-Aaemond más despacio. - Le rasguñe la espalda. - Ah.. Ahh.-En medio de todo eso sentí el cuerpo pesado, no, no ahora no.
..
Caí desmayado, lo sabía por el cuarto blanco de siempre. - AHORA YA NO PUEDO NI TENER SEXO TRANQUILO. - Grite en cuánto apareció mi otro yo y me miro molesto. - ¿Qué, tu te cojes al mio?. - Le dije.-No es momento para ésto, se llevaron a Aemond. - Solto preocupado. - Regrese a Dragon Stone, estoy con Daeryan. - Me sorprendí.
-¿Es un niño?. - Asintió.-Tuvinos un niño. - Dije emocionado.
-Tuve un niño. - Mi otro yo era un hombre complicado.
-¿Por que se llevaron a Aemond?. - Pregunté al fin.-¿Qué pasó?.
-Unos guardias nos encontraron en la colina y Aemond se entrego, tío Damon golpeó hasta mal herir a Aegon y no sabes si despertará, quieren colocar a Aemond en el trono de los siete reinos y estoy desesperado. - Lloriqueo.
-Devuélveme mi realidad, no te frustres con esto yo cuidare bien de tu hijo, tú podrias cuidar a kai y a mi hija aquí. - El me miro raro.
-¿A tu qué?. - Me rei.
-Y yo no hice ningún hechizo, solo paso, ni siquiera me di cuenta hasta meses despues de la boda de Aegon.
-¿Meses?, ¿No fue hace poco que nos vimos?. - me señalo.
-No, mira esto es raro al parecer tu vida y la mia no van cronológicamente, tu tiempo y el mío son distintos.-Sujete sus manos. - Jacaerys esta viviendo con nosotros, Aemond dice que en algún punto el querrá regresar a Kingslanding, sera mejor que tu estes ahí cuando Aegon hacienda al trono, yo por otro lado tengo una guerra que librar en mi realidad que no te corresponde.
-Yo no quiero volver aún. - Suspiró.
-Mira tu me lo dijiste una vez, y ahora te lo digo yo, es hora de que tomemos la rienda de nuetra propia historia, hemos vivido mucho invadiendo la de el otro, esta es la última vez que combinamos, prometemelo. - El asintió.
-Tienes razón, cuida a mi hijo si. - Yo sentía la misma pena que el.
-Y tu a los míos, por que son dos. - Me rei.
-Kai, ¿Y? Aerys. - Me pregunto y Asentí.
-Si.-No tardamos nada en cambiar de realidad.-Algo más que deba saber.
-Luke, me da la sensación de que querran usar a Daeryan para lastimar a Aemond si te quedas en DragonStone. - Despues de haber vivido la realidad de dos mundos aparentemente iguales nada me sorprendía, por que la esencia de las personas casi era la misma.-Y si vas a Kings Landing también querran a Daeryan, despues de todo sin Aegon, Aemond el es el principe heredero al trono. - Estaba en lo correcto y al mismo tiempo no.-Vhagar ayudo en el nacimiento de mi bebé, le dio el llamado beso del Dragón, lo has escuchado. - Asentí. - Vhagar lo declaro su jinete.
-Es impresionante, yo velare para el lo mejor, te lo prometo. - Le Sonreí.
-Evita que sufra.-Suspiró.
-Tranquilo, creo que es hora. - Nos despedimos.
..
Al despertar me vi envuelto en las alas de Vhagar y abrazado a un bebé idéntico a Aemond. - Oh.. Que precioso eres. - Lo bese. - Hola Vhagar, ya me puedes descubrir. - Vhagar me dejo ver que estaba en el establo de dragones, me cubrí con la capa y al bebé baje la camisa dandole de comer. - Uy.. - Dije al sentirlo comer fuerte. - Vas a crecer muy rápido si comes así. - Lo apretuje un poco, Vhagar me miraba con atención. - Mi otro yo me dijo que lo declaraste tu jinete, eres ambicioso Vhagar, heredarte tu solo de mi esposo a mi hijo. - Vhagar me gruño amistoso y me rei.
Estuve allí parado un rato más y escuché unos pasos por detras.
-Hermano. - La voz de Jacaerys me hizo voltear.
- Jacaerys.
-Mamá te esta buscando, ¿Que haces aquí?, tienes que desayunar. - Asentí.
