CRUEL (Taelice)

Cap 39

No sé cómo los tres no pudieron ver la mandíbula apretada de Taehyung todo el tiempo a pesar de que su voz era lo más normal posible. Quizás todos estaban realmente absortos escuchando cómo la Sra. Jang conoció a su Sr. Jang.

—¿Cómo se conocieron ustedes dos? —Preguntó Sehun una vez que la Sra. Jang terminó. Su voz llegó con mucha curiosidad.

—En casa de mi papá… una mirada a ella y supe que sería la indicada —Taehyung me cubrió.

—¿Y qué estabas haciendo en casa de su padre? —Sehun me preguntó con su sonrisa traviesa. Por supuesto, Sehun sabía qué tipo de trabajos estaba siempre disponible a hacer, para mantener a mi familia. Fue una razón parcial por la que nunca me habría visto como alguien con quien poder pasar la vida.

Era mi vecino y su madre siempre supo de mi paradero.

—Ella era su chef —Taehyung mintió.

—Wow —agregó Sehun y me pregunto qué quería. Solo pude ofrecerle una sonrisa tensa en los labios, pero sentí el zapato de Taehyung en mis pies. No fue duro, pero fue más como una advertencia.

En unos minutos, estábamos de regreso al área de invitados donde ahora se cambió una cosa. No importa de qué hablemos, Taehyung tenía su mano en mi cintura todo el tiempo. Un hombre estaba sirviendo el Champán y Taehyung tomó un vaso y me lo pasó. Acepté la bebida de su mano mientras todos le dábamos la razón al señor Jang cuando decía que la entrada de Taehyung en la banca sería una decisión inteligente.

—No es banca… es solo un modo de transacciones. No es nada grande —Taehyung había repetido por tercera vez, pero el señor Jang todavía estaba tan absorto e inclinado.

Y, aparentemente, Taehyung escuchaba al Sr. Jang mientras amasaba mi cintura cada vez que Sehun, de pie detrás del Sr. Jang, me miraba.

—Si te mira así una vez más. Lo voy a matar —Taehyung susurró sobre mi oído haciendo que mis ojos se agrandaran mientras miraba su sonrisa que le estaba ofreciendo a la Sra. Jang.

—Sehun… llama a nuestro conductor para preparar el coche —El señor Jang dijo haciéndome exhalar cuando Sehun se fue.

—Lo amabas, ¿no es así? —Taehyung susurró mientras agarraba su mano para quitarla entre tanto apretaba mi cintura.

Ambos nos pusimos de pie a la vez que sus conversaciones llegaban a su fin. Los acompañamos hasta la puerta donde una vez más estaba Sehun, pero esta vez caminó hacia mí sin ninguna inhibición.

—Fue realmente un placer volver a verte. Hasta pronto —dijo dándome un abrazo lateral antes de asentir con la cabeza hacia Taehyung y dejó atrás al Sr. y la Sra. Jang.

Me quedé inmóvil viendo cómo se alejaba el coche. Y, en el momento en que vi que las puertas se abrían en la distancia, jadeé mientras me exalté cuando Taehyung gritó.

¡Lo amas, joder!

—Déjame… por favor —rogué, pero él solo me agarró con más fuerza del brazo mientras gritaba.

—¡¡¡¿Y correrás a sus brazos?!!!

—No… por favor, ¿por qué estás haciendo esto? —Hipé, estaba asustada, pero lloré en voz alta cuando me puso a hervir.

—¿Cómo te atreves a reaccionar al verlo?, ¡eres mi esposa! —Su mano vino a sostener mi mandíbula mientras trataba de explicar:

—Solo me sorprendió. Lo juro… no es nada, no es nada para mí, créeme.

—Ok… —limpió su barbilla—. No es nada… pero dime ¿quién soy yo? ¿Yo tampoco soy nada para ti? —Solo pude tener sollozar mientras las lágrimas calientes caían.

No tenía ninguna respuesta a esto.

—¿Por qué Lisa? ¡¿Por qué?! ¿No soy la misma persona por la que atrapaste a mi padre? Por supuesto, es mi error mostrárselo al mundo. Una mierda como tú nunca estuvo destinada a ser mi esposa desde el principio. Una buscadora de oro como tú… —Su agarre se apretó alrededor en mi mandíbula haciéndome empujarlo con toda mi fuerza. Aunque no logré liberarme, me encontré gritando a todo pulmón.

—¡No soy una buscadora de oro!, ¡Tu padre me tendió una trampa! No quería casarme con un hombre como tú nunca, ¡tampoco lo quería! —No sé dónde encontré el coraje, pero él me tomó de las manos antes de darme la vuelta para contener mis luchas.

—Entonces, ¿con qué tipo de hombre querías casarte? ¿Con ese muchacho?, te lo prometo… ¡Nunca recibirá ese puesto por el cual lo felicitaste!

—¡Taehyung! ¡Déjame! —grité y apenas pude evitar caerme cuando me dejó de un tirón.

—¡No te atrevas a pronunciar mi nombre! —Él hervía apuntándome con el dedo. Miré sus ojos grises con tanta ira. Los sentimientos no eran diferentes a los míos también. Y, por un segundo, me estremecí pensando si me iba a matar por las cosas que le había dicho hace unos segundos.

Pero encontré su mano descansando en mi hombro. Y con toda la rabia del mundo, di un paso atrás envolviendo mi cuerpo con mis propios brazos.

—Yo… puedo permitirme miles como tú —Él sonrió con satisfacción antes de dar un paso hacia mí mientras yo tomaba dos de regreso—. Pero tú… solo me tienes a mí —Esto me hizo mirarlo mientras su boca se acercaba a mi oreja—. Y, me aseguraré de que cada hombre sepa a quién pertenecerás siempre —mis ojos se abrieron mientras mi barbilla se tambaleaba incontrolablemente. Se veía espantoso.

Jadeé cuando se alejó dejándome en la puerta mientras comenzaba a llover. Miré la lluvia preguntándome dónde encontrar el valor para vivir con esta inmundicia.

Al día siguiente, Hye soo vino a anunciar.

—Tienes una cita…

Estaba buscando Ropa en el armario cuando pregunté:

—¿A dónde vamos? —Le pregunté recordando cómo en el pasado       Hye soo me había llevado a ver los hoteles o los barcos.

—No vamos a ir a ninguna parte. El tatuador entrará en tu habitación —Me congelé al darme cuenta.

—¿Qué? ¿Por qué? —Le pregunté sorprendida, pero su tono era indiferente cuando respondió:

—No lo sé. El señor Kim lo ha pedido…

—¡No puede! Es mi cuerpo. No me voy a hacer ningún tatuaje. Yo soy… —No la dejé hablar más, pero mis palabras se congelaron en mi boca cuando escuché un golpe en la puerta—. ¡No vas a abrir esta puerta! —le advertí, pero la vi llegar para abrirla. Podía sentir que se me enfriaban las manos, pero luego encontré la puerta de mi habitación abierta y entraron dos mujeres.