Couldn't help trying to be the best

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—¿Necesitas algo más? ¿Todo bien?

Era como la tercera vez que le preguntaba eso y ni siquiera era medio día, le otorgó una mirada algo extrañada que el mayor no parecía comprender.

—¿Hambre? ¿Calor? ¿Dolor?

—Estoy bien, Guille... —Murmuró. Lionel se encontraba en el jardín de la casa del mayor después de decidir que quería un poco de aire fresco, no podía salir aunque debería de aprovechar el hecho de que su embarazo aún no se notaba. 

Iba por la mitad del segundo mes, los síntomas habían permanecido igual de intensos tal como se tenía previsto, pero de ahí en fuera todo transcurría normal con él y los pequeños frijolitos formándose en su vientre.

Ojalá pudiera decir lo mismo de su Alfa.

Si Guillermo ya era un sobreprotector de primera con sus cachorros, con su Omega no parecía tener alguna clase de límites a la hora de cuidarlo; estaba al pendiente todo lo que podía y a la más mínima incomodidad del menor él lo atendía de inmediato.

Fue lindo por un par de días, pero ahora Messi quería decirle que estar embarazado no significaba que fuera un inútil. Asfixiado, así es como se sentía.

Pero no se atrevía a decírselo, no sabía cómo.

El Alfa muchas veces le dejó claro que él quería y debía de actuar como su casta se lo demandaba, lo hizo con sus cachorros a quienes cuidó de todo y todos, el mismo patrón se estaba repitiendo.

Lionel sabía que el mayor vivía por ellos, por saber que estaban bien y que nada les faltaba, por eso no tenía el corazón para pedirle a su Alfa que no lo cuidara tanto, no sabía cómo reaccionaría.

—¿Por qué no intentás relajarte vos también? Me dan nervios verte sólo parado ahí... lucís demasiado tenso.

—¿Relajarme? No, no, no, no puedes pedirme eso ahora.

Messi suspiró. —Guille sé que todo esto te preocupa, a mí también lo hace pero también creo que estás exagerando un poco las cosas.

—¿Exagerando?

—Sé que es parte de ti cuidarnos, pero estoy bien y solamente yo sabré cuando tenga molestia o algo y te lo diré... pero ahora me siento privado de siquiera poder bajar unas escaleras por mi cuenta.

—Pero, Leo... esto no es un embarazo normal, sabes que el riesgo siempre estará ahí y-

—No soy un inútil, Guillermo, y un embarazo no me hace estar desahuciado, eso es lo que estoy intentando decirte, si me siento mal vos lo sabrás pero no podés estar detrás de mí todo el día como si fuera algo que tuvieras que custodiar. —Confesó finalmente, algo exasperado por la terquedad del mayor quien sólo parpadeó para después bajar la mirada.

Lionel no se sintió culpable por esa reacción, no sabía qué había desencadenado.

—Entiendo, lo entiendo, yo... estaré adentro... —Murmuró, haciendo caso a sus propias palabras entró, sintiéndose aturdido por la respuesta del Omega.

Soltó un suspiro, lo mejor sería dejarlo pensar un rato.

No creía haber hecho mal al decirle su inconformidad, Lionel solía ser muy honesto, de eso ni su cachorro se salvaba pero ahora estaba en una relación además de encontrarse muy embarazado, debía de hallar un equilibrio sano para ambos.

Creía haberlo encontrado pero su Alfa era una caja de sorpresas y ahora no quería saber cómo serían los siguientes meses.

Para su fortuna, su celular sonó distrayéndole de sus pensamientos, una llamada de Sergio le hizo esbozar una sonrisa pequeña. Contestó sin dudarlo.

KevinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora