48. Síndrome de couvade

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| Zinerva |

Miro por la ventana de la sala, me encanta poder ver el bosque desde el interior y la comodidad de mi hogar sentada en mi sofá favorito con una rica tasa de café, pasaron diez días desde la revisión medica que tuve en esta misma sala, actualmente tengo 15 semanas de embarazo, mi abdomen sigue casi del mismo tamaño y eso me preocupa, solo creció unos cuatro centímetros y aumente solo un kilo en diez días, se supone que debería ser más según lo que investigue por internet ya que llevo tres bebés en mi vientre, más siento que esto va muy lento a pesar de que mi embarazo será más corto que el de una humana normal.

— Luna, aquí tiene un pequeño aperitivo — dice Elena.

No sé en qué momento llego a mi lado, pero ya me acostumbré, ella es muy silenciosa.

— gracias, no tenías que hacerlo — agradezco de corazón.

No le pedí un aperitivo, pero siempre me trae uno después de que pasan unas pocas horas del almuerzo, además también es porque lo ordena la dieta que debe seguir al pie de la letra, no puedo pasar tanto tiempo sin comer algo o beber agua.

— Luna — me llama y la miro — ¿ puedo hacerle una pregunta ? — murmura tímidamente.

— claro Elena.

— ¿ Ya tiene el nombre del futuro Alfa ? — pregunta con entusiasmo.

Siento como si un balde de agua fría me hubiera caído, ni siquiera hemos pensado en los nombres.

— No, menos mal que me recuerdas porque si no estaría toda apurada buscando nombres el último mes — admito, ella solo sonríe.

— Entiendo, ya me voy Luna — me avisa — ¿ Necesita algo más ? — niego y ella hace una reverencia antes de irse.

Me dedico a comer mientras miro el bosque, me gustaría estar dentro de el en este momento, más ninguno de mis Alfas están aquí hoy y sería un blanco fácil yo sola, además no quiero que Garald deje de traerme cosas ricas todos los días solo porque salí a dar un paseo por el bosque cuando fácilmente puedo esperar a que ellos lleguen para salir a pasear un rato.

Toco mi abdomen cuando termino de comer, pienso en un nombre o mejor dicho en varios nombres, tiene que ser algo único, sera una de las cosas que los identifique por el resto de su vida de los demás hombres, tiene que tener un buen significado, también me gustaría que los significados de los nombres fueran parecidos para que ellos no estén celosos cuando sepan lo que significa o crean erróneamente que quiero a uno mas que al otro por su significado, pienso y pienso mas ningún nombre de los que se me ocurren me parece suficientemente bueno para mis bebes.

— que linda te vez toda distraída — me sobresalto al escuchar la voz de Marcio o Adolphus.

— ¡ casi me da un infarto ! — coloco una mano en mi pecho — no me asustes así — pido.

— lo siento, no era mi intension asustarte — se disculpa.

— ¿ eres Marcio o Adolphus ? — pregunto mientras él se sienta a mi lado.

— me ofende la pregunta, ¿ acaso no es obvio ? — cuestiona.

— no, tienes el mismo cuerpo y voz, es difícil saber cual es cual — admito.

— soy Adolphus, pensé que después de tantos días que hemos estado juntos ya sabrías diferenciar entre el patético Marcio y yo — gruñe notablemente enojado.

— en mi defensa eres igual físicamente, además deberías de darle el control a Marcio, por algo es él la parte humana — le recuerdo.

— él tuvo el control por mas de seis siglos, es mi turno de disfrutar, no sabes lo fantástico que es transformarme cuando quiera, dejar de ser espectador para pasar a ser protagonista, por primera vez tomar decisiones, lo disfruto, incluso las decisiones mas simples como ponerme ropa interior o no, que color de camisa usar o que desayunar, es fascinante la cantidad de decisiones que toma una persona en un solo día — dice emocionado con esas cosas tan simples.

Zinerva : Trio de MatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora