ARABELLA
Toma mi cara entre sus manos con los pulgares, quita los restos de lágrimas y complemento todo dejando un beso sobre mi frente pero yo vuelvo a abrazarlo.
— Por favor dime que estás bien ... — susurra pero yo sigo sobre su pecho la voz la tengo atorada en la garganta aun así con el corazón partido me separo un poco y lo observo para solo asentir, como no puedo leer sus emociones él me atrae de nuevo y vuelve a abrazarme generando que los sollozos y después el llanto descienden lentamente por mis mejillas.
Odio cuando me vuelvo vulnerable.
— ¿Me puedes sacar de aquí? — pregunto entre hipidos
— Por supuesto — me pasa una mano por los hombros medio abrazándome y abre la puerta para que podamos salir, antes de cruzar el pasillo hacia el exterior saca de su bolsillo un par de lentes y me los pasa, debe darse cuenta de lo mal y deplorable que debo verme así que sin pensarlo mucho me los pongo
Cruzamos por una de las salidas de emergencia y llegando al parqueo en donde me señala su automóvil, la inercia por alejarme de este lugar me hace montarme a toda prisa reaccionó un poco más cuando ya habíamos salido del estadio y nos internamos en una de las muchas avenidas de Londres.
— Gracias por sacarme de ahí — el asiente y yo me abrazo a mí misma con tal de darme un poco más de seguridad
— ¿Te molesta que nos alejemos un poco más de todo esto? — me pregunta y señala la carretera
— Entre más lejos mejor — respondo porque la comodidad que justo ahora siento a su lado no la cambiaría por nada del mundo
El atardecer va pintando todo a nuestro alrededor, la carretera es muy transitada pero en fracción de minutos todo cambia cuando giramos en dirección del Condado Cotswold, ahora el paisaje se vuelve rural y tranquilo, colinas verdes, bosques, casas de teja, antiguas y demasiado demacradas por la humedad
— ¿Vienes muy seguido por aquí? — pregunto cuando nos detenemos frente a una de las muchas casas, solo los faroles alumbran toda la calle
— No tanto como me gustaría — abre su puerta — Bajemos — me señala la casa continua
La brisa helada me cala hasta en el alma pero por suerte no tardamos en entrar a la casa, el aroma a madera y canela es exquisito justo decorado al estilo rústico y clásico, todo parece estar sacado de una película de los años setenta.
— Ponte esto — Octavio me ofrece una de sus sudaderas causando que su aroma masculino me llene el cuerpo cuando me la pongo, camina por uno de los pasillos y yo lo sigo entramos a lo parece ser la cocina esta vez no sé porque él se nota más relajado y pasivo que otras ocasiones, me siento en una de las sillas quedando de frente sobre la barra, un papel extendido sobre la barra llama mi atención
— ¿Qué es esto? — lo tomo para darme cuenta que es un plano arquitectónico
— Un de muchos hobbies — se acerca y me entrega una taza de café que dejó de lado para seguir observando el plano
— Tienes mucho talento — observó cómo marcó con sumo cuidado todos los detalles — ¿Terminaste tu carrera de arquitectura ? — volteo para observar como el asiente y bebe de su taza
— Fue complicado lidiar con dos cosas a la vez pero no imposible, debía tener un plan B en caso de que algo saliera mal — dejo el plano tal como estaba
— Qué deseabas más ¿ser arquitecto? o ¿deportista?...
— Ser arquitecto — me sonríe de lado — En ocasiones tenemos que tomar decisiones difíciles y me tocó decidir si hacía caso a lo que mi corazón dictaba o a lo que mi mente ordenaba
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VICTORIA Y HONOR (COMPLETA)
RomanceArabella Ferrera es la campeona actual de tenis femenil y es la seleccionada nacional para competir en las olimpiadas representando a Estados Unidos, posee más de dieciocho títulos entre ellos es la ganadora del Abierto de Australia y del Wimbledon...