CAPÍTULO DIECISEIS

2.8K 189 15
                                    

ARABELLA

No se nota nada animado para querer hablar ni para expresar lo que siente y eso puedo comprenderlo. Quizá esté confundido por todo lo que sucedió o tenga estrés y ansiedad por no saber lo que pase con su carrera, en este punto existen un millón de posibilidades entre lo que acabamos de pasar y lo podría llegar a pasarnos. En el ambiente puedo sentir su tensión acumulándose más y más.

— ¿Por qué me seguiste Arabella? — no me observa pero su tono al hablar es decaído, sé que no tengo una respuesta a su pregunta por lo que solo alzó los hombros — Debiste quedarte con Reynols...

— Por mí se puede ir mucho a la mierda —respondo, y cuando menos creí que sucedería el suelta una carcajada irónica

— Aun así tomé una decisión y no pienso cambiarla

— No te seguí para que la cambiarás

— ¿No? ¿Entonces qué haces aquí a mi lado como una acosadora? — sus palabras hacen que frunza un poco el ceño

— Te voy a aclarar dos cosas castaño, primero no soy una acosadora y segunda si no puedo hacer que cambies entonces solo me queda apoyarte y ver qué podemos hacer con todo esto

— Es básicamente lo mismo que dije solo que con palabras más elaboradas — lo veo recargarse sobre su espalda y abrazarse a sí mismo, me da la impresión que desea evadirme

— Piensa lo que querías pero no saldremos de esto si no lo hacemos juntos y eso no es debatible — un viento gélido me caló en las extremidades haciéndome titiritear

Octavio se mantiene en su posición cerrada y obstinada, no se mueve, tampoco menciona nada más, al contrario suspira pesadamente y se remueve en su lugar veo algo de incomodidad y frustración en él.

— Escucha Arabella, hay una cosa que me gustaría aclarar y tal vez no lo tomes tan bien...

— Pues dilo y no hagas especulaciones por mi...

Veo como aprieta un poco más su mandíbula y forma puños con las manos, siento que sus venas podrían explotar en cualquier segundo por tanta presión.

— Lo que ocurrió con Reynols no fue tu culpa y no me arrepiento de haberme hecho responsable, eso no cambiará, aun así quiero que sepas la principal razón que me motivó a hacerlo  — me quedé observándolo y rogando al cielo porque levantara la vista del suelo

— ¿Cuál fue tu motivación? — esa frase salió tan bajo como un susurro

— Fue ver lo mucho que te has esforzado, mereces estar en los olímpicos

Sus palabras eran sinceras y verdaderas. Aun llenado mis oídos un hueco de dolor y dudas se instaló con fuerza en mi corazón, quería darle la razón y que la vena orgullosa y ególatra que tengo saliera a relucir pero todo lo contrario apareció mi lado blandengue.

— Tanto como tú lo mereces Octavio, que no te das cuenta de lo buen atleta que eres no desmerites tu esfuerzo y dedicación — no podía reconocer el tono de voz que estaba a usando pero calmaba la llamarada de emociones que me recorría por dentro

— No se trata de eso Arabella

— ¿Entonces de qué se trata? Explícamelo porque no lo entiendo

Se pasó una mano por el cabello despeinándose y poniéndose aún más frustrado de lo que estaba.

La parte negra de mí quería escuchar una respuesta narcisista pero la otra parte blanca como paloma esperan escuchar algo del Octavio dulce y romántico que he conocido.

VICTORIA Y HONOR (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora