🌠 𝙆𝙖𝙥𝙞𝙩𝙚𝙡 〉⋋✿ 28 ✿⋌.

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Con un movimiento de mano el rifle en la diestra de Guatemala cambió rápidamente en un destello convirtiéndose en una larga espada. Sosteniendo con fuerza la empuñadura hasta hacer que las venas resalten con furia, soltó el primer movimiento al aire.

Una ráfaga blanca destellante de energía barrió con facilidad el ejército de balas que veían en su dirección. Al mismo tiempo Cadejo tomó su forma demonio y se lanzó hacía el enemigo, derribando, mordiendo y destrozando al que se interpusiera en su camino. Los gritos empezaron a ser ensordecedores.

Detrás de él, Guatemala lo siguió, apuñalado con su diestra y disparando con su zurda.

Lesly: ¡Impresionante!.― Grito eufórico mirando a aquellos dos pelear y asesinar a sus hombres.

En medio del mar de trabajadores que se acumularon luego de salir de los autos Guatemala empezó a hacerse paso, lanzando con fuerza lejos a aquellos que trataban de impedir su caminar.

Cadejo lanzó un fuerte gruñido y aquello fué suficiente para que Guatemala se diera la vuelta ladeándo su cuerpo evitando la cadena y la lanza que estaba en la punta del látigo de metal.

En medio de los golpes de aquellos que se encontraban tratando de atinarle a Cadejo, un hombre alto, muy alto, pensó que podía medir dos metros y medio, con un cuerpo tan robusto y trabajado que parecía absurdo, miraba a Guatemala con indiferencia.

En su mano sostenía una larga cadena que terminaba en una lanza filosa manchada con óxido y líquido amarillento.

Los pelos de Guatemala se erizaron con fuerza. Instintivamente retrocedió unos pasos poniéndose en guardia.

Lesly: ¡Te presento a Big Doc!, así se presentó, bueno no importa. Es un mercenario que contraté especialmente para ti, ¿no te gusta?.―

Guatemala desvío apenas unos centímetros su mirada hasta que fué a parar a un auto negro, Lesly estaba gritando parado en el capó, mientras en sus dedos un cigarrillo se consumía. A su lado varios hombres armados.

El personaje de colores agradecía al cielo que ese hombre fuera un beta, como todos aquellos que estaban en la lucha o de lo contrario aunque su omega no se doblegaría ante aquellos trabajadores, ahora estaría chillando frente a éste tipo.

Antes de que pudiera contestar el sonido metálico vino tan rápido como el golpe que evitó. Se reclinó hacia atrás doblándose completamente y luego se impulsó dando una "pirueta" evitando la lanza a su vez. Y de inmediato con fuerza tomó la cadena que se retraía y jaló con brusquedad, pero el resultado no fué como lo planeó.

Ahora, el que fué tirado hacia adelante fué el. Su cuerpo fué lanzado hacia adelante en dirección a aquella bestia. Reaccionando rápido soltó la cadena y se agachó evitando el golpe con el puño que lo esperaba, rápidamente apuntó su rifle en el pecho de aquel tipo y disparó. 

Tampoco aquello salió como creía. El sonido metálico y estruendoso lo hizo hacer una mueca dolorosa, porque aunque el hombre había retrocedido varios pasos tambaleantes no se había desplomado en el suelo.

En cambio bajó la mirada y encontró con que el grueso metal que llevaba como chaleco debajo de su enorme abrigo negro, había sido abollado.

Guatemala: (¿Me estás jodiendo?).― Se preguntó mentalmente al observar aquello.

Lentamente el hombre entre una risa seca y sin gracia se quitó el abrigo dejando a la vista por completo el chaleco de metal, grueso y deslumbrante. Guatemala examinando rápidamente se dió cuenta de que a los costados no había nada que cubriera las costillas del hombre, el cuello y parte del vientre bajo también estaban descubiertos.

CEREZOS DE PRIMAVERA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora