Capítulo 57

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Pov... Lucerys.

Cuando desperte y el brazo me rodeaba termine por regresar por completo a la realidad, me sentía en casa por el hecho de ese abrazo fuerte en mi cintura.

-Aemond. - Dije nombrandolo y el se removió.

-¿Ya despertaste?.-Me beso la mejilla. - ¿Como te sientes?.

-Muy bien, ¿Que haras hoy?.

-Tengo que solucionar la coronación, ¿puedo pedir que te mantengas en la habitación?.-Acarició.

-Si, quiero descansar y le dare un largo baño a Daeryan, lo necesita, y yo igual. - Sujete la manito de mi hijo.

-Quiero cargarlo un rato, ¿Puedo? -Aemond siempre me pedía permiso antes de topar a Daeryan, como si no fuera suyo también.

-Adelante,Aemond. - Aemond se levantó y lo cargo en brazos. - Daeryan es tu hijo Aemond, no tienes que pedir que te deje cargarlo o toparlo.

-Es más tuyo que mio, tu lo llevaste en tu interior, lo sufriste en el nacimiento , y es tan pequeño que tengo miedo de herirlo con solo mirarlo. - Aemond viendo a Daeryan con aquel amor que incluso yo jamás he tenido de su parte, era una imagen que deseaba grabar en mi memoria para siempre. - Daeryan el príncipe al que beso un Dragón, sera una gran historia cuando crezca. - Le beso en la frente, Daeryan sujeto un mechon de cabello de Aemond con su mano cuando el se agachó.

Me levanté y abrí delicadamente el puñito donde tenía el cabello. - No hales el cabello de papá. - Daeryan se rio y le saco una risa a Aemond.

-Bueno principes, ire por una ducha y al trabajo. - Me devolvió a Daeryan. - No te olvides de desayunar.

-No me olvidaré de desayunar. - Deje a Daeryan en la cama y me quite la ropa, hacía calor,esperaba que Aemond saliera para ducharme y al bebé que también recibía sol a mi lado sin ropa más que su pañal de tela.

-Qué tengo que ofrendar a los Dioses por estas bellezas que tienen el honor de observar mis ojos. - Aemond me abrazo mojandome un poco.

-¿Que dices Aemond?. - Me rei.

-Que soy afortunado de tenerlos. -Me empezó a besar y rapidamente me beso el cuello y descendió.

-Aemond, Daeryan está aqui a lado. - Aclaré. - Que sea un bebé no quiere decir que pueda ver a su padre sobre mi en la cama.

Aemond emitio una risita y bajo los besos a mi pecho. - No hare nada que no pueda mirar. - Sus besos bajaron más y atraparon mi areola y mi cuerpo se tensó.

-No hagas eso. - Aemond que solo tenía sus labios sobre ella me levanto la mirada, sabía que estaba rojo, me daba vergüenza lo que hacía y cuando sentí su lengua en el filo, está no tardo en endurecerse. - Aemond. - Estaban sensibles por que alimentaba un niño con ellas.-Ya suelta. - Quice empujarlo pero el agarro mis dos manos riendose y luego hizo lo mismo con la otra paso su lengua. - Aemond.

Pense que no haría más hasta que sentí que succiono y termine de morir me de vergüenza, no es que yo pudiera evitar que la leche saliera, solo sentía la legua de Aemond y como succionaba. - Aemond. - Patalie un poco y Aemond se quito luego de un rato haciendo un sonido con su lengua contra mi pezon y cuándo se separó en una linea de saliva se podía ver el resto blaquito de la leche que sin mi permiso había succionado de mi pecho.

-Podrías volverte mi alimento favorito. - Me solto y me cubrí la cara con las manos.

-Cómo se te ocurre hacer eso, que vergüenza. - Suspiré.

-Resulta que mi joven hijo puede disfrutarte mucho más que yo y eso me parecía una injusticia. - Se me burlaba.

-Aemond está es su comida, no tu comida. - Me sente avergonzado quitándolo.

-A mi nunca se me ha dado tan bien compartir mis pertenecías. - Acarició con sus dedos mi pecho.

-Ya quieto. -Me quejé. - No sabes lo raro que se siente lo que hiciste.

Aemond estallo en risas y me beso los labios. - Lo siento, moría de ganas de intentarlo desde ayer, disculpa si sientes vergüenza. - Acaricio mi cabello. - Pero no deberías avergonzarte, gracias a ello nuestro hijo crece sano y fuerte.

-Si, pero nuesteo hijo, al menos mientras tenga leche, esto no está destinado para tu boca. - Aemond finjio estar ofendido.

-¿A no?. - Me sujeto los brazos de nuevo y metió mi otro pecho a su boca succionando y mordisqueando.

-AEMOND. - Grite y el se alejo después de un rato.

-Tu me perteneces, qué te tenga que compartir es otro tema.

-Ya vete a trabajar. - Que vergüenza me daba, Aemond se alejo y se vistió y salio del lugar.

-Tu padre está loco. - Me rei.

Bañe a Daeryan y pasamos la mayor parte del día durmiendo y comiendo.

Pov.. Aemond.

Estaba analizando como poner a los guardias y entre mis pergaminos encontre una nota.

"Para Papá, de Daeryan"

¿Cuando me había escrito?, Sinceramente no lo sabía pero rompí el sobre delicadamente.

Y extendí el papel.....

El final de la guerra.- En edicion.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora