• El plan imperfecto || Benjamila •

Capitulo 29

Carlos salió corriendo del cuartel, sin importarle las posibilidades que tenía de encontrarse con alguien perteneciente de la O.A.S. por el camino. Marta no dudó en salir detrás de él, pero para pararlo. La lluvia había apretado, por lo que no lograban ver realmente bien por donde corrían.

Camila dio un paso hacia Benjamín.

-Benja... -susurró-. ¿Por qué has bebido? ¿Por qué hoy?

Benjamín miró a la asesina de su padre por primera vez desde que entró en la iglesia. Estaba preciosa vestida de novia. Jamás la había visto tan hermosa.

El nudo en su corazón hizo que las lágrimas comenzaran a salir de nuevo, sin poder evitarlo.
Camila en cuanto fue consciente de sus lágrimas, se acercó a abrazarlo, pero él la empujó y se zafó de su abrazo.

-¡No te acerques! -le gritó-. ¡Eres una asesina!

Ella agachó la cabeza. Ahora comprendía que Benjamín no había aceptado lo que ella era la noche anterior y se lo estaba haciendo pagar de la peor manera. Sus ojos ya estaban también vidriosos y no tardó en derramar las primeras lágrimas.

-¡Qué mierda dices! -se metió Felipe-. ¿Qué coño te pasa, Benjamín?

-¡No me dirijas la palabra, Colombo!

Todos se quedaron mudos en la sala. Felipe miró a Benjamín, intentando averiguar hasta qué punto sabía él.

-Estarás contenta, ¿no? -volvió a atacar a Camila-¡Me destrozaste la vida!

-¿Pero de qué estás hablando? ¿Por qué me echas a mí las culpas? -le preguntó ella, llorando-. ¡¿Qué te hice, Benjamín?!

-¡Mataste a mi padre en Italia! ¡Siempre pensé que fue Colombo!

Entonces algunas piezas empezaron a encajar en la cabeza de los primos.

-¿Tu padre era de la O.A.S.? -preguntó Felipe-.

-¡Mi padre era el jefe de O.A.S.! -le gritó a Camila, como si hubiera sido ella la que había preguntado-. ¡Y tú lo mataste para vengarte de la muerte de tus padres!

-No sigas -le pidió ella, destrozada-.

-Sí, Camila. ¡Mataste a mi padre! Y casualmente al que le seguías la pista era a mí. ¡Él solo vino a avisarme! ¿Me hubieras matado a mí de la misma forma que a él?

Camila se tapó la cara, mientras intentaba despertar de la pesadilla en la que estaba metida, pero no sintió su cama, seguía en la iglesia.

Felipe llevó su mano derecha hacia atrás, con cuidado.

-Ni se te ocurra, Felipe -le dijo Benjamín-. Si quieres que tu prima salga de aquí con el vestido blanco, te recomiendo que no intentes nada. Solo quiero hablar.

Felipe miró a su prima y entonces lo vio:

El punto rojo sobre su pecho.

Buscó de dónde provenía, pero la parte superior de la iglesia estaba a oscuras. Se escucharon más gemidos en la sala al darse cuenta.

-Lo tenías todo planeado, ¿verdad? Enamoraste a mi prima para luego ¿qué? ¿Matarla aquí vestida de novia?

-No te equivoques, Colombo. Te buscaba a ti. Mi plan era enamorar a una novata para llegar al gran líder y así matarlo por haber matado a mi padre. Y ya veo que no me equivoqué tanto, ¿no? Eras tú -señalando a Camila- la que legalmente tiene el mando de la asociación. Vaya novata encontré.

-¿Quién eres? -preguntó Felipe, con desprecio en la voz-.

-Soy el sucesor de mi padre, el líder de O.A.S.