-Luke apúrate. - Me llamo desde fuera Aemond. - No me dijiste que vendrías conmigo al pueblo.
No me había animado aún a salir de esa casa y allí estaba Aemond gritando desde fuera de aquel lugar desconocido,mientras el cabello le brillaba con los pocos rayos de sol de la tarde. - No entiendo que pasa. - Susurre sabiendo que no me escuchaba, sali a su encuentro.-Ya estoy aquí.
Le seguí unos pasos por detrás, el caminaba bastante desordenado, me sorprendía su tranquilidad, y su poco garbo en comparación con el Aemond que conocía.
-Vhagar. - Lo escuche decir y mi cuerpo se congeló cuando el Dragón de Aemond apareció de pronto de una cueva subterránea cerca de aquella casa que se suponía compartíamos.-Luke.
-Qué. - Susurre y me fije que Aemond ya se había subido en el Dragón.
-Vamos. - Me extendió la mano. - Estas muy raro hoy jovencito.-Se burló sonriéndome.
¿Él sabía sonreír?, es decir sabía que podía, Pero jamás me sonreía a mi específicamente, yo jamás era la causa de ls sonrisa de mi tío en mi vida cotidiana, solo era víctima de su odio y de su mal humor.
-No quiero subirme. - El Dragón pareció ofendido por que me miro y resoplo.
-Luke. - Se quejo. - ¿y cómo su majestad planea llegar al pueblo?. -Su ironía era palpable.
No me iba a subir a ese dragón, ese dragón casi me mata. - LUCERYS. - Hablo en queja un poco alto, pero aún así no fue grosero, más bien fue desesperado.
-Ya voy. - Susurre, me acerque y le di mi mano a Aemond que con facilidad me subió al dragón. - Soñé que me mataba. - Explique y Aemond me miro con burla en sus ojos para luego reírse en una amplia carcajada y movió su cabeza en negación para luego poner sus labios rosaditos sobre mi mejilla.
-¿Vhagar?.-Señaló al separarse.
-Si.-Aemond tomo mi mano y mi cuerpo quería alejarlo pero no lo hice.
Puso mi mano en las escamas del Dragón. - Jamás te haría daño, el te quiere mucho Luke, al igual que yo.-Volvio a sonreír.
¿No le dolían las mejillas de tanto sonreírme?, ¿Su vida era tan buena o por qué parecía feliz todo el tiempo?.
Suspire-Disculpa por amanecer raro, pero es sueño pareció desubicarme de la realidad ,Aemond.-Me quejé.
-Te entiendo.- Me miró tiernamente.- jamás me habías llamado Aemond tantas veces en mi vida, nisiquiera cuando me odiabas. - ¿Entonces si nos odiamos antes?, cuando iba a hablar más, Aemond dio la orden al dragón que se elevó sacándonos del suelo en poco tiempo.
Si no lo trataba por su nombre entonces cómo lo trataba, no estaba acostumbrado a compartir montura, me sujetaba de una parte, pero me sentía bastante seguro, tenía el brazo derecho de Aemond cruzando mi cintura, lo cual era raro, todo en este lugar era super extraño.
El dragón bajo en una montaña y nos bajamos, había visto una aldea bajando la cuesta de la montaña por lo que deduje que tendríamos que caminar un poco.
-No asustes a nadie. - Le señaló Aemond y Vhagar solo se sentó y yo seguí a Aemond, cuando llegamos al pueblo había un gran mercado, estuve viendo todo y no me di cuenta que había perdido al platinado de Aemond.
-Lucerys. - Dijo una chica desde un puesto del mercado.
-Hola. - Me acerque amable.-Creo que perdí a Aemond por distraído. - Le dije.
-Como siempre, no habías venido en algún tiempo, a veces pienso que te protege demasiado, tengo tus telas por cierto.-Me señaló y sacó de su puesto varias telas para ropa. - Está el hilo aquí. - Me lo mostró. - Puedes escoger el que más te guste.
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El final de la guerra.- En edicion.
FanfictionLa guerra había comenzado y todo era cuestión de tiempo para definir quien estaría al mando, sin embargo que caprichoso es el destino y cuan complicados son sus caprichos. El dragón de Aemond estaba tan cerca de mi que todo el cuerpo se me heló, lo...