🌙 𝙆𝙖𝙥𝙞𝙩𝙚𝙡 〉⋋✿ 26✿⋌.

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El sol los recibía con su caluroso medio día, el calor estaba sobre los quinientos setenta y cinco mil grados, no es broma, Guatemala creía que podían freír huevos sobre sus brazos.

Por el lugar que caminaban encima, no había ni un árbol donde se pudieran detener para descansar bajo la sombra. Los únicos que estaban parados a los pies de los alumbrados públicos eran grupitos de cinco a tres de hombres.

Rellenos de tatuajes y perforaciones, con cervezas y cigarros de dudosa procedencia en medio de sus dedos.

Alemania: ¿Si es por aquí?.― Preguntó dudoso mirando a su pareja.

Guatemala: Simón, el pendejo se mudó hace unas semanas.― Su mano apretó la de Alemania.― ¿Por qué?, ¿no te gusta éste lugar?.

Guatemala cuando volteó a verlo, literalmente Alemania tenía en la cara una enorme frase tallada encima: "¿tú qué crees?". La carcajada salió de su boca, limpia, ruidosa, hermosa, pero lamentablemente llamó la atención de los demás hombres sospechosos.

Y como si fuesen animales muertos en medio de la calle, se sintieron observados por sopilotes listos para caerles y comerse toda su carne hasta dejar únicamente sus huesos.

Ale suspiró y sonrió, Guatemala tenía una sonrisa muy contagiosa. Pero en cuanto decidieron apresurar el paso, ya sea por el calor y el cansancio o por la leve incomodidad que causaba caminar por el lugar, no es como si no pudieran defenderse pero tampoco querían meterse en problemas, pero como siempre, entonces dos tipos altos, con la cara tatuada y una sonrisa burlona los interceptaron.

Antes de decir nada uno sacó una filosa y larga navaja, apuntando a Guatemala, los pasos que se acercaron por detrás no fueron de ninguno queriendo ayudar, fué otro tipo que colocó el cañón del arma entre los omóplatos de Alemania.

―Plomo o navaja, ustedes saben que les entra.―

Guatemala apretó los labios ante la frase, ¡finalmente!, ¡finalmente lo estaban asaltando con esa frase!, se sentía realizado.

Por otro lado, Alemania ya tenía el alma saliendo de su cuerpo por su boca y se encontraba subiendo al cielo en forma de una nube blanca

Guatemala: No chingues.― Dijo.― Es decir, No queremos problemas.

―¿Ah?.― El que aún no sacaba un arma dijo burlón.― Me vale re que te' madre lo que querés, pero yo, quiero únicamente tu dinero.

Guatemala: Pues, simón, pero no traigo varo* maje.―

―¿Vos pensás que soy pendejo?.― Preguntó enojado pero ante el sospechoso silencio de los otros dos, efectivamente se estaban burlando de él.― Compadre no mames, solo mirá al perro ese, tiene pintas de ser un nene rico.

Los dos principales voltean a verlo y de pronto, sonríen.

Ale se quedó en blanco observando como de pronto la atmósfera cambio y Guatemala junto al tipo que lo amenazaba con una navaja empezaron a mirarlo de arriba abajo, susurrando para ellos.

Guatemala: Está chulo va.― Dijo no preguntando, ¡afirmando!.

―Simona.― Dijo estando de acuerdo.― Parece un actor porno.

Guatemala: ¡Eso pensé!.―

Ale carraspeó y miró a Guate frunciendo el ceño, ¿estaban chuleándoselo** mientras estaban asaltándolos?.

Alemania: Sería mejor si hiciéramos algo, cariño.― Su ojo tenía un tic y sus dientes estaban apretados, evitando pensar de más y quizá, llegar a sonrojarse.

CEREZOS DE PRIMAVERA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora