Capítulo 17

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Aemond cargo a Kai hasta Vhagar. - Mira, el es Vhagar. - Kai lo miro asombrado.

-Paaa, uuu.... - Susurró escondiendo su cara en el cuello de Aemond.

-Es un Dragón. - Le susurro lentamente. - No te hara nada, tranquilo. - Froto su espalda.

Aemond se subió en el dragón sentando a Kai, yo me subí y los miraba atento. -Mira. - Le hizo que con su manito acariciara las escamas de Vhagar.

-Uuuu..-Había enpezado a decir eso cuabdo algo lo impresionaba o lo asustaba.

-Es muy lindo verdad. - Le hable y el me miro.

-Mo. - Estiro sus manos.

Aemond le puso en el medio de los dos y yo abracé a Kai. - Bueno, vamos Vhagar. - Despego del suelo y Kai me sujeto con sus manos.

-Uu... - Grito asustado, Aemond hizo que Vhagar saliera de el area de vientos y sobrevoló por encima de las nubes y frente al celeste cielo.

-Tranquilo bodoque. - Dijo Aemond alejandolo de mi. - Abre tus ojos mira.

-Paaaa. - Grito señalando la nube y luego el azul.

-Ves, que puede hacerte las nubes, el cielo o un Dragón. - Le contó, parecía un momento tan suyo que decidí continur en selencio.-Sabes hay una historia de donde vienen nuestros ancestros que dice que los Targaryen somos los dueños de los cielos, no eres un buen Targaryen si no los dominas, por eso es importante que jamás le tengas miedo a esto, ya que esto forma parte de tu sangre, Vhagar sera tu Dragón en un futuro. - Coloco su mano de nuevo en las escamas. - Entonces debes aprender a confiar en el.

-Vaaar. - Repitió y supuse que como acto único y de bebé se inclino a besar la escama que sostenía.

-No tienes nada que temer, nosotros te protegeremos siempre, kai. - Fue lo ultimo que le dijo antes de regresarlo a mi. - Sostenlo voy a bajar.

-No te preocupes. - Lo sujete y coloqué la manta de tala que había traifo sobre su cuerpito, no quería que se enfermara por el viento, cuando Vhagar bajo el viento nos golpeteo un rato, Aemond era tan tierno, era amoroso y aun que no le gustara admitir que se había encariñado con Kai, si lo habia hecho.

Nos bajamos del Vhagar y le quite un rato la mta a Kai. - Mi amor, acegurate de cubrirlo cuando lleguemos al pueblo.

-Si no te preocupes. - Aemond sonrío y me tomo de la mano mientras caminabamos y yo cargaba con un dolo brazo a Kai, un rato antes de llegar lo cubrí.-Debes admitir que lo amas. - Le dije sonriendo.

-Solo cubrelo corazón, no dejes que lo vean. - Kai no se movia, estaba pegado a mi pecho se veia cansado, no me sorprendería si se dormia.

Camine con Aemond por el lugar, el se movia rapido comprando cosas y yo seguía sin entender muy bien su miedo, pero prefería no preguntar.

Choque depronto con alguien y Aemond había quedado separdo de mi y se freno. - Lucerys Velaryon.

-Eryn. - Hable, me caía mal, como el pescado mal cocinado en el estómago.

-Aemond. - Le dijo sonriendole.

-Hola. - Dijo sin mucha significancia. - vamonos Luke.-Me sujeto el brazo.

-¿Que traes ahí?.-Me preguntó y como acto de protección abracé con más fuerza a Kai.

-No trae nada. - Aemond tiro de mi y nos alejamos. - Vamonos a casa ya tengo todo, te falta algo.

-No. - Dije asustado siguiéndolo, regresamos a casa y destape a Kai que dormia a gusto en el calor de mis brazos. - Voy a ponerlo en su cuna.

Al salir de dejarlo suspire. - Me asuste. - Susurre.

-Eryn no es una amenaza. - Me Sonrió.

-Igual me asuste. - Suspiré. - Te amo sabías, por cuidarlo.

-Es mi deber. - Respondió sencillamente.

-No me dijiste que no era tu deber. - Lo abracé.

-Puede que lo quiera cuando no me estorba, por cierto has pensado en el viaje a Dragónstone por tu tío. - Asentí.

-Y tu hermano, y tu hemana. - Le sonrei.-Si, he estado haciendo algo de costura elegante,¿Quieres ver?.

-Obviamente mi amor. - Me sonrío y yo saque mi elaborada ropa y se la mostre, para el había hecho todo en blanco menos el pantalón, una capa bonita en blanco y después de aquello le mostré la mía que era hecha en negro y la de Kai que tenía un pantalón negro y una camisita de lino.

-¿Blanco?. - Lo acarició. - Por que blanco para mi.

-Por que conbina contigo mi rey. - El se sonrojaba cuando yo le decía así y eso me hacía sentir algo poderoso.

-No es muy típico el blanco. - Acarició el traje. - Me agrada Luce.

-Me alegra que te guste, voy a preparar la comida. - Le acaricie el brazo.

-Claro mi amor, ¿Quieres ayuda?.-Negue.

-No, tu reljate, yo me ocupo.

El final de la guerra.- En edicion.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora