Manuel había ganado el juicio de la custodia de Jos y Nicolás así que debía llevarle los papeles a Vanessa.
Llegó a su casa, tocó la puerta y ella misma abrió, con su cigarrillo en la mano, como siempre.
- Buenas tardes Vanessa- le dijo.
- Hola-respondió.
- Te traje la sentencia del juez- ella lo miró sin interés alguno.
- Ajá y que dijo-.
- Qué me concedía la custodia completa de los niños-.
- Mm ok-.
- ¿Es lo único que dirás? Son tus hijos carajo- le dijo él.
- Pues si Manuel, contigo estarán mejor, ¿que demonios quieres que te diga?-.
Manuel suspiró. Le dolía, le dolía por sus hijos. Le dolía que tuvieran una madre que no le importaba en lo absoluto sus vidas.
- ¿Por qué no los quieres Vanessa?- preguntó el derrotado. Recordó todas las veces que sus hijos habían intentado acercarse a ella, abrazarla, darle un beso y ella los había rechazado.
- Porque yo nunca quise ser madre Manuel ni tampoco quería casarme contigo- respondió- fui obligada por mis padres a aceptarte o si no quedaríamos en la calle Manuel, yo quería vivir mi vida, viajar, conocer, cumplir mis sueños y metas pero no, me tuve que volver "ama de casa" cuidando chiquitos, atendiendo marido, dirigiendo sirvientas, pariendo como coneja, ¡yo no quería ésto! ¡No quería hijos ni matrimonio ni compromisos! Los niños son buenos chicos Manuel pero no los quiero, no tengo ese maldito "instinto materno" que todo el mundo me dijo que tendría-.
- ¿Y si no los querías por que tuvimos más Vanessa? Si no querías hijos, me lo pudiste haber dicho-.
- Te habrías divorciado de mi y mi familia me hubiera matado- se justificó.
- Te comprendo Vanessa, pero no había necesidad de tratarlos de esa manera, eran sólo unos niños, no es justo para ellos-.
- ¿Y si era justo para mí? Es más fácil criticar los demonios ajenos que los propios Manuel- dijo y le cerró la puerta en la cara.
Manuel se dio la vuelta y subió al coche. Llamó a Lucero para contarle todo ya que había prometido hacerlo.
- ¿Bueno?- dijo ella.
- Hola nena, ¿que andas haciendo?-.
- Dándole de comer a Dani-.
Manuel sonrió.
- Te llamé para contarte como me fue-.
- Y ¿como te fue?-.
- Pues bien y mal, no me reclamó pero también me confirmó que le valen madres sus hijos-.
- Ay amor, no pienses eso, solo estas enojado-.
- No Lu, me lo dijo explícitamente-.
- ¿Es enserio?-.
- Si reina, me dijo en mi cara que nunca quiso ser mamá ni casarse conmigo ni nada por el estilo-.
- Que triste que teniendo hijos tan maravillosos no los valore, la comprendo pero me dan mucha pena tus hijos, ellos no merecían cargar con su ira y frustración interna-.
- Pienso lo mismo-.
Pasaron los meses y Manuel había tomado la decisión más importante de su vida probablemente.
Le pediría matrimonio a Lucero.
Preparó todo. Decidió que sería en Cancun, en un yate al atardecer mientras cenaba y que después de eso, bajarían a celebrarlo con todos.
Un fin de semana le inventó que era urgente que ella fuera a los hoteles de Cancun por unas cosas que no se enviaron bien. Ella le dijo que no podía irse sin Daniel pero el le dijo que se quedaría con el niño. El estuvo dándole algunas indicaciones a él personal de los hoteles para que lo ayudaran.
Cuando Lucero llegó, ya le tenían una historia montada, después de que ella "arreglara" el problema le dijeron que fuera a la habitación 113 porque ahí le habían dejado unas cosas.
Lucero fue a la habitación y encontró un vestido blanco largo. Al lado del vestido había una rosa con una nota. Tomó la nota y la leyó.
"Ponte el vestido y ve al muelle, te amo.
MM"
Lucero sonrió y corrió a ponérselo.
Al terminar fue al muelle y ahí estaba el yate con Manuel dentro.
Subió y Manuel la recibió con un fuerte abrazo. Pero de repente ella se separó bruscamente.
- ¿Donde dejaste a Daniel?- le preguntó furiosa.
- Con Michelle, 2 nanas, 3 guardaespaldas, un pediatra y una enfermera- respondió y Lucero soltó una carcajada.
- Lo bueno es que no eres padre primerizo- se burló.
- Créeme que hubo un progreso, a Michelle la dejé con todo lo anterior y 7 militares-.
Cenaron de lo mas tranquilos y al atardecer Manuel la invitó a levantarse.
La tomó de la mano y la llevó a la parte de arriba del yate.
Al llegar, había un gran cartel con algo escrito con pétalos de rosa.
"Porque nunca es tarde, y el tiempo solo se acaba cuando la vida termina. Y hasta ese momento, siempre existe una posibilidad para todo y todos.
¿Te quieres casar conmigo?"
Lucero lo miró y el le sonrió.
- Si, ¡Si!- gritó.
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Ay madre😭😍<3
F.C.
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Amor por Vegas
FanfictionManuel Mijares, un empresario millonario amante de la poesía y los libros, con el mismo destino todos los años, Las Vegas. Lucero Hogaza, una trabajadora de casino del hotel Caesar's Palace en Las Vegas que adoraba irse de fiesta y su trabajo todaví...