Guillermo estaba a punto de llorar por las palabras del argentino, no podía creerse que en tan poco tiempo el menor parecía haberse cautivado por el Alfa casi tanto como él por el Omega.
Sin poder resistirse abrazó con más fuerza al menor y le otorgó un largo y lento beso, cargado de todo ese cariño que sentía por Leo.
—Yo también quiero que seas mi Omega, Lionel, lo deseo tanto que si fuera un desesperado te marcaría ahora mismo. —Eso hizo al contrario soltar una risita, sabían que Ochoa nunca lo obligaría a algo así pero el Alfa no podía ocultar su felicidad. —Te esperaré hasta que estés listo, no te obligaría nunca a algo como eso...
—Lo sé, Guille, lo sé... —Le sonrió al mayor. —¿Pero vos estarías dispuesto a eso? Una marca es aún más denso que el matrimonio.
El mayor se sentó en la cama y miró algo confundido al Omega. —¿Por qué no lo estaría? ¿Tú... tú lo estarías?
Messi imitó su acción, tomó las manos del Alfa para tranquilizarlo porque quizás ya estaba pensando en lo peor. —Claro que lo estaría, más que nada en el mundo, pero sabes que no podemos desaparecer del fútbol así como así.
—¿Eso es lo que quieres? —A Guillermo le aterró un poco aquella insinuación, Leo vivía por ese deporte y ahora... —No puedes, eres el mejor del mundo, aún te queda mucho por hacer, mínimo un último mundial, Leo...
—Necesito que me digas si estás hablándole al jugador o a mí. —Dijo de manera casi cortante el Omega. —Estoy cansado, cansado de todo eso, Guille, todo mundo me ve por lo que valgo para el fútbol o para darles hijos y ya, me cansé de fingir que no estoy satisfecho con lo que he logrado, soy feliz con esto, me consideren el mejor o no, he hecho mi mayor esfuerzo todo este tiempo... ¿no puedo ser egoísta por una vez?
Una pequeña lágrima brotó del Omega y el mayor no sabía qué hacer, era el primer momento de debilidad que mostraba el menor ante él, tenía que tratarlo con mucho cuidado y Ochoa no era de demasiado tacto pero haría todo lo posible.
—Nunca te has detenido a pensar en lo que realmente quieres, ¿verdad? —Dijo con suavidad el Alfa, acariciando el dorso de las manos ajenas.
—Nunca lo consideré siquiera, pero ahora que vos estás en mi vida quiero mandar todo al carajo y estar contigo, Guille quiero ser libre...
La iluminada sonrisa del Omega hizo que el corazón del mayor se estrujara, su pecho dolía y se sentía más pesado que nunca... libre, ser libres, saborear esa palabra llenaba a ambos de alegría pero aún había una duda en el Alfa.
—Yo también, no sabes cuanto lo deseo, pero Leo... si tú en algún momento quieres una familia conmigo, yo... sé que tenemos a Kevin, Diego y Julián pero yo no te puedo dar un bebé.—Ese tema era tan delicado para el mayor. —Yo no puedo darte un cachorro de ambos, y sé que los Omegas en algún momento de sus vidas anhelan demasiado eso y más aún cuando encuentran a su destinado y solo piensan en darles hijos, sé que no es tu caso pero no quiero que eso nos pueda llegar a separar.
—¿Te seguís atormentando por eso? —El menor ahora acarició su rostro con sumo cuidado. —A mí no me importa si no me podés dar hijos, ni siquiera sé si yo pueda hacerlo pero yo lo que quiero es estar a tu lado, quiero ser tu pareja, tu Omega, contigo quiero todo lo que vos puedas y estés dispuesto a darme, Guillermo Ochoa.
El Alfa no resistió más y se lanzó al menor para volver a atrapar sus labios; las palabras no eran precisamente algo que el mexicano dominara, él era de demostrar sus emociones a base de contacto físico, por eso siempre tenía abrazado a Messi casi todo el tiempo, y este no parecía inconforme con eso.
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Kevin
Fanfiction•͈ ┈─ How can we not talk about family when family's all that we got? Guillermo es un hombre solitario, con un único brillo en su vida el cual no cambiaría por nada en ella. Su razón de ser y esforzarse fue lo mismo que lo privó de d...