41. Mi ex

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|• Zinerva •|

Miro como Marcio me trae mi desayuno, sonrió cuando lo coloca en frente de mí, ambos estamos sentados en la cama, miro por la ventana notando que hoy será un lindo día soleado, al parecer hay mucha brisa.

— Garald dijo que por costumbre nos tenemos que vestir formal — me informa.

— me compro unos lindos vestidos, además tengo tiempo que no utilizo tacones — comento feliz.

— ¿ tengo ropa formal ? — pregunta.

— si, yo te compre varios trajes... ¿ podemos vestirnos a juego ? — pregunto llevando un trozo de fruta a mi boca.

— claro, estás hermosa mi Diosa — me halaga.

— tú también mi rey — susurro.

— ¿ Cómo me dijiste ? — apenas lo pregunta me hago pequeña.

« creo que no le gusto mi apodo »

— lo siento — susurro.

— quiero que lo repitas — exige.

— mi rey — murmuro nerviosa.

— ¡ Me encanta ! — me abraza — no sabes lo feliz que me haces, no sabes lo mucho que cambio mi vida desde que recibí la llamada de Marcio diciendo que te había encontrado — besa mi cuello justo en su marca y me estremecí entre sus brazos — nunca dudes que te amo... eres lo mejor que me pasó.

Su mano va hacia mi vientre y acaricia mi piel, mi abdomen está hinchado, al menos eso parece ya que tengo una contestura delgada y mi pancita se está abultado cada día más.

— pronto serán las mejores cuatro cosas que me pasaron en la vida, no me imagino las canas que nos sacarán estos cachorros — se ríe — ¿ cómo serán ?

Sonrío cuando hace la misma pregunta que yo me hago, no puedo imaginar cómo serán.

Cuando terminamos de comer él lleva los platos y ambos nos disponemos a revisar nuestro closet para saber que ropa tenemos para esta ocasión, sonrió al ver un hermoso vestido negro con un ligero escote en la área del pecho y una aventura en donde irá mi pierna, es algo largo por ende deberé usar tacones, por suerte compre varios esa vez que Garald me llevo al centro comercial, elijo un traje negro para Marcos y este en ningún momento se queja, cuando me quito la ropa noto que el tiene algo en su mano.

— quiero que te coloques esto — ordena.

Miro un conjunto de lencería negro, muy revelador que escogió Garald ese día, la parte inferior es una pataleta de ilito que no tapa casi nada y el sostén es solo tela que incluso transparentaria mis pezones.

— ni siquiera me bañé para que me lo ponga — trato de dar una escusa creíble.

— si tú Alfa da una orden como la hermosa y obediente Omega que eres deberías cumplirla... ¿ acaso prefieres castigo ?

— no estamos en la cama — le recuerdo.

— lo sé, pero si ese es el problema te pondré en ella y no saldremos de aquí hasta que entiendas que hay ciertas cosas en dónde las órdenes de tu Alfa debes obedecer... aún si no estás en la cama — su voz tiene un ligero toque de amenaza.

Zinerva : Trio de MatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora