Cap 27

234 26 1
                                    


Lisa.

Cojee en mi camino de regreso a la cama y gemí sentándome. Froté mi pie derecho sobre el izquierdo mientras apretaba las sábanas recordando su siniestra sonrisa.
Esto es lo que quiero de la esposa que no puede darme un estatus.

No sé qué tipo de estatus quería. ¿No es suficiente con aceptar un tipo de hombre como él como marido? Logré lo mejor que pude para llegar al intercomunicador.

Nunca supe de quién era la voz que me respondió por el teléfono. Todo lo que sabía es que era una voz femenina y estaba agradecida porque lo fuera.

-Hola, soy la Sra. Kim. ¿Me puedes enviar algo de desayuno, un analgésico y una crema antiséptica? -pregunté, pero no hubo respuesta durante unos segundo.

Sí, por supuesto, señora. ¿Quieres que el servicio de habitaciones esté allí? -Por supuesto, siempre pedía el servicio de habitaciones cada vez que llamaba para desayunar. Pero tragué saliva mirando las manchas de sangre en mi cama antes de responder:

-No... todavía no...

Fui a refrescarme, pero no tenía fuerzas para darme un baño y solo me conformé con cepillarme los dientes. Entré en mi habitación y no pocos segundos después desayuné. No dejé que el personal entrara en mi habitación y recibí la comida en la puerta. Cerré para buscar
mi medicina. Cogí la pastilla y llevé la crema al baño para aplicarla en la comisura de mi boca y el hueco de mi cuello que tenía un pequeño corte, y al final donde tuve el mayor desgarre anoche... en mi culo. Reemplacé las sábanas y quité la mancha antes de tirarla. Miré en mi reflejo y solo encontré unos ojos muy pálidos mirándome. No pude volver con la comida y decidí tirarme en mi cama.

Gemí ante el golpe en mi puerta y me senté sobre mi cama sosteniendo la manta contra mi pecho dado que mi camisón era transparente.

-Adelante -le respondí y la misma mujer que está acostumbrada a entrar en mi habitación.

-Sra. Kim, El Mayordomo le gustaría que se preparara para irse de compras... -Entrecerré los ojos y me pregunté si recordaba mi última vez de compras.

-¿Me puedes preparar un sándwich? -Pregunté en su lugar

-Claro -respondió la mujer antes de irse, pero la detuve

-Y, también mi baño... ¿Puedes hacerme un baño? Estaré muy agradecida...

No tenía fuerzas para moverme. El dolor había disminuido debido al analgésico, pero me sentía exhausta.

Inhalé sintiendo un dolor físico en mi pecho. Recordar el incidente de ayer me estaba agotando la energía. Y me pregunté si vivir aquí era diferente a vivir en la calle.

Me fui a darme un baño antes de volver a mi habitación para ponerme una camisa blanca con unos jeans Elegí zapatos blancos simples y solo usé lápiz labial para ocultar mi corte. En cuanto los brazos lo cubrí con una camisa mas grande porque no tenía base para aplicar sobre estos morados.

El sándwich estaba delicioso. Y el personal ya sabía cuánto me gusta la mayonesa y el pollo. Salí a la sala y esperé al Mayordomo que me iba a acompañar. Yo estaba de pie con unos lentes negros ocultando mis ojos y todo se amplió en mi lugar cuando oí esa voz.

-¿Lisa? -Escuché y reconocí la voz antes de darme la vuelta.

-¿Jungkook? -Todavía estaba incrédula. Jungkook... el chico con el que se suponía debería salir-. ¿Qué estás haciendo aquí? -Me dio una sonrisa tímida-. Tú eres el mismo. Pensé que no me reconocerías... -Quería saltar sobre él, pero solo tenía ambas manos en mi boca por la sorpresa. Su voz era como un grifo abierto a todo lo que solía ser. Yo... debería haber ido a esa cita.

Nunca me había imaginado que quería el amor ahora más que nunca. Anhelaba que me vieran de la forma en que me miraba ese hombre en este momento.

-¿Estás bien? -Preguntó haciendo que mis manos soltaran mi boca antes de decir:

-Sí, lo estoy... ¿Y tú? -Le pregunté a lo que volvió a sonreír con sus orejas rojas.

-Yo... yo soy tu nuevo conductor. El Sr. Kim me envió a buscarte y me pidió que no me alejara de su lado cada vez que salga... por supuesto, su esposo es la excepción... quiero decir... no necesita protección cuando está con él, ¿verdad? -No pareció burlarse. De hecho, quiso decir esas palabras mientras el Mayordomo entró.

-¿Señora Kim? Se nos está haciendo tarde para su cita -No sabía lo que significaba, pero salí mientras Jungkook caminaba delante de mí-. ¿Jungkook?, le agradeceré que no moleste a la Sra. Kim con sus conversaciones innecesarias -Le pasé una mirada furiosa al Mayordomo pero él no me miró antes de entrar en el coche que estaba detrás del que se suponía que debía entrar.

Me quedé estática junto a Jungkook ante lo que acababa de suceder. Jungkook es una persona que siempre fue muy profesional sin importar lo que hicieran. Y no había hecho nada que debiera pasar desapercibido o regañado.

Subí al coche y me di cuenta de que Jungkook no me estaba mirando ahora. Cogí mi cinturón de seguridad y dije todo en el momento que comencé:

-Puedes hablar todo lo que quieras. Somos amigos. No te preocupes por el Mayordomo. Es una muy buena persona... simplemente no quiere que te metas en ningún problema.

-¿Qué problemas? -Preguntó y me pregunté qué se supone que debo decirle.

-Ya sabes... lo de siempre. Taehyung siempre tiene muchos invitados importantes... y...

-Sobre tu marido -Jungkook me interrumpió-. Lo conocí por la mañana -No sabía por qué, pero solo imaginando lo que podría haber salido mal, mis latidos se aceleraban.

-¿Y? -pregunté.

-Parecía estar mal por algo, supongo. O ¿quién hablaría con alguien que acaba de conocer como él lo hizo...?

-¿Fue grosero contigo? -Mi voz salió con pánico.

-No... no fue nada... no te preocupes -Sonrió para llamar mi atención en el camino, antes de que le preguntara.

-¿Sabes a dónde se supone que debes ir? -Le pregunté a lo que respondió.

-GPS, cariño... -Me reí negando con la cabeza.



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


CRUEL  (Taelice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora