⚠CAPITULO CON CONTENIDO SENSIBLE ⚠
ARABELLA
3 años antes.
Ámsterdam, Países Bajos
Su pecho subía y bajaba pausadamente, dormía con demasiada tranquilidad que contadas veces durante la noche revise si seguía respirando, aunque ya ha pasado un año desde que lo superó aun me da miedo que vuelva a recaer, lo vi removerse como si estuviera teniendo un mal sueño eso me hizo moverlo más fuerte y tocarle la cara, un sudor frío bañaba su frente.
— Izan, abre los ojos — seguía moviéndose pero no respondía — Izan, despierta...
Abrió los ojos de golpe y asustado demasiado frenético, pataleando fue revolviendo las sábanas como un completo loco.
— Tranquilízate, estás bien — le tome las mejillas para que me observara fijamente — Estás a salvo, todo está bien — estaba muy sobresaltado agacho la cabeza y la recostó encima de mis piernas, podía percibir lo agitada que tenía la respiración
Pase mis dedos por su pelo dándole un masaje, cuando estuvo más tranquilo se paró de un salto de la cama tomó sus cosas y se encerró toda la mañana en el baño.
Tengo miedo de que esté de nuevo cayendo en ese horrible pozo profundo.
Actualidad...
Tenía veintidós años cuando conocí a Izan justo después de ganar Wimbledon, desde el primer instante que él se fijó en mí mostro interés supongo que eso generó un chispazo de atracción que se detonó de forma brutal cuando me pidió que saliéramos. Al comienzo de todo nunca detecte una falla, no veía sus errores, para mi él era perfecto y me hacía sentirme bien, siempre mostraba delante de los demás una máscara intangible de confianza y fortaleza, ahora supongo que todo eso fue una máscara de humo que un día simplemente salió a la luz.
Recuerdo que uno de los muchos días en que fui a su casa nadie abría la puerta, el ama de llaves que me conocía me hizo el favor de abrirme, por dentro todo su departamento era un completo desastre, ropa desgarrada, platos y vasos rotos los muebles destruidos, estaba asustada y temerosa de que algo le hubiera pasado, subí al segundo piso y ahí lo encontré, desmayado sobre la cama, con un hilo de sangre escurriéndole de la boca y la nariz, llame de inmediato a emergencias y fue trasladado en helicóptero al hospital.
Nueve horas estuvo inconsciente, cuando al fin pude pasar a verlo tenía unas ojeras enormes se veía en un estado decrépito y la mirada perdida.
— ¿Qué le pasa? — le pregunté al doctor
— Hay algo que tal vez deba saber, pero, primero ¿podría decirme cuál es su parentesco con el paciente?
— Es mi novio — conteste y el medico me observó con rostro compungido y asintió
— Bueno, lamento mucho informarle señorita que su novio padece una seria adicción a los esteroides anabólicos...
Sus palabras fueron como un balde de agua helada cayendo sobre mí, ¿cómo pasó de ser un hombre entregado y honrado a un mentiroso y adicto?
Después de abandonar el hospital Izan no volvió a ser el mismo, se comenzó a distanciar de mí, faltaba a sus entrenamientos, nunca sabíamos dónde estaba y cada que yo quería hablar sobre el tema de los esteroides él salía huyendo o terminábamos discutiendo. En Estados Unidos existe la venta de esteroides anabólicos que son regulados por las farmacéuticas pero cuando los consumes en cantidades fuera de lo necesario o sin receta médica corres el riesgo de contraer una adicción, 1 de 6 atletas abusa de su uso.

ESTÁS LEYENDO
VICTORIA Y HONOR (COMPLETA)
RomanceArabella Ferrera es la campeona actual de tenis femenil y es la seleccionada nacional para competir en las olimpiadas representando a Estados Unidos, posee más de dieciocho títulos entre ellos es la ganadora del Abierto de Australia y del Wimbledon...