Cap 29

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Inhalé profundamente antes de empujar sus hombros mientras parpadeaba siseando bajo el impacto de su boca y manos impacientes. Juraría que nadie puede acostumbrarse a esto. Mi cuerpo se arqueó cuando bajó su boca para lamer mi pezón antes de llevárselo a la boca.

Sostuve su cabeza con mis dedos temblorosos e inhalé mirando hacia arriba. Mi respiración se entrecortó entre tanto recordaba lo rudo que fue la última noche. Empecé a respirar profundamente. Y no pude evitar hablar cuando empezó a tirar más de mi vestido.

-Taehyung... ¡Señor! Nosotros... estamos en el coche -Me detuve cuando sostuvo mi cintura con más fuerza mientras chupaba mi pezón de manera muy audible ahora.

-¡Mierda! -Se apartó para abrirme las piernas y desabotonar mi vestido, antes de sujetar mi brazo. Siguiendo su gesto, bajé con las mejillas acaloradas-. Llévanos a los Gables -Dijo en el teléfono mirándome-. Vamos, tenemos una hora para nosotros -Sus dedos en mi barbilla acercaron mi boca a él-. Será mejor que seas buena esta vez. Ya sabes... hoy ha sido un día bueno para mí -Pasó su pulgar sobre mi boca.

Tenía el estómago en nudos y las manos sudando mientras él acariciaba su enorme longitud. Recordé la última noche y lo que eso me hizo.

-Ven aquí... te enseñaré -Estaba estática cuando me sujetó la cabeza. Respiré hondo mirando esa enorme cabeza que tenía algunas fugas de líquido pre seminal y tenía la boca seca de miedo. Pero también tenía desconfianza de cometer un error. Taehyung acercó mi cabeza a él haciéndome abrir un poco la boca para tomar su corona entre mis labios.

-Joder -se levantó un poco para recibir más de él, pero gruñó-. Usa tu lengua -No sé por qué estaba caliente. Lo suficientemente caliente como para quemarme la boca.

Su olor masculino era espeso. Y, en el momento en que mi lengua lo tocó, un cierto sabor salado me envolvió.

-Ahora... ve lentamente... ve más profundo, ¿de acuerdo? -Ahora estaba recostado en su asiento, pero su mano en la parte de atrás de mi cabeza me estaba confundiendo-. ¡Joder, hazlo! -exigió e inhalé profundamente antes de chupar su corona. Su gemido resonó en todo el coche-. Joder... joder... te sientes tan dulce -Dijo empujando mi cabeza hacia abajo haciendo que mi boca tomara más de su amplia circunferencia.

Podía sentir las venas en su bulto. Parpadeé cuando lo sentí crecer dentro de mi boca. Y, en el momento en que se enderezó su mirada penetrante en mi lugar me hizo consiente de lo que estaba haciendo.

-¡Mujer!... Solo concéntrate en respirar -No sé por qué lo dijo porque respiraba perfectamente bien.

Pero jadeé cuando me empujó hacia abajo golpeando la parte posterior de mi garganta. Solo sostuve sus robustos muslos. Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras él continuaba empujando y maldiciendo.

-Tómalo... -maldijo mientras mi garganta comenzaba a doler en unos pocos segundos y mi boca parecía entumecerse cuando levanté mi mano para agarrar su camisa en un puño. Tiré de su camisa con todas mis fuerzas para aguantar allí y sentí que sus empujones eran más fuertes antes de que se volviera lento. Me enfermé cuando lo sentí dispararse en mi garganta.

Traté de retroceder, pero él me abrazó antes de decir:

-Quédate... -Le sostuve el muslo y en el momento en que sentí que me soltaba la mano traté de alejarme, pero su brazo rodeó mi cintura sin esfuerzo antes de levantarme hacia él. Estaba temblando, tosiendo y tiritando cuando él sostuvo mi espalda contra su pecho.

Tenía mi cintura asegurada entre sus muslos. Fue solo cuando mis gemidos se atenuaron y sentí sus manos vagando por mi cuerpo.

-Fue mejor de lo que esperé, pero créeme... no lo disfruté... puedes sentirlo aún. Todavía tengo ganas... -Miré por encima del hombro para verlo.

-¿Qué? -me dolía la garganta y mi boca estaba pegajosa. Tenía náuseas-. ¿Qué más quieres? -Completé mi oración y estuve a punto de derrumbarme.

__Yo...  no me sentí amado. No me hicistes sentir  especial...   era como si te estuviera obligando.... ------ entonces puso su mano sobre mi, amasando mis pechos con fuerza

-Señor... -Empecé con cautela- Yo tampoco me siento amado en tus brazos -Le dije y aún sostenía su mano pensando que podría ser más fácil así. No sé por qué le estaba diciendo esto. Sabía que no cambiaría nada. Pero mi pregunta hizo que me mirara fijamente.

No sé si esperaba que me amara. Pero no lo amaba y la forma en que trata mi cuerpo seguramente me estaba haciendo detestarlo ahora. Solía ​​tener miedo de sus manos, pero ahora parecía que haría cualquier cosa para alejarme de ellas. Odiaba sus manos, su rostro y su voz. Para cualquier mujer, podría ser la persona más encantadora, pero daría cualquier cosa por alejarme de él.

-Dime, Lisa, ¿quieres que te ame? -Su caliente aliento en mi oído me hizo parpadear mientras sostenía sus manos con más fuerza que se rehúsan a ser suaves conmigo.

Me pregunto por qué estaba aceptando todo esto. Me pregunto por qué me estaba quedando. Solo no creo que sea razonable dar una excusa de que me alejo porque mi esposo pide demasiado sexo. Bien... Nunca le diré esto a nadie. Solo diré que fue por diferencias personales. No me importará si toda mi vida la gente me llamaría tonta por dejar a un marido así de establecido. Era mucho mejor que tomar estas manos, que no importaba uno cuanto podía halar, nunca me soltaban, jamás.

Ahora tuve que sostener sus propias manos pellizcando mis pezones.

Respiré hondo sintiendo su boca caliente sobre mi cuello mientras se relajaba. Quiero el divorcio. Las palabras estaban en la punta de mi lengua. Pero luego mi primera mañana vino frente a mí cuando estas palabras lo enojaron. Me pregunto por qué él pudo hablar de la separación tan abiertamente y yo no. Quizás yo... debería... debería elegir mis palabras sabiamente.

-Señor... -comencé, pero su voz fría destruyó todo.

-Cállate...

Dejé que mi cabeza descansara sobre su hombro mientras no podía evitar soñar con el día en que sería libre. No me importa qué tipo de días serían esos, pero quería liberarme.

-Nunca me había encontrado con este tipo de Mújer ingrata -Susurró volviéndome la cara hacia él-. ¿Tienes idea de qué tipo de poder ejerzo?

Me pregunté qué hice ahora para agriarle el humor.

-Eso no basta para tener mi corazón -Yo no sé por qué respondí sin cuidado, pero mi corazón ardía en mi pecho cuando él susurró en mi oído.

-Ojalá tu corazón tuviera un valor -Mi respiración se aceleró y no sé por qué con cada segundo que pasaba mi corazón se estaba volviendo ansioso mientras él solo vagaba tranquilamente con su boca sobre mi hombro.

CRUEL  (Taelice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora