CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE

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ARABELLA

7 mes

— ¿Y si le ponemos tu nombre? — una uva rueda por mi vientre ya más hinchado y le cae en la frente al castaño que está recargado con la cabeza sobre mis piernas

— Esta es la tercera que tiras — se la mete a la boca masticándola — Y no, todo menos que el pobre niño lleve mi nombre, en el mundo hay cientos de nombre y tú quieres que lleve uno mío, por amor al cielo debemos ser originales...

— Yo solo decía — sigo leyendo las múltiples opciones que tenemos, hace unos días fui de compras y me encontré con un libro de nombres para bebés, hay algunos muy originales y muy lindos

— ¿Cuándo nos dirán el género? Sebastien y Liu están jugando con mi paciencia al llevar ya tanto tiempo planeando la fiesta — la garrapata y la londinense son los padrinos de la fiesta de revelación de sexo, al principio no queríamos hacerla porque ambos acordamos que fuera sorpresa pero fue tanta su insistencia que acabamos aceptando

— ¿Qué te gustaría que fuera? — meto otra uva a mi boca — Si me lo dices tal vez sea más sencillo encontrar un nombre que a ambos nos guste

— Mi instinto de padre primerizo castaño me dice que será... — se da media vuelta y queda con la cara a centímetros de mi panza — Niña...

— Yo digo que será niño... — una patada me sobresalta — ¿Vez? Será niño..

— Me sigue asombrando el hecho de que adentro este un nuevo ser humano — su enorme mano se extiende por mi panza, con la palma me da unas ligera caricias — Mientras no quieras que se llame Everett, con Octavio no hay ningún problema...

Desde que estamos embarazados, el segundo y tercer mes han sido los más difíciles, días con muchas náuseas y vómitos, otros con mucho sueño y otros acabándome en insomnio, principalmente los de insomnio el castaño se la veía de Caín, pasaba horas en vela tratando de entrenarnos y que el sueño me venciera, cuando al fin llegó el cuatro mes las cosas se normalizaron y bebe se asomó un poco más, el vientre se me comenzó a hinchar pero se dio a conocer más a partir del quinto mes, ahora sí ya es demasiado obvio que la segunda generación de campeones se está cocinando.

Hace cuatro meses que ya no entrenó aunque lo extraño no es un adiós definitivo solo una pausa para poder vivir esta nueva etapa que estoy disfrutando a cada segundo, las hormonas si me enloquecieron durante algunas semanas después se han ido calmando y ahora ya tenemos una rutina más o menos establecida, eso sí desde hace una semana ya hemos comenzado a preparar la habitación y las cosas para el día del parto.

— ¿Sigues con la idea de un parto en agua? porque a mí me parece una cosa realmente extraña y peligrosa — sigue ojeando la revista de maternidad, nos hemos llenado de información en estos meses que sinceramente estoy a un paso de un colapso informativo, estoy segura que podría dar a luz en mi casa sin ninguna complicación — ¿Podríamos probar con un parto humanizado? se escucha más civilizado...

— Ya te dije que eso lo veremos cuando llegue el momento y según lo que la obstetra nos diga, además aún tenemos varias semanas para que lleguemos a ese tema...— bajo el libro dejando de leer — ¿De verdad irás a Australia?

— Aún no lo sé — hace unas días que le llegó la invitación — Por un lado quiero ir, Marcelo y Lucas dicen que estoy listo sobre todo porque eso nos ayudaría a estar más relajados para cuando llegue el momento, pero por otro lado no me gustaría dejarte...

— A mí no me uses de excusa — trata de poner una mano en mi panza — A él tampoco — le pegó un manotazo y quita la mano, me observa con mala cara — Iras al torneo y....

— Ganaré por los dos... — me sonríe de lado a lado

— No, por los tres — nos señaló a nosotros y a mi panza

Yo solo le he puesto una pausa a mi carrera que más adelante voy a retomar pero él sigue entrenando, yendo a competencias y ganando, por cuidar mi salud mental me he ausentado la mayor parte del tiempo de redes sociales y eventos públicos para apoyarlo, quiero mantenerme serena y calmada, sé que ya se han filtrado fotos de mi embarazada pero no hemos dicho nada al respecto y así está bien, hay tiempo de sobra para esos temas. 

Darío me consiguió rutinas especiales para embarazada así que no estoy descuidando mi régimen físico ni mi alimentación, por otro lado Laura ha estado apoyándome con las temas mediáticos de mi carrera y a manejar un perfil bajo, ambos se lo tomaron muy bien cuando se enteraron y no ha dejado de estar a nuestro lado.

¡El día de la revelación al fin llegó!

Desde muy temprano los organizadores han estado yendo de un lado a otro, solo un favor les hemos pedido a los padrinos y es que no usemos los típicos colores rosa y azul, creemos como buenos señores millennials, no hay género en los colores, por lo que la temática es blanco para los invitados y para la revelación dorado niña y plata niño, fin de la discusión.

— Que hermosa mamá — toma mi mano dándome una vuelta completa y silbando en mi dirección — Le sienta de maravilla el embarazo, señora Harrison — ruedo los ojos con fastidio él se acerca y besa suavemente mi frente

Bajamos por las escaleras y cientos de pétalos blancos vuelan a nuestro alrededor, toda nuestra familia está acompañándonos, van vestidos de acuerdo a la temática, hay una enorme carpa cubriendo todo mi jardín, mesas y sillas puestas y los regalos están apilados en una esquina, nos acomodamos en nuestros lugares mientras los ayudantes sirven el banquete, al menos ya no tengo esas horribles náuseas y puedo comer de todo.

— Siente esto — de forma desprevenida tomó la mano del castaño poniéndola sobre mi estómago, una patada me sobresalta — ¿Lo sientes? — él sonríe de lado a lado y asiente veo la felicidad en su mirada

— Que increíble, nunca se me olvidaran los momento como estos...

— Nunca se nos olvidará...

— ¡¿Están listos?! — los gritos de la londinense nos sobresaltan a todos los presentes — Pregunte, ¿Están listos los futuros papás? — nos hace una seña y Octavio y yo nos paramos al frente — El sexo de su bebe está dentro de esto — nos entrega un bola de tenis blanca

— ¿Esto qué significa?

— Ah, por dios, que no es obvio, ambos son jugadores de tenis, ¿a qué le pegan los jugadores? Pues a una pelota...

La garrapata se acerca a nuestro lado y nos entrega una raqueta a cada uno, la mía está pintada de dorado y dice niña en el mazo, la del castaño es plata con el lema niño.

— Cambiémosla, tue eres team niña — se la intercambio por la mía

— A la cuenta de tres...— me observa fijamente el castaño y yo asiento — 1,2,3

Arrojó a la pelota y le pegó, sale disparada en dirección del castaño, de un raquetazo certero le da al tiempo en que el estruendo de fuegos artificiales estallando nos sobrecoge, observamos el cielo nocturno como se pinta de fuego artificiales, uno a uno, entre ellos los destellos dorados se van haciendo más claros.

¡Es niña!

¡Seremos padres de una niña!

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💗¡LA FAMILIA HARRISON FERRERA ESTA CRECIENDO! 💗

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VICTORIA Y HONOR (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora