—¡Por una chingada, suéltenlo!
—¡Por su culpa no dormimos bien!
—¡Eso fue porque se chingaron medio kilo de café entre los tres!
¿Qué sucedía? Fácil: luego de que Leo le dijera al Alfa que atendiera a la puerta los argentinos no mostraron piedad contra él y lo llevaron al baño de ese mismo cuarto, lo dejaron bajo la regadera y abrieron el agua fría ya que a palabras del Dibu necesitaba una ducha helada con urgencia.
No hicieron lo mismo con Messi por dos razones: una, era su capitán y lo respetaban, dos, valoraban sus vidas y no lo harían enojar pero se lo estaban ganando por tratar a Guillermo así, aunque por un lado también quería contener su risa, si supieran que el verdadero hormonal es él ni lo creerían.
En lo que todo sucedía el Omega tuvo que ir a buscar a los amigos de Ochoa que estaban un piso más arriba; cuando regresaron Guillermo ya estaba parecía un chilaquil, y para colmo no llevaba más ropa que la que se habían encargado de empapar.
Los argentinos parecieron satisfechos al verle así por lo que literalmente lo soltaron haciendo que el Alfa casi cayera al suelo, Messi de inmediato fue con él. —¿Estás bien?
—Se sintió como mi cumpleaños. —Respondió con una sonrisa.
—¿Por qué tanto desmadre? Si Memo se baña a diario. —Preguntó Guardado.
—Se pusieron a darle a la matraca en la noche y nosotros estábamos en la pieza de al lado. —Explicó Ángel siendo el más calmado entre los tres.
La mención del cuarto de al lado alertó a la pareja, cierto, sus hijos.
—¿Cómo que en la pieza de al lado? Si los cachorros estaban ahí. —Preguntó Messi alarmándose ahora por no saber en dónde estaban.
—¿Entonces sí cogieron? —Javier miró de manera burlona a Andrés, como si este le debiera algo.
—Vale madres eso, ¿dónde están mis hijos? —Y nuevamente un Guillermo enojado hizo acto de presencia.
—Contesta eso y yo te explico. —Respondió el Omega mexicano.
—Sí, eso pasó, ahora no estén chingando y díganme dónde están.
—¿Posta que cogieron? Che, que ni nos dimos cuenta. —Se quejó Sergio con el ceño fruncido, no dormir bien le trajo un humor insoportable.
—¡Cierren el orto! —Exclamó Lionel antes de que empezaran a discutir y después miró a Javier, esperando su explicación.
—Gracias, Messi. —Si no él hubiera terminando gritándoles. —Con el Guardado hicimos una apuesta de que si terminaban cogiendo él me iba a dar cien varos, él confió en que se aguantarían hasta regresar a la ciudad y eso pues, no sucedió.
Mientras que explicaba Guillermo había ido por una toalla. —Cuanta fe me tienen me cae.
—No mames Memo, estuviste como diez años sin coger, así nadie se aguantaría. —Delató Andrés haciendo que los tres argentinos metiches soltaran una carcajada.
—Fueron solo siete, pendejo. —Gruñó por lo bajo, Lionel entendía muchas cosas ahora.
—Guille, no te estás ayudando.
—Como sea, todo bien hasta ahí hasta que nos acordamos de que sus hijos estaban en el cuarto de al lado y ellos no necesitan más traumas, tuvimos que despertarlos y los cambiamos de cuarto... y sin ofender pero Julián tiene un humor de la chingada, se parece a ti Memo. —Todos los presentes estuvieron de acuerdo con eso. —En lo que estos tres weyes estaban en la pendeja llevamos a sus cachorros al piso de arriba y a estos los dejamos a un lado de la suya, fue un bonito karma.
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Kevin
Fanfic•͈ ┈─ How can we not talk about family when family's all that we got? Guillermo es un hombre solitario, con un único brillo en su vida el cual no cambiaría por nada en ella. Su razón de ser y esforzarse fue lo mismo que lo privó de d...