-Pasare por mi habitación y voy. - El asintió y yo me escabulli a mi habitación en cuanto se fue, me duche con el bebé en brazos y lo vestí con la ropa que mi otro yo había traido en las bolsas y luego me vestí observando la gran cicatriz de mi brazo, lo igore y volví los ojos al bebé. - Que lindo.-Le bese en la mejilla y el parecía entenderme por que balbuceaba y me sonreía antes de que sus ojos se cerraran para dormir. - Eres igualito a Aemond no puede ser. - Me rei. - No podias parecerte un poquito a mi, no lo se quizas cabello negro o piel más oscura, no cabellos plateados y piel tan livida. - Acaricié esos mechones sedoso plateados con mis dedos. - Lo cargue con un brazo y cubri la mitad de mi cuerpo con una tunica antes de salir, con mi un brazo libre era más facil hacer las cosas.
-Hijo. - Dijo mi madre apenas aparecí en el comedor.
- Madre. - Sonreí.
-¿Como estás hermano?. - Dijo Jacaerys.
-Si como estas. - Preguntó Jof.
Daemon solo me miraba con curiosidad y yo sonrei. - Me siento bien enserio. - Me senté a la mesa a comer y sentí un tiron en el cordon de mi camiza, meti mi otra mano bajo la túnica dejando de comer y sentí a Daeryan tirando de él baje el lado de la camisa dandole acceso a comer y lo hizo con gusto, la tela era pesada, no se veía el movimiento, pero si que era sospechoso que me tapara el lado del cuerpo.
-¿Tienes algo en el brazo sobrino?. - Hablo Daemon.
-No, solo una fea cicatriz. - Dije recordando. - El frío de la temporada hace que me duela por eso me cubro.
Pareció satisfacer mi respuesta pues nadie preguntó nada más, al terminar de comer sali del comedor excusado de estar aún agotado.
En la habitación Daeryan tenía la boca de leche y una sonrisa sin dientes. - Tu eres un comelon.-Le limpie la boca. - Me vas a dejar seco y no tendrás más comida y necesito que te alimentes para que crezcas igual de lindo y bello como tu padre.
Estaba tan ensimismado en Daeryan que no note que alguien había entrado a mi habitación hasta que escuche una garganta carraspeando. - ¿Con que eso era lo que ocultabas bajo esa capa sobrino?. - La voz de Damon me tensó el cuerpo y el alma, pero reaccione antes de que se siguiera acercando he impedi que viera en su totalidad a Daeryan.
-Tío Daemon. -El camino un poco más.
-¿De donde salio ese bebé?. - Se cruzó de brazos.
¿Qué debía decirle? ¿Salio de mi?.
-Es mi hijo. - Susurre.
-¿Tu hijo?. - Asentí.
-Si mi hijo. - Daemon intentó acercarse.-No te ofendas Pero no te acerques. - Lo mantuve lejos, el se parecía a Aemond tanto que estaba seguro que tan solo con verlo sabrían que era suyo.
-Damon. - Mi madre entro y me encontró a mi a la defensiva y a Damon curioso.-¿Que sucede?. - Nos cuestiono.
Un llanto bastante alto fue la respuesta a la reciente pregunta de mi madre, me di la vuelta y cargue a Daeryan cubriendolo con la manta. - Shh Shh mi pequeño príncipe. - Dije mientras me bajaba la camisa de nuevo y lo dejaba volver a comer. - Yo estoy aquí contigo. - Le susurre,el llanto se detuvo unos segundos despues.
-Si mamá, ocultaba un bebé, mi bebé, su nombre es Daeryan. - Le dije.-Y es una larga historia el como lo tengo, no quiero dar explicaciones.
Mamá se acercó y quiso bajar la cobija y no le deje. - No mamá. - Daeryan Corría riesgo en este lugar y en todos los siete reinos, solo por ser Targaryen.
Me moví entre ellos salindo del cuarto antes de recibir una respuesta, salí donde Vhagar. - Vhagar.-El abrió sus alas y me dejo esconderme allí bajo su protección me sentía más junto a Aemond. - Vhagar quiero que vayas a buscar a Aemond. - Le susurre luego de un rato, Vhagar me miro reacio. - Mira Vhagar necesito que este a mi lado, no se que hacer sin el. -Confesé Lloriqueando. - Por favor.
Vhagar me saco de sus alas y se levantó inclinandose ante mi, camino conmigo hasta afuera y rugió antes de levantar vuelo. - VHAGAR ESPERA. - El volvió a bajar y yo busque en la bolsa de Vhagar los pergaminos que había rebuscado en la mañana y con la pluma escribí "Regresa, te necesitamos". -Asegúrate de que vea la nota. - Vhagar se fue volando y Vhaary gruñia apenado por su padre. - Volvera. - Acaricié la cabeza de Vhaary. - Confio en que volvera.
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El final de la guerra.- En edicion.
FanfictionLa guerra había comenzado y todo era cuestión de tiempo para definir quien estaría al mando, sin embargo que caprichoso es el destino y cuan complicados son sus caprichos. El dragón de Aemond estaba tan cerca de mi que todo el cuerpo se me heló, lo...