Saga: Petrovic
Libro: 2
Zinerva, la Luna, se encuentra en una encrucijada imposible. Como la destinada de tres Alfas, su vida está llena de complicaciones y peligros, y acaba de perder a su querido hijastro a manos de su propia abuela paterna duran...
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|•Marcio Brown•|
Salgo de la oficina que tiene mi Ángel en su Taller ya que uno de los Deltas me avisó por el link que había algo raro en la cochera , cuando llegó veo a dos Deltas hablando entre si , más cuando me miran dejan de hablar.
— ¿ Para qué me llamaron ? — pregunto.
— Alfa nosotros no lo hemos llamado — contesta uno de ellos, se nota que tiene varios años más que yo.
— me llamaron a través del link diciendo que había algo raro en la cochera — digo algo fastidiado por la situación.
— ¿ Dejo a la Luna sola ? — pregunta el otro que se ve más joven que yo.
— si ... — respondo.
— ¡ Maldito idiota nos tendieron una trampa ! — ruge mi lobo Ethan.
Inmediatamente cambio a mi forma animal y salgo corriendo hacía la oficina mientras los dos Deltas me siguen y llaman refuerzos. Cuando estoy en frente de la puerta me estrelló contra ella rompiéndola para no perder tiempo, lo primero que siento es ese olor a incienso que utilizan los cazador para camuflar su olor verdadero, veo a mi compañera mirando hacia la ventana y ahí veo como un hombre salta por esta para salir de la oficina, sin pensarlo corro detrás de él y cuando me tiró por la venta trato de morder su ropa para atraparlo , pero todo pasa en cuestión de segundos desaparece antes de que ambos tocamos el suelo , asombrado y algo confundido por lo que acabo de ver no me preparo para la caída y caigo de cara soltando un chillido.
« ¿ Se teletransporto ? »
— ni yo me lo creo — dice mi lobo aún confundido.
— eso es magia — gruño — ¡ esa es mi magia ! — le digo a mi lobo ya que cada hechicero puede reconocer su magia por el mana que está emana cuando se utiliza.
— tenemos que volver a la manada, estamos desprotegidos fuera de ella — ordena mi lobo.
Me levanto del suelo para regresar con mi Ángel ignorando el dolor que siento en mi mandíbula y recordando que estoy en un pueblo lleno de humanos que pueden haberme visto.
Cuando llego a la oficina ella está custodiada por cinco Deltas, menos más que mi lobo insistió en llevarnos varios Deltas ya que yo solo queria traer un par solo por precaución, pero veo que él tenía razón.
« nunca debimos haber venido »
— vamos de regreso a la manada — ordeno a través del link — estén atentos a cualquier cosa — corto el link.
Vuelvo a mi forma humana algo adolorido de la mandíbula, pero ignoro eso para concentrarme en mi compañera la cual esta mirando a la nada con sus manos en su abdomen.
