Capitulo 8

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Un lecho de nubes impedía que la luz de la luna iluminara el camino oscuro frente a él, pero eso era solo un problema menor para la caminata nocturna de Kirito. Los destellos de las luces de las otras tiendas hicieron que su vista fuera lo suficientemente buena, y no era como si las paredes de piedra del campamento fueran tan invisibles.

No era un acto común salir a caminar en medio de la noche. Sin embargo, si el sueño estaba fuera de discusión debido a la culpa, era lo único lógico que podía hacer para tranquilizarlo. Todo el incidente del Beater, Coper, la responsabilidad de un gremio y las consecuencias de la pelea del segundo jefe aun persistían en la parte posterior de su cabeza, incluso con las palabras de aliento de sus amigos.

En el aire frió de un invierno que comienza, paseo solo por el campamento. Solo el viento y el aullido de un lobo a lo lejos rompían el silencio de este paseo nublado. En su camino, paso por delante de la fragua del herrero y se recordó a si mismo volver antes para usar la provisión de antes de que se cerrara.

Fue más adelante en su paseo que entro en una parte que aún no había visto, ni en la Beta, ni en la exploración anterior. Frente a él había un campo, diseñado para ser fuente de vegetales y hierbas que se usaban en la cena. Kirito no pensó que alguna vez se usaría, pero era un detalle que podía apreciar. Sus ojos recorrieron el gran campo hasta que se topó con las grandes piedras verticales perfectamente colocadas en la arena. Uno pequeño le llamo especialmente la atención y, cuando se acercó a este, sus ojos captaron el nombre ''Tilnel'' tallado en este.

-¿No necesitas descansar? Mañana va a ser un día agotador...*Una voz de repente hablo desde la oscuridad. Kirito casi salto un pie en el aire por la sorpresa. Sus ojos se movieron hacia la fuente, hacia donde los ojos de color violeta oscura brillaban en la oscuridad de la noche*. Mis disculpas. No fue mi intención asustarte.

Kirito negó con la cabeza mientras se disculpaba...

-Lo siento, es mi culpa. Simplemente no esperaba a nadie aquí.

La expresión de Kizmel fue comprensiva pero entristecida cuando respondió...

-Puedo entender porque. Todavía tengo que conocer a alguien que deliberadamente visite un cementerio por la noche.

-¿Un cementerio?*Pregunto Kirito antes de darse cuenta de que las piedras que estaba mirando eran lapidas. La mayoría de estas eran iguales, los nombres en estas eran la única diferencia en apariencia. Sin embargo, el que le llamo la atención era diferente, como si fuera un recuerdo especial.

Kizmel se agacho mientras explicaba...

-Tilnel. Esa es mi hermana pequeña...*Al leer la expresión de sorpresa y curiosidad del rostro del joven líder, Kizmel agrego*. Murió hace un mes en una tarea fuera de estos muros en una emboscada de los elfos del bosque.

-Ella debe haber significado mucho para la gente de aquí...*Dijo Kirito mientras se agachaba también.

Kizmel lo miro a la cara, mientras sus ojos se dirigían a las otras lapidas y se dio cuenta de que había llegado a su conclusión por las diferencias en las tumbas. Ella sonrió con tristeza mientras respondía...

-Era una herbolaria muy conocida. Ella daría todo para curar a los valientes guerreros de Lyusula y muchos podrían salir con vida como resultado de su tratamiento.

Había algo milagroso con Kizmel que Kirito no podía explicar. La expresión de sus ojos; la emoción en su voz; su comportamiento como IA; casi se sentía... real.

Kizmel coloco suavemente una flor debajo del monumento mientras susurraba...

-Finalmente te he vengado, Tilnel. Sé que no lo aprobarías, pero tenía que calmar este caos en mi corazón. Que descanse en paz a tu lado ahora.

Sword Art Online: Aincrad, but differentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora