˚₊· ͟͟͞͞➳ 🍏 𝙆𝙖𝙥𝙞𝙩𝙚𝙡 -┊『1』

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Un día normal en su caótica pero alegre vida, ser omega en viejos tiempos era la mayor maldición que pudiese haber padecido una persona, pero ahora los tiempos cambiaron, ya no era lo mismo, los omegas demostraron no ser solamente unos varones sumisos e inútiles, muchos llegaron a lograr grandes cosas, reconocidas y geniales.

Pero los que alentaron a todo fueron los países.

Países en sí.

Grandes y poderosos países eran omegas. Corea del Norte y Corea de Sur por ejemplo.

Guatemala también contó con aquello, era un hermoso omega, cabello castaño, ojos del mismo color y una sonrisa preciosa que iluminaba cualquier día oscuro.

Todos lo veían de reojo, especialmente en la calle y en las juntas, era imposible no fijarse en aquel muchacho de uno ochenta, bastante alto para ser sinceros, sonriente y divertido, con hermosas curvas y una hermosa actitud por supuesto.

Israel: ¿Qué ves pedazo de idiota?.― El omega eleva su mano derecha y muestra el dedo medio al alfa robusto que los observa al otro lado de la calle.

Guatemala: ¿Está levantándose?.― Pregunta caminando más rápido sin dejar de ver al hombre quien empieza a cruzar la calle.

Israel: ¡Córrele, córrele!.―

Ambos se echan a correr por la cuadra escuchando al alfa gritarles groserías detrás, claro que en esta ocasión sacaron fuerza de donde no tenían para poder correr sin ser alcanzados. Ya al menos dos cuadras lejos donde el tipo ya no los seguía ambos chicos intercambian miradas y luego sueltan una fuerte carcajada entre jadeos.

Dándose un torpe abrazo se mantienen así recuperando el aire, no se dan cuenta de ni siquiera las miradas que las personas les echan, no eran desagradables, parecían incluso divertidas por lo ridículo que estaban siendo.

Guatemala: Me cagé maje, no podés gritarle así a cualquiera.― Lo regaña pero pasa un brazo sobre los hombros del pelirubio.

Israel: Su mirada me daba asco.― Suelta rodando los ojos.―¿Mañana iremos a la junta los dos no es así?.―

Guatemala: Simón, que suerte que estabas de visita cuando anunciaron eso.―

Ambos caminan de nuevo de manera tranquila, charlando de cualquier estupidez, riendo de cualquier chiste malo y chismoseando de cualquier persona curiosa que pasara junto a ellos.

Una amistad fuerte y de confianza. Israel era su mejor amigo, eran mejores amigos.

Las gente que pasa a sus lados notaba el agradable aroma combinado, el aroma de roble provenía del chico rubio, Israel, y el aroma suave de cerezos venía del castaño, Guatemala, ambos caminaban por la acerca como si fuese de su propiedad, empujándose, correteandose, incluso se tomaban de las manos y giraban sin importar que mucha gente los viese raro.

Israel: ¡Piedra, papel o tijera!.―Suelta al mismo tiempo que Guate.

Quien termina perdiendo por sacar papel e Isra tijeras, bien le tocaría cocinar a él, tampoco le molestaba, le gustaba la cocina, cocinar era uno de sus pasatiempos favoritos, mientras tenga ganas si no, te hacía una comida digna para torturar el estómago de un reo.

Caminaron hasta la enorme casa del chapín, tranquilos dejando sus bolsos en el sofá, otro pequeño detalle, aquí los omegas eran libres de vestir como ellos querían, un enorme alivio para todos, recordar los tiempos donde eran obligados a vestir como hombres ya sea por sus padres o simplemente la sociedad era horrible.

Guatemala: ¿Carne adobada y arroz te parece, bebé?.― Pregunta alzando la voz para que Isra que estaba en la sala aparentemente lo escuchase.

CEREZOS DE PRIMAVERA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora