Era poco lo que había dormido, la verdad tener que ir a una nueva escuela me causa algo de ansiedad, es difícil adaptarse a otro lugar y a personas que no conozco.
Me desperezo un poco y camino con dirección a la ducha para darme un baño, un jean negro a la cintura en conjunto con un boustier blanco y una chaqueta negra de cuero a juego con unos botines del mismo color, son la opción que elijo para asistir a mi primer día.
No me maquillo y decido llevar mi cabello suelto con algunas ondas, el olor del café recién hecho termina por despertarme, papá ha preparado el desayuno.
—Buenos días linda —Saluda mi padre besando mi frente—.
—Buenos días —Sonrió antes de darle un sorbo a la taza de café—.
—¿Estás lista para tu primer día?
—Sí, estoy lista.
—Espero que te vaya bien hoy pequeña, debo ir al trabajo ya, pero estaré llamándote para saber cómo te va, nos vemos en la noche —Se despide— ten cuidado.
—Lo tendré, adiós papá.
Lo veo salir y me apresuro a terminarme el desayuno, no quiero llegar tarde, tomo mi bicicleta y me dirijo a la escuela, está llena de gente para ser un pueblo pequeño, camino entre los pasillos en busca de mi salón, pero me siento perdida en el lugar y termino chocando con alguien.
—Lo siento —Me disculpo recogiendo los anteojos del chico—.
—No hay problema, también ha sido culpa mía —Dice sonriendo, parece un chico amable—.
—Muévete nerd —Interrumpe un chico alto de cabello chocolate y ojos verdes que lo empuja de mala manera— carne fresca —Me mira guiñándome un ojo— ¿Necesitas ayuda?
—No, no la necesito —Contesto molesta por la forma en que ha tratado al chico—.
—Nos vemos en el receso —Se retira, es un idiota—.
—¿Te encuentras bien? —Pregunto entregándole los libros que el otro chico le ha botado al suelo—.
—Sí, gracias ¿Eres nueva verdad?
—Sí, es mi primer día.
—Buscas tu salón ¿Cierto?
—Sí, no sé donde está, solo sé que tengo literatura a la primera hora.
—¿Literatura? ¿Eres del último año?
—Efectivamente.
—Mucho gusto —Extiende su mano hacia mí— mi nombre es Lucas —Se presenta— estamos en la misma clase, si quieres podemos ir juntos al salón.
—Soy Abril y te lo agradecería mucho.
—Es por aquí, vamos —Me indica llevándome por los lockers y explicándome todo el procedimiento para acceder uno, es un chico como de un metro ochenta, tiene el cabello negro y unos ojos azules que se ven opacados por los enormes lentes que lleva—.
Entramos al salón y pronto me veo rodeada de miradas que me incomodan, la nueva ha llegado, decido sentarme, pero la profesora hace que vuelva a pararme para que me presente y agradezco que es corto el tiempo que toma hacerlo, no me gusta ser el centro de atención.
La mañana transcurre aburrida, pero por suerte la campana de receso suena, aunque no sé muy bien que hacer en mi tiempo libre, veo a Lucas acercarse con dos chicos hasta mí, son casi de su misma altura y visten ropa algo parecida a la de Lucas, pantalón de casimir, camisa y tirantes.
—Ella es Abril —Les indica a los dos chicos que se acercan a saludarme— es nueva.
—Bienvenida —Saluda el joven rubio de ojos grises y pecas— mi nombre es Liam.
—Y yo soy Noa —Se presenta el otro chico de cabello castaño oscuro y rizado, tiene unos ojos color ámbar que resaltan mucho en su hermoso color de piel—.
—Hola —Estrecho sus manos, salimos con rumbo a la cafetería de la escuela y nos agrupamos en una mesa para poder comer algo—.
—Como podrás ver querida Abril —Señala Noah— está es la jungla y la cafetería es el lugar donde las especies se juntan, la sección de la entrada le pertenece a los deportistas y a las porristas, debes cuidarte de ellos.
—¿Cuidarme de ellos?
—Sí —Apoya Lucas— les gusta molestar mucho, en especial a Álex mira al tipo que lo ha molestado— es el capitán del equipo de fútbol, ya lo verás atrás de ti en los siguientes días.
—Los de la mesa del centro —Continúa Liam— son los góticos, los de la izquierda son del club de teatro y los de la derecha son los “paz y amor” —Hace un gesto haciéndome saber que usan drogas—.
—Alerta, los idiotas se acercan —Advierte Lucas, el chico al que han llamado Álex se acerca junto con una joven muy parecida él—.
—Es su hermana Olivia —Murmura Noah— es la capitana de las porristas.
—Así es —Me mira Liam— y es aquí donde tu eliges el grupo al que pertenecerás—.
—Nos volvemos a ver —Se dirige a mi—.
—Sí, y sin andarnos buscando —Le respondo mientras continúo bebiendo mi café—.
—Eres nueva, podrías audicionar para ser porrista, no te aseguro que entres —Me mira con superioridad— pero puedes intentarlo.
—Que gran oferta —Finjo emoción— pero no gracias —Le doy un último sorbo a mi café y me levanto, la campana ha sonado y debemos volver a clases— vamos chicos.
—Los has bateado —Chifla Lucas—.
—Supongo que sí —Alzo los hombros sin importancia—.
Continuamos con las clases y noto que hay mucha tarea para ser el primer día, me despido de los que supongo son mis nuevos amigos y voy por mi bicicleta, no es mucho lo que tardo en salir, aunque una bulla llama mi atención, en el patio veo a Lucas en el centro de un círculo que han formado los alumnos mientras gritan ¡Pelea! ¡Pelea! No se quién es el tipo que busca golpearlo, pero lo reconozco de la mesa de los deportistas.
—Hiciste que sacará mala nota en mi tarea, lo pagarás —Se acerca furioso, va a golpearlo, dejo mi bicicleta de lado y trato de acercarme, pero no llego a tiempo, el primer golpe le abre el labio haciéndolo sangrar, pero el segundo no llega—.
Un chico como de un metro ochenta y cinco interviene, tiene el cabello negro al igual que su ropa y ojos azules como los de Lucas, lo veo encarar al abusón y tomarlo del brazo, haciendo un rápido movimiento y torciéndole la mano hasta que logra ponerlo de rodillas.
—Si vuelves a tocar a mi hermano, te arrancaré el brazo ¿Entendiste? —Hace presión hasta que el sujeto se queja del dolor —.
—Sí, si —Repite— no volverá a pasar Alexian —Promete—.
—Claro que no volverá a pasar lo empuja con el pie dejándolo en el piso— idiota, vamos Lucas —Se aleja entre los murmullos y admiración de los presentes, aunque son las chicas las que lo siguen embobadas con la mirada—.
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ALEXIAN "Lo Bizarro Del Amor"
RomanceEra todo aquello con lo que nunca soñé, era oscuridad, era maldad, era esa mezcla exquisita de locura y placer que pocas veces podías conocer, capaz de poner mi mundo de cabeza y de llevarme ha desear lo prohibido, con él podía pasar esos límites qu...