CEREZOS DE PRIMAVERA.

ཫ꒪◖🌳◗𝙆𝙖𝙥𝙞𝙩𝙚𝙡 〉•〔16〕

Israel reía entre dientes observando a los chicos sentados frente a él, ambos tensos y se miraban levemente incómodos. Ésta mañana de verdad no se espero encontrarse con su amigo compartiendo saliva con el alemán, pero de no ser porque Guatemala le haya contado hace poco que ya se habían acostado de verdad se hubiese sentido un poco mal al no saber absolutamente de nada.

Eran amigos después de todo.

Israel: Ay, quiten esa cara de estar en un velatorio.― Les dice.― ¿Creen que es cosa del otro mundo?, solo los vi besarse ni que haya llegado en el mejor momento.

Guatemala se queja con vergüenza y echa su cabeza hacía atrás estirando sus piernas al igual que sus brazos, éstos hacia arriba.

Alemania: Bien, dejemos ésto de lado. ¿Desayunarán?, si me prestas la cocina puedo prepararles algo.― Se dirige a Guatemala.

Guatemala: Si, andá.― Le sonríe levemente.

Israel ve como Alemania le dá una amable sonrisa antes de dirigirse a la cocina. Entonces su intensa mirada recae en Guatemala quien en éste momento está deseando que la tierra se lo trague.

Seguramente Israel empezaría con sus preguntas, no quería escuchar las interrogantes del israelí, es decir no es que le moleste es solo que quizá no sabría que responder exactamente.

Israel: Mn, ¿bebé?.― Se levanta y se sienta al lado del guatemalteco.

Guatemala: Dime, cariño.― Se abraza al otro y pasa una de sus piernas sobre las del contrario.

Israel titubea y acaricia la cabeza del bicolor en sus brazos. Frunce el ceño y suspira cerrando levemente los ojos.

Israel: Tú y él solo mantienen relaciones sexuales, ¿no?.― Pregunta.― No estoy preguntando por molestarte, mucho menos por morbo.― Rápidamente aclara, Guate ríe entre dientes.

Guatemala: Si.― Responde.― Es atracción física, nada más.― Parpadea lentamente pensando mejor las cosas pero decide no mencionar nada más.

Israel: Ya.― Susurra bajito.― Guate, de verdad espero que solo sea eso y sea mutuo, no quiero verte mal después.―

Guatemala se separa y despeina su propio cabello suspirando recostándose en el respaldo del sofá. Relame sus labios y sonríe levemente.

Guatemala: Lo sé.― Palmea el hombro ajeno y ladea la cabeza.― No va a pasar nada Isra.―

Israel: Confiaré en ti.

La verdad no lo hacía y claro que tenía un mal presentimiento con todo esto, conocía a su amigo y sabe que lo suficientemente distraído como para no darse cuenta ni de sus propios sentimientos. Lo que menos quiere ver es verlo mal, sabe que Alemania no haría algo para lastimarlo pero aveces las heridas no son sólo físicas y un corazón roto entra entre las más dolorosas.

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Al día siguiente por la tarde finalmente habían inaugurado la última escuela y ya estaban libres al menos de eso, solo faltaba que las becas fueran otorgadas así como los profesores, pues los escritorios, pizarrones, útiles y demás ya estaban disponibles.

Guatemala: Voy, voy.― Rápidamente sale de su casa cerrando con llave observando a Cadejo mirándolo por la ventana.― ¡Qué ya voy en camino, maje!.― Le grita al teléfono escuchando el quejido de la voz tras la línea, suspira y cierra unos segundos los ojos.― Honduras, cálmate ya estoy yendo.― Más tranquilo le dice elevando una mano para despedirse del can.