No more guessin', no regrets

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La cita con un doctor llegó en menos de una semana, era de esperarse luego de todas las llamadas que hizo Guillermo incluso antes de llegar a México.

Sus cachorros insistieron en ir pero era algo arriesgado pero aplicarían lo que hizo Sergio en aquella cita en Europa, mientras tanto el Omega iba nervioso e inevitablemente pensando en lo peor, cosa rara en él pero desde que supo de su estado solo quería asegurarse de que todo estuviera bien con su bebé.

Guillermo estaba igual o peor, ya había buscado toda clase de lujos y comodidades para que su Omega pasara lo mejor que pudiese el embarazo, así como ir buscando a los mejores parteros y pediatras que ambos pudieran costearse; todo tenía que salir a la perfección.

—Me quiero ir ya. —Dijo Lionel cuando su Alfa se estacionó. —Guille no necesito un doctor para saber que estamos bien...

—Leo, no puedes saber eso del todo. —Intentó disuadir.

—Claro que puedo, el embarazado soy yo. —Frunció el ceño, Guillermo se estiró para besar su mejilla.

—Lo sé, lo sé, pero yo quiero ver el primer ultrasonido de nuestro hijo. —Le miró con seriedad cuando se apartó. —Y necesitamos saber con exactitud cuánto tiempo tienes, cuántos son, cuidados, registro de tus medidas.

—Como si fuera a tener una camada. —Resopló el menor mientras bajaba del vehículo.

—¿Alguna vez te conté que una tía tuvo gemelos? —Preguntó el mayor mientras caminaban.

—¿Entre más sean más me vas a consentir?

—Puede ser.

Ambos se miraron y sonrieron, no era una idea tan mala.

Llegaron al consultorio en el cual el Omega fue pesado, medido e interrogado junto con el mayor; situaciones algo bochornosas pero necesarias.

—¿Algún embarazo no terminado en sus familias? ¿Enfermedades durante o después del embarazo? ¿Dificultades?

—No que yo me haya enterado... —Respondió Messi.

—Yo tampoco, y solo ha habido un caso de embarazo múltiple en mi familia hasta donde yo sé, sin enfermedades de por medio. —Informó el Alfa.

—Muy bien. —Alejó su vista de la computadora y miró al mayor. —Señor comentó algo sobre supuesta infertilidad, ¿eso es cierto?

Ochoa se removió en su lugar. —Supuesta, como usted lo dijo... me hice una prueba hace años solo para comprobarlo, no entiendo qué pasó.

—Pocas son las pruebas cien por ciento efectivas, no declararía esto como negligencia pero sí que fue un malentendido poco común.

—¿Está diciendo que no soy...?

—No dije eso, puede que solo haya sido un efecto instintivo, su Alfa solo pensaba en tener cachorros con su Omega, el resto son cosas que solamente ustedes lo saben.

—No estoy entendiendo. —Dijo Lionel, el doctor suspiró.

—Destinados, si no me equivoco. —Comentó viendo a la pareja, estos asintieron. —Hay ciertas cosas que no dicen en los cuentos sobre eso, y los entiendo, —una sonrisa divertida se vio en su rostro— como ustedes sabrán al suceder este encuentro por primera vez, sus lados más primitivos reaccionarán de manera extrañamente rápida, empieza por señales pequeñas que van desde una intensificación en el olor hasta el inicio del celo aún si no se ha cumplido un tiempo pertinente entre el último que hayan tenido, ¿ustedes mantuvieron relaciones en los primeros días que se conocieron? ¿O de manera regular en un plazo de una semana?

KevinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora