Kevin

Something sweet

El regreso hacia la ciudad resultó bastante tranquilo, todos iban lo suficientemente agotados como para hacer algo relevante en el vuelo o en lo que quedó del día así que pasaremos a lo importante.

La selección argentina estaba pasando por un mal momento luego de quedarse sin director técnico pero afortunadamente tenían un reemplazo, o algo parecido. Scaloni era un Beta que estaba aprendiendo a manejar un equipo de tal magnitud pero la intentaba llevar tranquilo y no ser tan exigente con ellos fuera de las canchas, así que no tuvo problemas con dejar ir a Messi del hotel una vez que este le explicó más o menos la situación y con la condición de que su relación no interfiriera con su desempeño físico, cosa que el Omega prometió que no sucedería.

Julián no fue con él ya que entendía lo que era darle algo de espacio a su padre y estaba bajo los cuidados del resto del equipo, obviamente algo saldría mal, todos lo sabían pero no quisieron alarmar a su capitán.

Con Guillermo la situación era relativamente parecida respecto a sus cachorros, ambos rentaban departamentos por separado así que no siempre estaban en casa del Alfa y ahora más que nunca tendrían que quedarse fuera de ahí por lo que habían acordado con sus tíos cuando estuvieron en Chiapas.

Pero no estarían mucho sin verse, aún quedaban los entrenamientos y los partidos restantes por lo que esa leve separación que hubo entre los mayores y sus hijos no fue tan significativa.

El día del segundo partido había llegado, el acuerdo que Ochoa y Messi era que no dejarían que su relación interfiriera con desempeño vida dentro de la cancha, tenían la suficiente madurez para sobrellevar eso y no molestarse con el otro por perder o ganar.

Aunque claro, habían más razones para enojarse en ese partido y no precisamente por culpa del otro...

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Los minutos se agotaban del segundo tiempo pero ningún equipo parecía particularmente disgustado pues estaban en un cómodo empate de 1 a 1 y habían mantenido buen espectáculo; aquellos partidos eran más por eventos de beneficencia que por otro motivo, en otras partes del mundo ocurría lo mismo y estarían así por al menos, dos meses así que probablemente a la selección mexicana también le tocaría salir de su país próximamente.

El primer gol fue sorprendentemente del equipo tricolor, el duelo entre Javier y Emiliano fue quizás lo mejor de todo el partido por mucho, el empate les llegaría hasta el segundo tiempo gracias a Julián y Guillermo no pudo evitar sonreír ante ello pero pasó relativamente desapercibido para la audiencia por lo menos que lo tomó como una señal de frustración proveniente de el portero "Beta".

Faltaban cinco minutos y ya nadie esperaba algo interesante de ese partido y ojalá se hubiera quedado así pero nuevamente Ochoa halló motivo suficiente para enfurecerse al ver como un miembro más de la selección argentina que no alcanzaba a ubicar se burlaba de Diego, y si Kevin quien era más tranquilo había caído en sus provocaciones el otro Omega no dudó en responder de igual forma.

Sergio, Julián y Lionel reaccionaron de inmediato y de mejor manera que los restantes de su equipo a la pelea que se estaba generando, sobre todo porque sabían que Guillermo ya había abandonado su posición para dirigirse probablemente a tumbarle los dientes al que ya se encontraba forcejeando con su hijo.

—Guillermo lo va a matar. —Le susurró Agüero a su capitán.

—Yo también lo haré. —Gruñó el Omega acercándose decidido a separarlos, por supuesto que Lautaro no pudo quedarse quieto en este partido, pero antes de que Messi siquiera hiciera algo el arquero de México había llegado.

Diego lo notó y por instinto dejó de forcejear con el Alfa argentino, quizás estaba mal dejar que su padre se encargara de rescatarlo, pero cualquiera que fuera cercano a ellos tenía una cosa demasiado clara.