CAPÍTULO VEINTE P1

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ARABELLA

"Bienvenidos participantes, patrocinadores y querido público a uno de los eventos líderes en el mundo del Tenis, el campeonato Grand Slam Wimbledon, un torneo oficial de tenis organizado por el All England Lawn Tennis and Croquet Club, con mucho gusto los recibimos en Londres Inglaterra, Reino Unido."

Wimbledon tendrá una duración de dos semanas que pueden extenderse por más tiempo debido al clima, participan más de treinta tenista divididos en torneos individuales masculino o femenino, dobles mismo género y dobles mixtos, esta es la única ocasión en donde la federación lo permite, código de vestimenta obligatorio en blanco total pulcro de pies a cabeza incluyendo las prendas íntimas, suelas de zapatos y accesorios, es considerado un Grand Slam no solo por la cantidad monetaria que te llevas si no por el impulso que obtienes en tu carrera a eso súmale que es de los pocos torneos en donde hay mayor reconocimiento entre jugadores y aficionados.

Será mi primer torneo oficial desde el accidente y la rehabilitación.

Darío y Laura me acompañan junto con el resto de mi equipo técnico, estoy lista al doscientos por ciento, ofreceré en cada raquetazo lo mejor de mí.

El clima lúgubre de Londres nos recibió, descendimos del jet privado en una pista alterna al aeropuerto o de lo contrario los aficionados y reporteros jamás nos dejarían salir, cruzando aduanas nos montamos en una de las Suburban estacionadas en fila, mantuve mi gesto serio todo el camino hasta el The Waldorf Hilton, los flashes de las cámaras junto con los vítores llegaron a mis oídos con solo poner un pie fuera de la camioneta, a toda velocidad me cruzaron por el vestíbulo hasta los elevadores, respire más tranquila cuando pude instalarme en mi habitación.

Al abrir los ojos muy temprano los primeros rayos de luz estaban asomándose en el horizonte, estos serán días bastante ocupados y presionados ya que no es un simple rumor que si me presentare a competir por segunda ocasión como muchos suponían a eso hay que sumar que yo no estoy aquí para conformarme con pequeñeces, yo vengo por la victoria. Me vestí de acuerdo al dress code para cruzar la alfombra verde, era mi obligación estar presente en la bienvenida organizada por el club además me servirá para distraerme y conocer a mis contrincantes que están ansiosos por mi regreso.

Todo el salón estaba repleto de personas, mantuve mi mentón siempre en alto y la mirada impasible para no despertar sospechas de todo el revoltijo que sentía por dentro, uno de los meseros me ofreció una copa de champaña la deguste suavemente sobre mis labios embriagándome con su sabor, para nadie de los presentes era un secreto que mi entrevista se había vuelto viral y que gracias a ello hoy estaba aquí lista para disputar un nuevo trofeo, bola de serpientes que solo esperan el momento ideal para atacarte pero entre sus miradas y cuchicheos me los pasaba por el suelo porque era ahí donde pertenecían, me encargare de dar un buen espectáculo y sobre todo de vencerlos en el campo.

Al día siguiente en punto de las ocho de la mañana se celebraba la inauguración televisada del Wimbledon, el estadio estaba a reventar de aficionados y la familia real estaba por llegar, toda la larga fila de jugadores se desplegaba en toda la cancha parecíamos puntos blancos en medio de toda la multitud, pasado el mediodía todo el evento estaba en su mayor punto, la energía vibrando en todo lo alto mezclada con euforia y pasión para los que realmente amamos este deporte. Mi torneo tendría lugar al día siguiente pero disfrutaba ver a algunos jugadores desde la seguridad que el palco podía darme, indirectamente detalle el cronograma de jugadores y su nombre no estaba por ningún lado, mejor para mí porque justo ahora lo que menos quiero es verlo.

Esa noche se me hizo extremadamente pesada, mi cabeza me taladraba con los flash backs vividos, cada suceso era una marca para mi piel, al final todo se conglomeraba en un sufrimiento al tener que cerrar los ojos y revivir todo por eso con solo ver el primer chispazo de luz ya estaba de pie y casi terminaba de arreglarme para salir rumbo a mi torneo, esta ocasión me estaba enfrentando en cuartos de final a la Francesa Dorina Loria, cuerpo escultural, tez blanca y con esos rulos apretados ondeando en el viento se volvía afrodita en persona, el torneo se convirtió en una ocasión especial por el ser el primero desde mi regreso, todos a la expectativa de mi siguiente movimiento y sin prever fue algo sencillo vencerla, podrían tratar de imitarme pero jamás igualarme.

VICTORIA Y HONOR (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora