82. Temperatura

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| Reece |

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| Reece |

Miro el desastre que hice en la ducha, hay charcos blancos cubriendo todo el suelo, pero si no lo hacía ahora me estaría retorciendo del dolor, muevo el grifo para que el agua fría caiga sobre mi cuerpo y el suelo, siento que mi sangre está hirviendo, es normal que nuestra temperatura corporal se eleve durante el celo, pero lo que está pasando con mi cuerpo es una exageración.

Me tenso cuando escucho como abren la puerta, por suerte los charcos blancos ya se disolvieron con el agua, sin embargo el vidrio que me separa de la persona que entró es totalmente transparente.

— Recce lamento entrar al baño cuando lo estás ocupando, pero tengo una emergencia — por un momento me susto al escuchar lo que dice ella.

Pero me calmo al ver que solo se sienta en el retrete para orinar, por un momento pensé que su emergencia era algo grave, aunque no pienso en eso por mucho tiempo ya que ella me está mirando, el vidrio que nos separa es totalmente transparente ella puede verme tan bien como yo la veo a ella, todavía el agua está cayendo sobre mi cuerpo ya que no he cerrado la llave, es agua fría para bajar mi temperatura corporal, pero al parecer no funciona para evitar que cierta parte de mi cuerpo ubicada en mi entrepierna se levante.

Trago grueso cuando sus lindos ojitos miran hacia mi entrepierna, no me da vergüenza que me mire, pero su mirada es intensa, frunzo el seño cuando solo uno de sus ojos cambia de color de gris a un azul intenso, dejando una heterocromía temporal en su rostro, lo cual es normal en los híbridos cuando ambas partes están presentes y tienen ambos el control del cuerpo.

Ella al terminar de hacer sus necesidades se limpia, aún sigue desnuda, pero me tenso cuando empieza a caminar hacia mí, sus dedos tocan la puerta de vidrio y la jalan para poder ingresar, ambos quedamos frente al otro, se me hace tierno la diferencia de estatura.

— ¿ Se te perdió algo ? — pregunto divertido al ver sus pupilas dilatadas.

— ¿ Tú eres mío ? — su pregunta me toma desprevenido, su voz suena distorsionada así que supongo que ambas hicieron la pregunta a la vez.

Me impresiona la forma en como se cordinan, ahora entiendo por qué Mildred nunca toma el control, ella está siempre presente, le gusta ser espectadora y en cualquier momento cuando lo desee puede tomar el control, pero es una Omega y para ellos no es tan placentero ni siquiera agradable tener la responsabilidad de algo, ser el jefe por un tiempo, su naturaleza sumisa los vuelve perfectos para recibir órdenes, pero Zinerva es un caso a parte, su forma de ser es tan contradictoria, tan diferente a su loba que de alguna extraña forma enjacan perfectamente.

— por supuesto, tú eres mía y yo soy tuyo, la marca en tu cuello lo demuestra — contesto y ella sonríe.

Da un par de pasos hacia mi dirección, cierra la puerta de vidrio detrás de ella, el agua aún sigue cayendo sobre mi cuerpo y al parecer a ella no le importa mojarse.

Zinerva : Trio de MatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora