CAPÍTULO TREINTA

3.5K 188 11
                                    

ARABELLA

Con esta es la octava vez en la semana que Darío no deja de insistir una y otra vez para que regrese a entrenar, lo haría, por supuesto que regresaría, si tan solo, no tuviera miedo, ¿a qué le puedes tener miedo?, muy sencillo, que algo así vuelva a pasarme.

Aunque mi recuperación ha sido magnífica mentalmente yo no me siento preparada. Mi rodilla ha respondido a los tratamientos, no presentó dolor o complicaciones secundarias, pero simplemente yo no contemplo que mi mente pueda soportar el peso, ¿Y si vuelvo a caer? Esta vez puede ser una lesión más grave. No pueden culparme de sentirme así cuando ellos no saben el miedo que me genera el futuro.

Todos han sido bastante pacientes, comprenden que es parte del proceso natural después de sufrir una baja, pero, esta situación me tomará tiempo sobre todo porque es aprender a sobrellevarla y cambiar mi mentalidad por una más fuerte y decidida aunque esto último se está volviendo algo cansado.

La gente a mi alrededor han seguido con sus rituales de vida, Paula y Sean están considerando mudarse a Nueva York por el nuevo puesto en el equipo de Sean, mi hermano está viajando por negocios a Londres, mis padres con sus ocupadas agendas y el único que en estos momentos me preocupa es Octavio ya que la abuelita María Félix está bastante delicada de salud, la insuficiencia renal le ha ocasionado una infección bastante fuerte que lamentablemente la ha llevado hasta el hospital, no me sentía nada tranquila quedándome en San Francisco y dejándolo solo por lo que tan pronto me avisó yo estaba más que dispuesta para tomar un avión e ir a verlo, ¡Sorpresa¡ llevó compañía o más bien chaperona, digamos que mi abuela se puso algo intensa con la idea de ir y según ella ayudaría mucho a su ex paciente, obviamente no esperaba una invitación abierta por lo que sin previo aviso se auto invitó y en estos momentos vamos juntas rumbo a Austin.

Sálvame señor.

Logramos llegar completas hasta el aeropuerto de Austin pero vaya que para este punto todo lucía bastante bien como para ser verdad, justo cuando nos acercamos a una de las cafeterías para ordenar algo de comer mi abuela casi golpea a la mesera solo por no traerle bien cocido el filete, en palabras suyas, " estaba crudo", la pobre muchacha salió despavorida hacia la cocina diciendo que hablaría con el cocinero sobre lo sucedido.

— Baja el cubierto abuela — le quitó el tenedor de la mano — No queremos que mates a alguien hoy — el resto de personas en el local nos miraban como si estuvieras locas

— ¡Esta mujer casi me intoxica! ¡Si no saben cocinar no deberían vender comida¡ — discretamente le quite el plato de su comida y lo paso de mi lado, por dios yo no quiero que cuando la mesera regrese mi abuela le lance la comida a la cara — ¡Ya no hay respeto¡ ¡Ya no hay decencia¡ ¡Ya no hay pudor¡

— Abuela, basta — lo que más quiero es tranquilizarla pero no está surtiendo efecto — Abuela por favor, no grites...

— ¡A mi déjame gritar todo lo que se me hinche en gana¡ !Esto no se vale¡ — veo como a toda prisa se pone de pie, hay dios, sálvanos, más que furiosa se encamina entre las mesas del local hasta la entrada de la cocina, se pone a pelear con los meseros y con casi todos las personas que se cruza — ¡Casi me meta esa carne cruda¡ — mentirosa ni la probó — ¡Es una infamia que no sepan cocinar!

El resto de comensales no pierde un punto de toda la situación, algunos nos miran con indignación, otros con cansancio y unos pocos lucen más comprensivos.

Ahora entiendo porque se lleva tan bien con la abuelita María Félix.

Cincuenta minutos nos tomó arreglar el dichoso malentendido y si no fuera porque el castaño llegó a recogernos mi abuela hubiera hecho trizas ese restaurante. Octavio le tuvo mucha paciencia y llegaron a un acuerdo con el restaurante cuando mi señora abuela se puso terca a poner una denuncia por la gran falta de cocción en el filete, al menos se ganó un cupón para comer gratis durante una semana en su siguiente viaje.

VICTORIA Y HONOR (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora