50. Marcio regresa

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| Zinerva |

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| Zinerva |

Me despierto asustada al sentir como alguien toca mi abdomen, pero no abro los ojos por miedo ya que ayer Marcos y Garald me comentaron que lo más probable es que se fueran en la madrugada para no ser tan fijos en la hora que salen y vuelven a la casa.

Siento unos dedos ásperos acariciar la piel de mi vientre, trago grueso bastante nerviosa, creo que es un hombre, me armó de valor y sin mover un solo músculo saco mis garras mientras mis colmillos se alargan, rápidamente abro los ojos para tirarme encima de esa persona y tratar de clavar mis garras en su cuello, pero él es más rápido que yo y me agarra de la muñeca antes de que mi mano pueda llegar a su cuello.

—  tranquila angelito — dice Marcio.

Me quedo en un pequeño shock al ver que él está despierto, ayer en todo el día ni se movió y no importaba cuánto lo tocará o cuanto ruido hiciéramos, no me preocupe demasiado porque Marcos dijo que era normal, que solo necesitaba tiempo para volver a tener el control de su cuerpo.

— parece que alguien amaneció un poco agresiva hoy — dice con burla.

Yo sonrío apenada guardando mis garras y colmillos, ni siquiera se cómo pude sacarlos y guardarlos tan rápido y con tanta precisión, creo que el susto y la adrenalina fue la responsable de eso.

— lo siento... no sabía que eras tú quien me tocaba — admito avergonzada — me dió miedo — susurro.

Él me abraza como si no me hubiera tocado en años, yo simplemente dejo que lo haga mientras con una de mis manos acaricio su espalda.

— no sabes cuánto extrañe poder tocarte, poder hablarte, sentirte, ser yo quien hiciera todas las cosas que Adolphus hizo mientras tenía el control — apenas menciona a Adolphus el enojo me empieza a invadir.

Me separo de él para poder mirarlo, me mira algo triste al ver que me alejo y algo de culpa me invade, mas no voy a ceder ante esos ojitos de cachorro regañado que mis Alfas saben hacer.

— ya se lo que le hiciste al pobrecito Adolphus — digo cruzada de brazos.

Él gruñe rodando los ojos y yo lo miro mal, es obvio que no está arrepentido por lo que le hizo.

— ¿ Encerio estás de su lado ? — cuestiona incrédulo.

— no tome ningún lado, lo que hiciste no estuvo bien, lo encerraste dentro de ti por décadas, él no tiene ni una pisca de la culpa de que seas Licántropo y de que no te guste serlo solo porque tu padre biológico lo es — le digo lo que pienso sin rodeos.

— si estás de su lado — afirma enojado — ¡ él también me hizo lo mismo a mí por días y tú solo le pediste que me diera el control cuando empezaste a extrañarme ! — me sorprende cuando alza la voz y no solo eso sino que me habla de forma autoritaria.

Zinerva : Trio de MatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora