Capitulo 11

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Un tiempo después...

Benjamín y Camila ya habían comido y reían por las ocurrencias de Benja. Quería que ella riera y dejara esa estampa triste.

-En serio -se rió Benja-.

-No puedo creer que te tiñeras el pelo de negro -riéndose aún más-.

-Ya ves. Era un niño.

-Sí, que se dejaba llevar por lo que el resto pensara.

-El resto no, sino mis amigos. Ellos me dijeron que los rubios eran tontos, yo me teñí.

-¿Y qué te dijeron tus padres?

-Mi madre me mató a gritos. Y mi padre me rapó.

-Yo quiero verte rapado.

-No, señorita, no lo pienso hacer.

-¿Y una foto?

-¿Con mi madre? Siempre que pudiera evitarlo, me tenía encerrado y tenía prohibido la utilización de cámaras cerca mía.

-Pobre -intentando no reírse más-. Sería un trauma para ti siendo tan pequeño.

-Sí, pero me gustaba ver como mi madre revisaba a todos mis amigos y le quitaba los móviles y las cámaras.

-Te protegía mucho.

-Demasiado.

Benjamín se quedó pensando, al igual que ella. Camila había tenido a sus tíos para cubrir ese hueco. ¿Y él? No, él nunca tuvo a otra persona que sustituyera ese cariño.

Felipe paró el coche y esperó a que Luisana y Jaime retomaran la marcha. Confiaba cien por cien en que no era infidelidad, pero era bastante extraño ver a los dos por la calle sin que le hubieran dicho nada. Después de estacionar el coche y asegurarse que estaba cerrado, se bajó y siguió muy de cerca a los dos.

Cuando Luisana y Jaime llegaron a la clínica, entraron sin más. Felipe se quedó fuera, sin saber que hacer. Si entraba, lo descubriría, ¿pero por qué mierda iba Luisana con Jaime a una clínica? No lo entendía, pero tampoco tenía tiempo de penar en ello. Luego le preguntaría a alguno de los dos. Se fue de nuevo al coche.

Al llegar a su destino, aparcó de nuevo y sacó el móvil. Llamó a Camila.

-Dime, Feli.

-¿Puedes hablar?

-Benja fue un momento al baño.

-Han encontrado otro muerto con otra nota. Se dirige a nosotros otra vez. Entre esto y lo de Carlos... Tengo la sensación que se me va la asociación de las manos.

-No, Feli, estamos parando una mala racha, pero saldremos.

-Tengo la sensación de que vamos a encontrar muerto a Carlos.

Camila suspiró. Ella también tenía esa sensación.

-Intentaremos que no sea así.

-Como sea así, no sé que voy a hacer.

-No vas a hacer nada. Lo vamos a encontrar, ya veras.

Benjamín se quedó escuchando en la puerta del salón.

-No tienes la culpa. Carlos sabía a lo que se exponía.

-No te hagas la dura, porque tu estabas también muy unida a él.

-Sí -se le quebró la voz-, y lo buscaré hasta que lo encuentre, vivo o muerto.

-Yo también. Bueno, cuando puedas pasate por aquí y hablamos de todo.

• El plan imperfecto || Benjamila •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora