Capitulo 7

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El barco regresaba de nuevo al puerto. Camila estaba sentada al lado de Benjamín, observando sus rasgos. Era el hombre más guapo que había visto en su vida y había hecho que pasara el mejor día de su vida.

Benjamín, al contrario, todavía pensaba en las palabras de ella. Suspiró y redujo la velocidad. La cabeza le daba vueltas. Por una parte, se alegraba que el plan siguiera hacia delante, era su objetivo y no se podía desviar de él. Pero por otra, al ir conociendo a Camila, pensó que ella no era como los miembros de la A.N.E., que había una confusión. La miró de reojo, la chica miraba ahora para el mar. Era una novata que no sabía ni donde se estaba metiendo. Pero él no era novato, desde pequeño sus padres le enseñaron a actuar como era debido. No podía fracasar.

En nada de tiempo se estaban encaminando al coche. No habían hablado apenas después de la conversación de Camila con Luisana. Pero Camila pensaba que era por otra cosa. ¿No le había gustado tener sexo con ella? Genial, ya lo que le faltaba, comerse el tarro antes de irse. Ella quería que fuera una despedida... especial. Sin cortarse, buscó la mano de él y estuvieron cogidos hasta que llegaron al coche. Benjamín, como un caballero, el volvió a abrir la puerta, como la noche anterior. Camila le sonrió y le agradeció. Benjamín le devolvió la sonrisa y se fue a su lado.

Jorge llamó desesperado a Micaela. Esta entró lo más ligero que pudo en el despacho.

-¿Qué pasa?

-¡Se han perdido los papeles!

-¿Qué papeles?

-¡Unos papeles que tenía aquí en la mesa! -haciendo espavientos. Se llevó las manos a la cara-. No lo puedo creer, Benjamín me va a matar.

-¿Pero de qué eran esos papeles?

-Estaban muchos nombres de miembros de la A.N.E., con ellos, Benjamín podría ir identificando los que son o no de ellos. Y los he perdido. ¡Mierda!

-¿Y qué hacías con esos papeles?

-¡Estaba revisando datos! Benjamín me pidió que buscara cualquier dato que nos condujera a Colombo.

-En el despacho solo ha entrado Carlos Pérez.

Jorge miró a su novia. ¿Carlos había robado los papeles? Ese imbécil se las pagaría. No eran conscientes de que los papeles estaban más cerca de lo que esperaban, debajo del sofá que tenía allí Benjamín y que lo habían tirando ellos mismo en un ataque de lujuria. Jorge no se cortó ni un pelo y llamó a Carlos.

Luisana pegó un bote cuando vio llegar a su habitación a Camila. ¿A qué hora iba a irse? Vio al rubio detrás de ella y se sintió fatal. Cuando su amiga tenía un hombre detrás de ella, ella lo tenía que estropear todo. Pero no podía dejar así las cosas, tenía que hacer algo.

Camila cogió la maleta y la puso al lado de la puerta. Se aseguró, bajo la atenta mirada de Benja, que no se olvidaba nada. Luego, se acercó a Benjamín y esperó a que él reaccionara. Y no tardó en hacerlo. Se acercó a la chica y la cogió por la cintura.

-Dame algún dato para poder encontrarte. Tu número, tu correo... algo.

-Estar en este hotel a sido como un sueño. En el momento que pise Buenos Aires, todo volverá a la realidad. Y mi vida es muy complicada. Terminarás odiándome.

-Eso jamás. Eres la persona más especial que he conocido nunca.

-Exacto. Soy bastante especial, Benjamín, y esto que se ha creado entre nosotros se destrozará por mi culpa.

Benjamín no sabía como convencerla. Su número ya lo tenía por mérito propio y averiguaría muchas cosas de ella a través de él, pero sería muy raro que apareciera en su vida nuevamente sin haberle pasado ella ningún dato. Si ella le facilitara las cosas, todo iría mucho mejor.

• El plan imperfecto || Benjamila •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora