32. Cazador

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|• Garald Petrovic •|

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|• Garald Petrovic •|

Después de haber escuchado la versión de ese Delta respecto a lo que pasó en el Taller de mi compañera le ordeno a todos que hagan un reporte detallado de todo lo que pasó desde el momento en que pusieron un pie fuera de la manada.

Camino rápido para llegar a la clínica haber cuál fue el diagnóstico que le dieron los doctores a mi compañera, más mi lobo está más ansioso que yo por legar así que me quito la ropa para cambiar a mi forma animal y agarra mi pantalón con mi hocico para acto seguido correr hasta la clínica. Cuando llego vuelvo a mi forma humana para colocarme el pantalón rápido y casi corriendo llegar al consultorio donde se instalaron los tres doctores del concejo, apenas abro la puerta me percato que ya mi compañera está despierta en los brazos de Marcos y que los doctores no están en el consultorio.

— ¿ Qué dijeron los doctores ? — pregunto mientras me acerco a ellos.

— todo está bien, simplemente su cuerpo por se agoto por todas las emociones, más ella y los cachorros están bien — apenas termina de hablar Marcos siento alivio.

— ¡ Qué parte de no salir de la manada no quedo claro ! — la regaño y ella esconde su cabeza en el cuello de Marcos.

— no seas tan duro con ella — la defiende mi lobo — fue manipulada por ese estúpido híbrido — gruñe.

— tú más que nadie sabes que si ella no quiere hacer algo nadie puede obligarla — le recuerdo algo que ya mi lobo sabe.

— yo solo quería ver cómo está mi Taller — escucho que murmura ella.

Resopló no muy convencido con esa respuesta, pero se que a ella no se le hubieran metido las ganas de ir si el condenado de Marcio no le hubiera mentido sobre eso y a la final la llevo a mis espaldas solo porque no soportaba que ella estuviera enojado con él.

— tengo que decirles algo cuando estemos solos — susurra mirando a los lados.

Frunso el ceño por lo que dice, más me alegra que sepa cuáles lugares son adecuados para hablar de temas importantes.

— vamos a la casa entonces — digo cansado de esta situación — ¡ ni creas que se te vas a salvar del castigo ! — le recuerdo y ella hace un puchero.

— estoy embarazada de trillizos, no me puedes castigar — dice segura con una sonrisa.

— que no pueda ser brusco no significa que no te pueda castigar — apenas lo digo ella borra su pequeña sonrisa de victoria.

Zinerva : Trio de MatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora