Sword Art Online: Aincrad, but different

Capitulo 27

Era difícil saberlo en el 9no Piso, porque la oscuridad eterna bloqueaba cada pizca de luz del sol de la mañana. Sin embargo, acostumbrándose a un ritmo, los jugadores de los dos gremios aliados se despertaron solos, algunos incluso mucho antes de lo que indicaban sus alarmas. Lo que se esperaba de la pelea que sucedería hoy fue todo menos fácil. Comenzando con un desayuno fresco en la mañana, los miembros de WNH y KOB estaban listos para este importante día. Armas con el máximo potencial, durabilidad en su máxima expresión, pociones listas y artículos artesanales útiles en su inventario, estaban preparados hasta la médula.

Dirigiéndose al cuartel de los elfos oscuros, un silencio desconocido flotaba en el aire. Determinados, pero con expresiones nerviosas en sus rostros, los jugadores no tenían idea de qué esperar. Incluso los Beta Testers del grupo, Heathcliff, Diavel y Kirito, parecían estar entrando en un lugar peligroso desconocido para ellos. Bueno, para ser franco, era un lugar desconocido para la mayoría de ellos, sino para todos.

Al llegar a los barracones, sus ojos miraron al enorme ejército de elfos oscuros orgullosamente de pie en línea, sus armas en la posición familiar en la que a Kizmel le gustaba presentarse. Se podía ver a los Dire Wolves domesticados junto a sus respectivos controladores y frente a ese gran grupo se encontraba un elfo oscuro en particular, irradiando la confianza de un guerrero en su rostro oscuro.

-'Es bueno verlos, Kizmel, Humanos. Estamos listos para el asalto final. Prepárense y avísennos cuando estén listo para moverse...*Dijo el comandante Vurlare sin dudarlo.

Kirito y Heathcliff se miraron un momento, después a los miembros de su gremio y a Kizmel. Ninguno tuvo que decir una palabra; estaban listos.

-Estamos listos. Empecemos...*Heathcliff respondió al comandante.

La movilización de ciento veinte elfos oscuros hizo temblar el suelo mientras se dirigían hacia la salida de la ciudad, aplaudidos por los ciudadanos elfos oscuros de Lyusula. Los dos gremios caminaron junto a ellos, afortunados de tener tantos aliados de su lado, algunos pensaron que era bueno estar del lado atacante por una vez, mientras que otros se preguntaron si todo esto era parte de una escena. Los lobos domesticados a su lado ciertamente eran algo a lo que no se acostumbrarían.

Con su nueva arma lista, Kirito no pensó nada de eso. Solo tenía dos cosas en mente; proteger a sus amigos y derrotar a los elfos caídos. Con un Klein con armadura roja y negra a su izquierda y una Asuna con armadura blanca y negra a su derecha, Kirito se sentía mejor que nunca.

La parte más impactante fue el hecho de que el ejército de elfos oscuros apareció junto a ellos incluso cuando salieron del área instantánea, algo inusual para una búsqueda normal ¿Qué pasaría si se encontraran con un jugador del lado de los elfos del bosque? Klein se hizo esa pregunta, con la pregunta adicional de cómo se vería su situación actual desde la perspectiva de un extraño, especialmente uno aliado con los elfos del bosque.

En la distancia, algunos de los miembros de ALS respondieron esa pregunta mientras miraban conmocionados y sorprendidos por los muchos aliados que tenían. Los miembros de DKB presentes estaban felices de no poder ver tan lejos, pero según las palabras de sus aliados, no avanzaron ni un poco. Ese mensaje se fortaleció cuando uno de los miembros usó la habilidad de búsqueda, solo para ver aparecer 170 cursores de color rojo oscuro frente a él. Ander casi se rompe los pantalones.

No hace falta decir que la marcha de 208 NPCs y jugadores llamó mucho la atención de las turbas, pero fueron eliminados con la misma facilidad. Lo que algunos de esos caminantes negros estaban pensando cuando atacaron a tantos enemigos, estaba más allá de la comprensión de Dale.

Fue una gran marcha, algo del nerviosismo inicial se fue en las primeras dos horas. Algunos incluso podrían lanzar una broma y reírse de ella.

Después de una marcha de tres horas, el ejército finalmente llegó a la Capital de los Elfos Caídos. Fuertes sirenas sonaron en el escondite frente a ellos, pero nadie le prestó atención. Era de esperar después de ver tal ejército.