Mi hermano removia la taza y no me miraba, Kai jugaba con mis dedos de las manos.
-¿Por qué tuve que ser hombre?. - Se lamento. - Si fuera mujer sería más fácil.
-No estoy seguro de eso Jacaerys. - Negué. - Probablemente si fueras mujer Agon no te gustaría, sabes lo caprichoso qué es el destino en estas cosas, deberías desistir de amarlo y ya está.
-¿Cómo tu lo hiciste con Aemond?. - Lo dijo con burla.
- Jacaerys tú historia y la mia no se parecen. - Suspiré. - Yo no me enamore sin saber si era mutuo.
Jacaerys bufo y se paso las manos por la cara. - Tienes razón, debería buscarme a alguien más.-Asentí lentamente. - ¿Por qué no funciona el hechizo?.
-No tengo una explicación exacta hermano, solo que no funciona. - Suspiré.
-Cuatro meses, el hechizo si funciono, ¿No son solo cosas que pasan?, Mamá perdió algunos bebes antes de tenernos a todos. - Asentí.
-La única diferencia hermano es que tu y yo no tenemos específicamente el cuerpo de alguien que puede tener hijos. - Kai se había dormido en mis brazos.
-Y aún asi tienes a Kai. - Acaricié al bebé, rl solo había sido una coincidencia de mi impostor y su buen corazón.
-Pues si, pero no lo engendre yo, me di por vencido cuándo no funcionó. - Le repetí. - Y si quieres que te especifique por que no es una buena idea, perder un hijo no se siente bien, Jacaerys.
Jacaerys me miro y suspiro. - Bien, entendí.
-Bien, gracias.
Me levanté y preferí pedirle ayuda a mi hermano. - Jacaerys me acompañas.
El asintió, con el a mi lado me sentía más confiado a caminar ya que el me sujetaba del hombro entendiendo que debía guiarme de vez en cuando, había momentos en los que mi vista me jugaba malas pasadas.
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El final de la guerra.- En edicion.
Hayran KurguLa guerra había comenzado y todo era cuestión de tiempo para definir quien estaría al mando, sin embargo que caprichoso es el destino y cuan complicados son sus caprichos. El dragón de Aemond estaba tan cerca de mi que todo el cuerpo se me heló, lo...
