CAPÍTULO DIECISIETE

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OCTAVIO

Sasha Western — solo mencionar su nombre siento una repulsión inexplicable.

La mirada de Arabella se queda fija en mi quisiera leer lo que pasa por su mente pero eso me es imposible, pasó un poco de saliva aclarándome la garganta.

— Lo que te pueda contar sobre ella o lo que pasó entre nosotros no es con la intención de excusarme o victimizarme solo que no pudo proyectar la idea de tu pienses o idealices cosas que realmente no sucedieron...

— Jamás he pensado eso Octavio y no planeo incomodarte — negó rotundamente con gesto de comprensión

— No es incomodidad para mi hablar de ello es más algo de rencor y enojo pero justo por eso hablar me sentará bien, además yo quiero hacerlo — aclare

— Solo si tú quieres hacerlo escucharé lo que tengas que decirme — se abrazó más a sí misma y me dio espacio, con ese pequeño gesto un sentimiento de confianza me abrazó.

Suspiré pesadamente, inhale profundo una vez más y finalmente tenía el valor para hablar.

— Ella fue mi primera pareja formal estuvimos juntos desde el primer año de preparatoria hasta el segundo año de la universidad, cuando estás en una etapa así de crucial en tu vida comienzas a soñar en lo que harás o que podrías hacer a futuro, admito yo no tenía una visión clara de lo que deseaba hacer y eso fue solo la punta del iceberg que se nos acercaba — me detuve por un segundo pensando en las palabras que saldrían de mi boca — Yo no tenía un plan de vida, tampoco una idea clara de lo que me gustaba pero si tenía un deseo, uno bastante caro en donde yo haría todo lo posible porque mis padres dejaran de preocuparse por nuestra situación económica, sabes yo no vengo de una familia con dinero Arabella de niño vi la escasez y la necesidad, mi padre estuvo mucho tiempo sin trabajo o ganando lo mínimo, mi madre trabajaba hasta altas horas de la noche y la insuficiencia renal de mi abuela se agravaba cada día todo eso fue volviéndose el motor que me impulsó a irme y alejarme lo más posible con tal de conseguir dinero, ella sin embargo tenía todo lo que deseaba con solo un chasquido de dedos, nuestras diferencias sociales eran claras — tuve que detenerme y pasar saliva para que la garganta no se me cerrara, los recuerdos circulaban a toda velocidad en mi mente — Lo que tanto esperaba llego cuando me aceptaron en Stanford para estudiar Arquitectura, yo tenía que irme...

— ¿Ella no quiso ir contigo? — Arabella me pregunto en un susurro

— No, sus planes siempre estuvieron en Austin, admito que no era mi idea dejarla sola y acepte que entráramos juntos a la Universidad local y cuando me tocó elegir un deporte tome tenis sin saber lo bien que se me daría usar la raqueta, llegue hasta los estatales y fue cuando un cazatalentos me encontró y me volvieron a ofrecer una beca completa en Stanford, eso se vio como una buena decisión que ahora solo lo veo como un error estúpido

— Todas las decisiones tienen un porqué ¿cuál fue la razón? — su tono se escuchaba más persuasivo

— Mi razón central fue ayudar a mi familia y superarme algo que jamás esperé fue que ella aceptara tener una relación a distancia, mientras ella se quedó estudiando en Austin yo estaba en California nuestra comunicación era decente y hacia todo lo posible por ir a verla cada que podía, pero de nuevo todo cambio...

— ¿Cuál fue ese cambio?

— Un reclutador me encontró en uno de los torneos me ofrecieron un patrocinio y la posibilidad de entrenar al cien por ciento en el tenis esa fue mi vía rápida para ganar dinero a cambio de olvidar mi carrera profesional y cambiar de nuevo de todo a todo...

— Adivino ella no quiso seguirte

— Al comienzo si me apoyó pero cuando me centre más en el tenis nos distanciamos, regrese antes de que terminara el segundo año de universidad la busqué y para sorpresa mía ya me había cambiado por alguien más fue cuando me di cuenta que el camino al éxito es de perder y ganar nadie es eterno y si quería seguir hacia adelante sólo podía contar con quienes realmente me han apoyado siempre — pase saliva y traté de controlar mi respiración — Nuestra situación mejoró al centrarme al doscientos por ciento en mi deporte y dejar atrás pasiones viejas enterrándolas en el fondo, por fin podía ayudar a mis padres les di la vida que siempre se han merecido le conseguí la mejor atención a mi abuela y creí que por fin estábamos bien pero de nuevo la nube negra llegó cuando su familia se mudó al lado de mis padres, ahora no puedo visitar Austin sin la decepción de volver a encontrarla

VICTORIA Y HONOR (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora