente de la empresa de su padre, no me deja sola cuando más la necesito y siento que ya no puedo seguir. Sin ella y sin Logan esta batalla contra mí misma y mis demonios internos sería mucho más difícil de sobrellevar. Su compañía, su ayuda y todo lo que brindan lo atesoro en mi corazón. 

Entonces, ¿así se siente tener quien cuide y vele por ti? En algunas ocasiones, aunque me siento sofocada con todo, ellos están ahí para decirme que no tengo de qué preocuparme y que puedo respirar sin necesidad de ahogarme. Se han convertido en la familia que tanto deseé tener y me fue negada de la peor manera. 

De mi madre no he sabido absolutamente nada y, como bien dice mi doctora, si esa persona que debió cuidarme, protegerme y nunca dejarme sola no está conmigo, es un bien para mí porque no tendrá ningún poder para dañarme. Y tiene razón, ya que su sola presencia me seguiría matando en vida. Su falta de amor ya no duele como en un principio sí lo hacía, después de todo y con la ayuda de las pocas personas que sí me quieren y con la ayuda psicológica que recibo a diario, he ido aprendiendo a soltar todo rencor, todo dolor y todos esos recuerdos que han envenenado mi alma durante tanto tiempo. 

Después de un mes entero de pensar en mí, de cuidarme y de sanar internamente, aunque me queda mucho por olvidar, tomé la decisión de irme de casa de Logan. Estoy tan agradecida con él por todo lo que ha hecho por mí a cambio de nada, pero ya es momento de buscar mi propio rumbo y de tratar de encontrar mi felicidad. 

—¿Estás segura de que eso es lo que quieres, Bell? — inquirió Cora a mi lado—. Si no te sientes cómoda viviendo con Logan, puedes venir con nosotros a casa. 

—Creo que es momento de empezar con mi vida. Lo he hablado con la Dra. Harper y me ha aconsejado hacerlo, empezando primero con encontrar ese algo que me haga feliz y me dé un motivo de vida; un trabajo, estudiar lo que más me gusta, emprender un negocio. Quiero salir de este encierro, ver el mundo con otros ojos y pensar nada más que en mí. 

—Si quieres puedo ayudarte a buscar ese algo. 

—¡Claro que sí, porque la verdad no tengo ni la menor idea por dónde empezar! 

—Ese algo llegará por sí solo, muchas veces sin necesidad de estar buscándolo. 

 —Tienes razón — asentí, desviando la mirada hacia las gemelas que jugaban con Logan y Jacob en el jardín de la casa. 

—¿Ya le dijiste que te vas de casa? — preguntó, refiriéndose a Logan. 

—Aun no — lo miré mientras cargaba a Zaira a su espalda y salía a correr con ella—. ¿Crees que se lo tome a mal? Es decir, él me ha ayudado tanto, pero a la vez me siento que invado su espacio. 

—No sé, esas dos copias baratas son tan extraños — reí por sus palabras. 

—Te doy la razón...