Capitulo 36

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-¡Del gobierno! -gritó Camila-. Agentes Secretos del Gobierno.

-¿Por qué el gobierno está detrás de nosotros? -preguntó Jorge, asombrado-.

Todos se miraron con preocupación. Ambas organizaciones habían tenido relación con el gobierno ofreciendo protección, eliminando a personajes peligrosos, hackeando ordenadores, etc. ¿Por qué ahora habían cambiado de parecer? ¿Por qué tenían a sus propios agentes?

Empezaron a debatir cual podría ser el objetivo del gobierno, pero no llegaron a más que simples suposiciones. Todos estaban algo consternados por la noticia, por lo que al final, cuando sonó el timbre de la cena, Felipe decidió terminar la reunión y al día siguiente seguir. Así todos podrían procesar toda la información.

Antes de que los miembros de la O.A.S. se fueran, Carlos les pasó unas contraseñas. Prometió que cuando teclearan esa clave en el ordenador, les saldría toda la información que Marcos había obtenido.

Con el estómago cerrado, Camila decidió solamente coger una manzana para cenar. Con cuidado la peló antes de salir del comedor y después se fue para su despacho.

Abrió la puerta con la mano que tuvo vendada hacía algunas semanas. Por suerte, el corte había sido superficial y ya solo le quedaba una línea rosa algo sensible. Podía cerrar y mover la mano como antes, cosa que la alegró enormemente.

Mientras se comía la fruta, disfrutó jugando un poco al solitario, cansada de trabajar durante todo el día. Pero su mente se negaba a descansar. Según iba moviendo las cartas por la pantalla, intentaba encontrar la solución del enigma que tenían. Y la pregunta era ¿por qué? ¿Qué habían hecho para perder la confianza de los altos cargos del país y que decidan aniquilarlos? ¿Hasta dónde sabían?

Apagó el ordenador frustrada. Esperaba al menos poder dormir tranquila. ¡Mierda! Le había prometido a Carlos que iría a ver la azotea. Tiró el resto de la manzana y salió del despacho.

Las voces del comedor eran apenas susurros. Todos comían en ese momento. Caminó a través del pasillo, pero le sorprendió ver un papel pegado en la pared, al lado del nombre de Benjamín.

El corazón se le encogió. ¿Era ternura? ¿Dolor? ¿Miedo? El nombre de Carlitos estaba allí puesto, al lado del hombre que una vez amó con todo su corazón y que aún no había podido olvidar. Luisana le había contado las aventuras del niño y lo dominante que era con su despacho. Acarició el nombre del pequeño y sus ojos se posaron en el nombre de arriba. Benjamín. Acarició la B mientras se mordía en labio e intentaba aguantar las lágrimas.

Repasó las letras una a una, reescribiendo su nombre. ¿Cómo podía dolerle aún tanto?

Y el destino quiso que en ese momento Felipe entrara en el pasillo. Iba a regañarle por no haber comido pero, en el momento que se dio cuenta del momento tan íntimo que estaba viviendo su prima, se escondió en la esquina que acababa de girar. La contempló hasta que finalmente ella cerró los ojos, giró bruscamente la cabeza y se alejó del despacho de Benjamín. Volvió sobre sus pasos hacia el comedor para que Camila no lo viera.

Ella inspiró y expiró profundamente, mientras intentaba tranquilizarse. Subió los escalones de dos en dos, sin cruzarse con nadie. Cuando abrió la puerta de arriba, el viento le dio de pleno en la cara. Dios, lo necesitaba, pensó con amargura. Necesitaba alejarse de este lugar. ¿Y si volvía a la selva? Tal vez encontraran alguna civilización perdida.

Suspiró y se puso a estudiar el lugar, tal y como le había pedido a Carlos. Se queda maravillada. La brisa refrescaba a cualquiera que llevara cerca de dos meses encerrado en un cuartel, pero tenía que tenerlo en cuenta para las velas. La luz del lugar era tenue, pero con la suficiente intensidad como para tener el lugar iluminado. Y, como estaban retirados de la ciudad, la luz de las farolas no enmascaraba las estrellas. ¡Había muchísimas! Nunca se había parado a ver el cielo desde allí. Se sentó sobre el poyete del gran respiradero de la cocina con los ojos puestos en el cielo y se olvidó de su alrededor.

• El plan imperfecto || Benjamila •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora