🦛 𝙆𝙖𝙥𝙞𝙩𝙚𝙡 ୭➛ •47•

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En la oscuridad del interior del costoso vehículo, el sonido del vídeo siendo reproducido se escuchaba.

Las voces eran claras, un poco bajas pero eran audibles y entendibles, el estacionamiento era oscuro y por ello nadie se dió cuenta de que las ventanas del auto estaban abiertas, permitiendo un mejor audio.

Alemania frunció levemente sus cejas cuando miró en el vídeo como era abofeteado, casi quiso maldecir a la perra de Polonia. Suspiró y observó a la asistente moverse de lugar estratégicamente, obviamente sus sospechas se fortalecían cada vez que esa mujer se movía y abrazaba más fuerte el aparato que abrazaba.

Seguramente estaba grabando. Desde que Alemania miró a Polonia y a su asistente entrar al edificio mientras él bajaba del auto supo que hoy no sería una tarde tranquila. No quería problemas sobre él y ahora que tiene a alguien a su lado, en su corazón quiere permanecer limpio, no importa si solo son rumores, quiere estar totalmente limpio a los ojos de su amado. 

Dejó de lado el celular y miró por la ventana, aliviado de haber sido precavido y agradecido por el buen trabajo de su asistente.

― Señor, ¿Qué hará con el vídeo?― Preguntó con voz tranquila.― ¿Va a publicarlo?

Alemania murmuró un sonido pensativo, realmente no es como que la noticia fuese a llegar más allá de los países, sus hijos y todas las organizaciones que contaban con redes sociales, afortunadamente no compartían las mismas plataformas en los humanos y en las que estaban, únicamente eran para los países.

Lamentablemente desde que las plataformas fueron creadas los países decidieron incluir también a los presidentes y estos bajo la sombra de los países llevaron a sus grupos de asistentes y personas de confianza. Los creadores de las plataformas no pudieron negarse, ¿quienes eran ellos para negarse a peticiones de los grandes?

¿No le haría daño a nadie, verdad?

La política y organizaciones muy pequeñas fueron poco a poco creciendo como olas en las plataformas, permanecían tranquilos pero cada vez que algo sucedía y era publicado se encargaban de masticarlo durante un buen tiempo, especulando y especulando. Incluso se creó una comunidad que era muy parecida y lo más cercano a la farándula, anónimos usuarios que hablaban de la vida de los países y políticos más grandes en el mundo.

Pronto parecía que las plataformas estaban completas por esos anónimos espíritus periodistas.

Así que publicarlo tendría un buen revuelo, pero sabía que desde ya su historial estaba manchado por falsos rumores que Polonia se encargó de esparcir, además de que muchos de ellos ya habían concluido también en algunas especulaciones dejándose llevar por la silenciosa y fría presencia de Alemania, concluyendo que esa actitud callada no era más que la fachada engreída y verdadera del país. 

Alemania: Eso depende de ellas.― Suspiró.

El asistente era capaz y no por nada Alemania había puesto un ojo encima suyo eligiéndolo por sobre los demás. Así que supo que su jefe pensaba moverse solo si las otras lo hacían, cosa que ambos sabían que iba a suceder.

― De acuerdo, ¿necesita que me encargue?― Preguntó, no sabía si ésta tarea también se le otorgaría, estaba muy emocionado.

El país miró de reojo el celular en el asiento y elevó su mirada hasta el conductor del auto. Pensó en Anton pero, sabía que Anton estaba un poco ocupado saliendo de su zona para poder pasar tiempo con Marlon y Hannah, no quería interrumpir sus momentos.

Alemania: ¿Qué tal familiarizado estás con las redes sociales?

― Puedo hacer un buen trabajo, lo garantizo.― Apretó un poco más el volante.― Gracias a usted estoy en las plataformas legales, puedo hacer lo que usted pida.

CEREZOS DE PRIMAVERA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora