Saga: Petrovic
Libro: 2
Zinerva, la Luna, se encuentra en una encrucijada imposible. Como la destinada de tres Alfas, su vida está llena de complicaciones y peligros, y acaba de perder a su querido hijastro a manos de su propia abuela paterna duran...
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|• Zinerva •|
Paso una semana desde que fuí al taller con Marcio, por más que le rogue a Garald para que lo sacará de dónde sea que lo tenga metido no me hizo caso, incluso le hice la ley del hielo por 28 horas y aún así no se apiadó de Marcio, lo peor de todo es que incluso Marcos dijo que se merecía un castigo por ponerme en peligro, se que no le gusto que fuera tanto tiempo, pero igual no le dijo nada a Garald.
Miro mi pancita la cual a estado un poco inflada estos días, creció el doble y eso me preocupa ya que no creo que sea normal, los doctores vinieron hace tres días para revisar y solo me dijieron que todo estaba bien, que los bebés estaban creciendo más porque ahora sí tienen todos los nutrientes que necesitan, aunque creo que es un poco exagerado la manera tan rápida en que crecieron está última semana, también estoy bastante preocupa por mi piel porque en tan solo una semana se estiró mucho y no dudo que se estire más con el pasar de los días, supongo que tendré muchas estrías aún cuando me preocupe por humectar mi piel y frotar aceites todas las noches.
Me levanto de la cama para darme una pequeña ducha y después mirarme al espejo, siento que no cambie mucho desde que estoy embarazada, solo mi abdomen se ve más abultado, pero quitando eso todo sigue igual incluso si me ven por detrás no se notaría que estoy embarazada.
— sigo siendo sexy — murmuro sonriendo.
Me aplicó al de crema a mi piel, me peino el cabello y me decido por un lindo conjunto de ropa interior, más un vestido algo corto color gris con un pequeño escote en mis senos, me estoy colocando vestidos porque siento que con los pantalones estoy aplastando a mis bebés, para terminar me coloco unas botas ya que no quiero utilizar sandalias.
— Cachorra — escucho la voz de Garald.
Me acerco a la puerta y está se habré antes de que yo lo hago, veo como Garald tiene el seño ligeramente fruncido cuando me mira, no habla solo me mira de arriba a bajo por unos segundos y yo empiezo a ponerme nerviosa.
— ¿ Me veo mal ? — pregunto dudosa por su expresión.
— no, pero ... ¿ tienes algo más cubierto ? — pregunta y eso me enoja.
— ¡ No ! — un gruñido sale de mi garganta y veo como se sorprende.
— bueno — se apresura a decir — tu maldito brujo ya lo traen — me informa entrando a la habitación — la casa por fin ya está lista totalmente, la terminaron hace unos días , pero faltaba pintar y acomodar unas cosas — noto que quiere cambiar el tema por la pregunta estúpida que hizo hace unos segundos.
Se acerca a mí, su mano derecha acaricia mi muslo desnudo mientras su mirada está en mis senos.
— te ves muy bien — susurra con voz ronca.
— siempre — digo arrogante y él sonríe — lastima que siento lobito no hizo lo que le pedí e incluso suplique — apenas lo digo me apartó de él.
