Quería una maldita explicación, me acoste y llamé con mi mente a mi otros yo.
:-Hola. - Dije en el lugar donde solíamos encontrarnos.
-Hola. - Me saludo. - Dios me he desmayado para venir sabes.
-No me interesa. - Exclame molesto. - ¿Un hijo?, Explicame.
-Aemond habló de Daeron. - Parecía sorprendido y negué.
-Mamá sugirió ese nombre para un hijo de Halena y Aemond se molesto horrible. - Mi otro yo suspiro lentamente.
-Mira hay un hechizo que vuelve posible el modificar tu cuerpo para portar vida, yo en mi ilusión de tener un bebé realice un rito y Aemond y yo lo intentamos hasta que me quede embarazado sin embargo lo perdí a los pocos meses y eso me devastó, me sentía mal, no comía, no me levantaba y paulatinamente no me dedique a cuidar de la casa, ni de Aemond y empezamos a pelear seguído y luego llegó Eryn a arruinar aún más todo.-Se sento pesadamente en el suelo. - Y me engaño, eso ya lo sabes.
-No debía engañarte.-Dije molesto.
-Creeme que lo entiendo, yo me había convertido en un grosero, nos llegamos a golpear entre los dos un par de veces y vio en Eryn lo que yo no le daba.-Se miró apenado las manos.
-Es una puta igual. - Le regañe y cuando iba a volver a hablar regrese a la habitación. :
-Amor. - Mire molesto a Aemond.
-¿Qué?, vienes a hecharme en cara la muerte de Daeron. - Aemond me miró intrigado.
-No. - Me aleje cuando se acercó.-ALEJATE. - Si mi otro yo era tan cobarde yo haría algo. - TÚ ME DEJASTE EN EL PEOR MOMENTO POR METER TU PUTO MIEMBRO EN OTRA PERSONA, CUANDO YO TE NECESITABA. - Le reclame. - Y tú dejaste que me envenenara y ahora estoy muy enfermo así que no me hables de amor.-Me pare. - Tu no me amas.
-¿Veneno?. - Dijo asustado. - ¿Qué veneno?.
-ERES IDIOTA. - Le Grite. - Si lo supiera me tomaría el antídoto.
Estaba sofocado.
-Lo buscare, te curare. - Lo mire mal.
-Claro, hasta que lo hagas no me hables.
ESTÁS LEYENDO
El final de la guerra.- En edicion.
FanfictionLa guerra había comenzado y todo era cuestión de tiempo para definir quien estaría al mando, sin embargo que caprichoso es el destino y cuan complicados son sus caprichos. El dragón de Aemond estaba tan cerca de mi que todo el cuerpo se me heló, lo...