˚₊· ͟͟͞͞➳ 🥭 𝙆𝙖𝙥𝙞𝙩𝙚𝙡 -┊『3』

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El aire entraba por la ventana de forma violenta, removiendo su cabello y corbata, a su lado Guatemala muy al contrario suyo parecía cachorro asomando la cabeza por la ventana mientras decía algo sobre nubes con figuras de animales y objetos, incluso quiso elevar una ceja al escucharlo decir que había visto a USA en una nube.

Escuchaba cuantos árboles con flores había visto ya que al parecer los iba contando, había dicho que había visto al menos diecisiete carros azules y siete motos verdes.

Por su lado la verdad que iba con malestar, estar mucho tiempo en auto le hace mal a su estómago, odia ser tan delicado con esto pero las náuseas lo atacan cuando viaja en auto por mucho tiempo.

¡Y ya llevaban al menos cuatro horas encerrados aquí!.

Guatemala: Oye-.. oh.― Finalmente se gira a ver al tricolor solo para hacer una mueca de susto y preocupación.

Ale en su mente tenía una imagen mental de él resistiendo con una cara neutra pero la realidad era lo contrario y ya se encontraba recostando su cabeza en el asiento de enfrente mientras acariciaba su pancita.

El alfa se veía muy mal.

Alemania: Estoy bien.― Dice mostrándole el pulgar al bicolor mientras ladea su cabeza mirándolo para sonreírle.

Guate puso su carita más seria que pudo y alzó una ceja para luego menear su cabeza como si no entendiera a lo que se refería el otro, más bien, totalmente incrédulo.

Parecía que Ale ya echaba hasta el alma.

Guatemala: Ya, ya, ¡ya sé!, hablemos, decime que cosas te gustan, hablar ayuda a distraerse y si te distraes se te va a olvidar que quieres vomitar.―

Alemania: No creo que funcione así pero bueno.― Piensa sonriendo de manera temblorosa.― Eh, me gustan las granizadas ahora. También el mar, el cielo, el café, leer...

Guatemala asiente suavemente mientras sonríe observando y escuchando con atención al contrario, escucharlo decir las cosas que le gustan de verdad le interesaba aunque ni siquiera fuese conciente de eso.

Guatemala: ¿Y lo que no te gusta?.―

Alemania: Las náuseas.― Responde apenas termina de escuchar la pregunta.

Guatemala: ¡No!, ¡se supone que no tenías que decir eso!.― La carcajada sale de sus labios cortando algunas de sus palabras.

El tricolor sonríe observando al contrario, su risa era muy contagiosa, la manera en que sus ojitos se cerraban y los hoyuelos en sus mejillas aparecían le daban más ternura a su aura.

Guatemala: ¡Oigame!, ¿podría parar aquí por favor?.― Dice alzando su mano al chófer quien asiente mirándolo por el retrovisor.

Ah por supuesto, contexto de a que lugar iban.

Se dirigían a San Gaspar Ixchil en Huehuetenango, era una de las aldeas más pobres de sus tierras y aunque siempre mandaba apoyo como suministros médicos y alimentos cada mes siempre habían inconvenientes, pero todo mejoraría.

Con la nueva escuela que sería fundada también se encargaría de tener a la pequeña aldea en buenas condiciones, las enfermedades siempre estaban, así que la medicina sería crucial, gracias a cualquier deidad -a Guatemala literalmente- había luz y agua así que eso no sería problema.

Salieron a las cinco de la mañana para tomar la camioneta que los llevaría al lugar, no cualquier camioneta, en ella aparte de Guate y Ale iban algunos arquitectos y un abogado, junto a unos dos guardaespaldas.

CEREZOS DE PRIMAVERA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora