˚₊· ͟͟͞͞➳ 🍎 𝙆𝙖𝙥𝙞𝙩𝙚𝙡 -┊『5』

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Cansado, estaba cansado, el sudor bajaba por su frente y los jadeos se escuchaban fuertes y pesados, el que fuera omega no evita que ayude a cargar cosas como cubetas de mezcla de cemento, sacos de cemento, etc, estaba sentado observaba a los albañiles trabajar bajo el fuerte sol, riendo y contando chistes sin descuidar cada cosa que hacían. Eran geniales.

―¡Estamos muy agradecidos con ustedes!.― Una señorita se para justo frente a él haciéndo una pequeña sombra en su rostro.

Guatemala: No es nada, hacemos lo mejor que podemos.― Sacude su mano mientras ríe entre dientes.

―Lo sabemos, por eso mi madre y otras vecinas decidimos preparar algo de comer para todos ustedes.― Ella emocionada menciona yendo con su madre quien llevaba un enorme canasto con muchas cosas en él.

Pronto las exclamaciones de sorpresa de parte de todos se hizo presente, poco a poco los hombres bajaban los sacos de cemento, los hierros y descendían de los andamios solo guiándose por el delicioso aroma de la comida. Guatemala sonríe observándolos, era medio día así que estaba bien que se tomaran el descanso.

Alemania: ¿No comerás nada?.―

La voz ronca y jadeante del alfa llama de inmediato la atención de Guatemala, haciéndolo voltear al instante, el tricolor estaba mirándolo con una suave expresión tendiéndole la mano para que se pusiera de pie. Estaba agitado, se veía así, era porque también estaba ayudando a los trabajadores.

La suave pero fuerte mano de Guate se coloca con cuidado sobre la de Ale y éste lo ayuda a levantarse, sonriéndose caminan hasta la fila de hombres quienes charlaban y algunos ya estaban comiendo como locos.

Era un día tranquilo de trabajo.

Día que finalizó con el chapín durmiédose en el sofá a los pocos segundos de haber entrado a su casa y solo despertó cuando se dió cuenta de que el sol ya le pegaba justo en el rostro, aunque el sueño se le fué de golpe al ver que iba al menos una hora tarde a trabajar.

Pero la momento de abrir la puerta de su hogar y casi salir corriendo su rostro solo choca contra algo un poco esponjoso.

Al abrir levemente sus ojitos se dá cuenta de que es el pecho de Alemania pues éste lo observaba con una pequeña sonrisita, como si no lo tuviese prácticamente pegado a sus pectorales.

Guatemala: ¿¡Alemania!?.― Pregunta separándose rápidamente.

Alemania: Ese soy. ¿Ibas de salida?.― Pregunta dejando extrañado al más bajo.― ¿Mn?.

Guatemala: Si, al trabajo. ¿Qué día es hoy, pue'?. ― Rascándose la cabeza haciendo una mueca de desconcierto saca su móvil y efectivamente era jueves.

Pero entonces también se dá cuenta de que en la bandeja de mensajes tiene varios sin leer, unos eran de Onu avisando sobre una junta y otros dos eran de Alemania diciendo que pasaría a su casa para ir juntos, ah, uno más de Isra diciendo que se verían allá.

Oh.

Alemania: No los leíste.― Más que una pregunta era una afirmación.

Guatemala: Es que, ayer solo vine a dormir y hoy vi que era tarde así que salí luego de apenas darme una ducha.― Dice apartándose dejándole el paso libre al tricolor.― Pasá, voy a ponerme otra ropa entonces, luego nos vamos, ¿o quieres comer algo antes?.―

Alemania: Comí antes de salir, gracias.― Amablemente menciona sentándose en el sofá.

Curioso olfatea casi inconcientemente, el olor de cerezos estaba en todo el lugar, ahora que lo nota Guatemala tiene un olor más fuerte, es seguramente porque al salir de prisa olvidó rociar el perfume que oculta su aroma, que descuidado.

CEREZOS DE PRIMAVERA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora